Un perro sobrevivió a una peligrosa experiencia en medio del hielo en la pequeña ciudad de Wyandotte, Michigan, al final de lo que ha sido un frío invierno.
A medida que el tiempo se calienta y los ríos congelados se descongelan, se vuelven cada vez más peligrosos. Lucy, una perrita labradoodle, lo descubrió cuando el 28 de febrero se escapó de sus dueños y terminó atrapada en un témpano de hielo en el río Detroit.
El agua estaba helada y permaneció impotente, pero tranquila, durante horas a decenas de metros de la orilla.
Afortunadamente, los vecinos de la zona la vieron y llamaron a los rescatistas para que la ayudaran, antes que fuera demasiado tarde.
Los transeúntes que llamaron al 911 vivían cerca de la casa de los dueños de la perrita, en el bloque 200 de Biddle, y sabían que había huido, reportó Detroit Free Press.
La policía de Detroit recibió la llamada a las 16:15 horas, y fue la primera en llegar al lugar. El perro había salido a flote a unos 40 o 50 pies de la orilla, y los policías evaluaron la posibilidad de llamar a los guardacostas o entrar al río. Pero cuando llegaron los bomberos, decidieron acercar el témpano de hielo a la orilla para facilitar el rescate.
Según el subjefe de policía de Wyandotte, Archie Hamilton, los vecinos que avisaron le salvaron la vida. «Si no fuera por esa [llamada al 911], esa perrita habría muerto congelada o ahogada», dijo.
Los policías habían recibido entrenamiento previo para este tipo de rescates, ya que es habitual que los animales se pierdan o terminen en situaciones precarias, como quedar atrapados en un río congelado.
El jefe adjunto de los bomberos de Wyandotte, Tom Lyon, dijo que los rescates de mascotas en este tipo de situaciones de peligro por el hielo se producen aproximadamente dos veces al año.
El equipo envió a un rescatista del cuerpo de bomberos, Derrek Azzopardi, para acercarse y salvar al cachorro. El Departamento de Policía de Wyandotte publicó un video del rescate en Facebook.
(Cortesía del Departamento de Policía de Wyandotte)
Con su equipo de buceo, Azzopardi se metió en el agua helada, extendió la mano con un gancho para perros y le puso un lazo alrededor del cuello. Luego la empujó fuera del hielo hacia el agua y la acercó a sus brazos.
La subió por la escalera y la entregó su equipo, quienes la envolvieron en una cálida manta y se aseguraron de que el hombre subiera sano y salvo.
El rescate en el agua fue un éxito y Lucy sobrevivió, a pesar de presentar algunos síntomas de hipotermia. Tardará algún tiempo en recuperarse, pero la afortunada perrita será, quizás, ahora más sabia tras rozar con la muerte. Lucy está sana y salva en casa.
«Tuvo un desenlace feliz», dijo el jefe de bomberos Lyon. «Solo tenía sus grandes ojos marrones, y no podía ladrar, pero probablemente estaba muy agradecida».
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