Cuando una familia de Harrisburg, Pensilvania, se mudó a principios de este año, empacó todas sus cajas y se dirigió a un nuevo hogar, pero dejó atrás al perro de la familia, lo que provocó una desgarradora espera del amigo de cuatro patas antes de ser descubierto y rescatado por un refugio de animales local.
Los vecinos llamaron a Janine Guido de Speranza Animal Rescue después de notar que la familia se había mudado, pero nadie había regresado a buscar a su perro. Simplemente había estado sentado en la terraza delantera, esperando que sus dueños volvieran a casa un día.
«Todo lo que me dijeron fue que sus dueños se mudaron y lo dejaron abandonado», explicó Guido en una entrevista con The Dodo. «Pregunté a muchas otras personas si sabían algo sobre el perro y ellas dijeron: ‘Se mudaron'».
Cuando Guido llegó a la escena, el perro en cuestión estaba buscando comida en un basurero. A pesar de estar claramente hambriento, la reacción del perro a su llegada fue de miedo; se dirigió de nuevo a la terraza delantera y luego comenzó a manosear la puerta delantera tratando que lo dejaran entrar.
Guido escribió más tarde en una publicación de Facebook dirigida a los antiguos propietarios:
«Recibí una llamada esta tarde con respecto a su perro. Que ha estado vagando por Harrisburg desde que se mudaron. Y la mayoría de las veces fue visto acostado en su entrada».
«Cuando llegué allí su perro estaba comiendo de un basurero. Y cuando traté de acercarme a su perro se fue a su ‘lugar seguro’. Cuando me acerqué a su puerta, su perro saltó frenéticamente y arañó la puerta pidiendo que lo dejaran entrar».
Le tomó 30 minutos de persecución por callejones para que Guido finalmente «convenciera» al perro, al que ahora ha llamado Cupido, para que viniera a su auto. Fue solo cuando ella le dijo pacientemente que todo estaría bien que finalmente cedió y le permitió llevarlo a casa con ella.
«Suena tonto, pero juro que sabía lo que le estaba diciendo», dijo Guido, explicando cómo hizo falta su promesa de que las cosas estarían bien para que el perro finalmente confiara en ella. «Literalmente se acercó y se sentó y me permitió ponerle la correa».
Desde que fue rescatado por Guido, Cupido no ha sido «nada más que el alma más dulce», aparentemente está bien con estar cerca de los gatos y siempre listo para abrazos y amor en exceso y atención. Y claramente, tenía mucha lealtad para ofrecer, si su renuencia a dejar la vieja terraza de su familia es un indicio.
«Siempre está moviendo la cola y tiene los ojos más bondadosos. Ya es muy querido aquí», dice su actualización en la página de Facebook de Speranza Animal Rescue.
Eventualmente, el rescate idealmente podrá ubicarlo en un nuevo hogar para siempre. Pero Guido no cree que eso sea particularmente difícil.
«No creo que sea difícil de encontrar porque él es realmente el chico más dulce», dijo.
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