Perro malamute se niega a abandonar el último trozo de nieve al final del invierno

Por Louise Bevan
24 de marzo de 2022 12:49 PM Actualizado: 28 de marzo de 2023 10:43 PM

Un enorme y peludo malamute de Alaska, completamente blanco, hace el invierno más agradable para su familia de Michigan con su inigualable amor por la nieve.

Stephanie Larson de 34 años, acogió a Storm, de tres años y medio, en Grand Rapids cuando tenía 12 semanas de edad. Oriunda de un pequeño pueblo rural de Michigan y coordinadora de medios, dijo que a Storm le encantó la nieve desde el principio.

«Lo trajimos a casa en enero», explicó a The Epoch Times. «Incluso siendo un cachorro pequeño, corría y se lanzaba de cabeza a la nieve profunda, y hacía ‘ángeles de nieve’ frotándose la cara en la nieve y dejándose caer de lado».

Stephanie con Storm. (Cortesía de Stephanie Larson)

En reconocimiento a la gran afición de Storm por la nieve, su familia le acumula una enorme pila de nieve en su terraza cada invierno. Como su reacción al derretimiento gradual de la pila de nieve cada primavera es cada vez más dramática, Stephanie decidió filmarlo. Y uno de sus videos se hizo viral.

«Ese día en particular, se podía ver que Storm estaba cada vez más desanimado debido a la temperatura y hacía lo posible por aferrarse a ese último trozo de nieve», dijo Stephanie. «Se mantuvo tumbado en ese ‘montón de nieve’, que era básicamente un enorme trozo de hielo, hasta que sus 150 libras y su calor corporal lo rompieron en varios pedazos. Luego se pasó la tarde pateando los trozos de hielo, intentando hacer lo posible por lanzarse sobre ellos».

(Cortesía de Stephanie Larson)

El video de Stephanie, que compartió en TikTok con la descripción: «El día más triste del año está sobre nosotros; el último de sus trozos nieve se ha ido», tiene más de 4,7 millones de visitas hasta la fecha.

Los «seguidores» del cachorro se incrementaron abruptamente de la noche a la mañana. Los divertidos comentarios sugerían de todo, desde iniciar una recaudación de fondos hasta comprar una máquina de nieve o exigir a Stephanie que se trasladara a un clima permanentemente frío, como la Antártida.

«Creo que si Storm pudiera hablar, se alegraría mucho de saber que hace sonreír y reír a tanta gente», dijo Stephanie a The Epoch Times. «Así que me tomo como un honor ayudar a compartir nuestra felicidad por él con el mundo».

(Cortesía de Stephanie Larson)

Storm acompaña, y su vínculo con Stephanie es especialmente estrecho, debido a una lesión cerebral que sufrió al nacer, y a las luchas que ha sufrido desde entonces. El perrito fue diagnosticado con hidrocefalia y una lesión en el cerebro anterior derecho, y sufrió agresivas convulsiones, requiriendo un arnés para ayudarle a caminar durante la etapa más dura.

Ahora toma una medicación controlada, pero aún tiene una ligera y permanente inclinación de la cabeza.

Stephanie dijo: «Los malamutes son innatamente tercos, así que el hecho de que me permitiera ayudarle fue algo muy importante. Debido al COVID, yo estuve en casa con él las 24 horas del día, trabajando y cuidándolo a tiempo completo (…) Recibiría una bala por ese dulce muchacho».

(Cortesía de Stephanie Larson)

A pesar de sus problemas de salud, Storm encuentra su lugar más feliz, cada año, en la nieve. En Michigan suele caer la primera nevada a finales de noviembre, y el comportamiento del perro cambia, dijo Stephanie, pero en la fuerte nevada de enero Storm encuentra realmente su «nuevo entusiasmo por la vida».

La alegría aumenta con la compañía de los mejores amigos de Storm: un malamute gigante llamado Bok Choy y sus dos hermanos gatos.

Stephanie sigue explorando formas de aliviar a su cachorro cuando regrese el calor. No le gustan los cubitos de hielo, pero tiene una piscina infantil de tamaño gigante llena de agua helada, y siempre disfruta de los «frescos 65 grados F» del interior.

(Cortesía de Stephanie Larson)
(Cortesía de Stephanie Larson)

«Tan pronto llega el calor, el fresco suelo de madera se convierte en su amigo frente a los cálidos tablones de la terraza. Aunque hace poco nos regalaron una alfombrilla refrescante», dijo, y añadió que su dulce cachorro es siempre juguetón, sociable y «muy, muy bobalicón».

«Disfruta cada viaje en auto, cada oportunidad de comer, cada segundo de juego, los olores de una brisa fuerte, una nevada fresca, los charcos más fangosos y conocer a cada persona y criatura como su nuevo mejor amigo», dijo maravillada. «Vive la vida como debe ser: sin preocupaciones y al máximo».

(Cortesía de Stephanie Larson)

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