Un perro callejero de Malasia caminó 25 kilómetros luego de haber sufrido golpes y abusos para lograr ser adoptado por una familia que lo había cuidado y alimentado varias veces en las calles.
Buyung, solía ser un perro callejero de la ciudad de Changkat Desa hace un par de años, según World of Buzz. En ese tiempo, se hizo amigo de un guardia de seguridad a quien acompañaba en sus rondas, mientras que por las noches tenía que esconderse, ya que a algunos residentes no les agradaba su presencia.
Para su suerte, su vida empezó a cambiar cuando una cariñosa familia lo empezó a alimentar todos los días. Sin embargo, el canino no logró escapar del maltrato animal en las calles donde fue lesionado gravemente en la pata derecha con un bloque de madera y herido con un machete en el lomo.
Como sus ángeles guardianes, la familia se hizo cargo de los requerimientos médicos en ambos casos y lo llevó a un veterinario para que atendiera sus lesiones.
En otra ocasión, los miembros del ayuntamiento de Kuala Lumpur capturaron a Buyung y sus amigos caninos llevándolo a un lugar donde probablemente sería sacrificado. Nuevamente, la familia apareció en su rescate y, para evitar que volviera a ocurrir, lo enviaron a casa de un amigo en Kota Damansara.
Pero este no fue el fin del sufrimiento de Buyung. Desafortunadamente, el amigo de la familia tenía tres perros grandes a los cuales no les agradaba la presencia de su nuevo compañero, por lo que le gruñían constantemente.
Buyung tan solo pudo soportar 15 días encadenado cerca de los perros bravucones que lo intimidaban, antes de escapar, en un intento de regresar a casa con la familia que lo amaba.
Usando nada más que su sentido canino, el maltratado can llegó a la casa de la familia después de caminar 25 kilómetros en aproximadamente una semana.
La hija de la familia, quien reconoció al noble pero hambriento, sediento y escuálido perro, lo invitó a entrar para alimentarlo inmediatamente.
Después de mucho sufrimiento, Buyung ahora es un perro sano y feliz junto a sus seres queridos.
Perrita que nació con un ojo y dos narices supera todos los desafíos
Una adorable corgi de Finlandia nació con una apariencia inusual: con un solo ojo y dos narices. A pesar de que un veterinario y el reproductor sugirieron que fuera sacrificada, ahora, ocho años después, la perrita disfruta de una vida feliz y llena de diversión.
Además de los defectos genéticos de su nacimiento, Nekku tiene dos vértebras fusionadas, pero sus inusuales características hicieron que Jarmo Korhonen, un investigador, se enamorara de ella.
“Los veterinarios sospecharon mucho del desarrollo de Nekku y propusieron realizarle la eutanasia como solución —pero yo no quise que eso sucediera”, dijo Jarmo, según The Lad Bible.
Nekku pronto se unió a la jauría de otros dos corgis, Niisku-Neiti y Karkki, que ya vivían en la casa de Jarmo. No obstante, sus dificultades para entender la perspectiva 3D hicieron que Jarmo la enviará con su madre para que pudiera ser libre y disfrutará de un entorno abierto, sin tener que chocar con otros perros.
“Ha sido un milagro que esta criatura divertida y esponjosa haya superado las expectativas, incluso con su propia forma linda y extraña”, dijo Jarmo.
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