Perro pegajoso que le encantaba «robar» el asiento de trabajo de su dueña recibe réplica del sillón

Por Louise Bevan
02 de julio de 2021 8:16 PM Actualizado: 02 de julio de 2021 8:16 PM

Un perro pegajoso con una afición por subirse al sillón de trabajo favorito de su dueña recibió el regalo perfecto: una réplica en miniatura del sillón.

Aunque la dueña del perro, Lindsay Dyer, afirma que el regalo para su adorable perro salchicha, Franklin, fue «egoísta», desde que el cachorro recibió su sillón, ha estado «sonriendo» de oreja a oreja.

(Cortesía de Lindsay Dyer)

Dyer suele trabajar a distancia desde un cómodo sillón gris con aletas. Pero durante el cierre, cuando tuvo que trabajar todos los días desde casa, le costó convencer a Franklin que no era una máquina de mimos a tiempo completo, según The Dodo, un medio de comunicación que informa exclusivamente sobre historias y derechos de los animales.

«Pasé mucho tiempo en mi silla tratando de escribir con un perro en mis piernas», dijo Dyer al medio.

«Vi que IKEA tenía una silla infantil que hacía juego. Tenía la esperanza de que al conseguir su propia silla, dejaría de robar la mía».

(Cortesía de Lindsay Dyer)

El primer día que IKEA volvió a abrir, Dyer se dirigió a la tienda y pidió la silla infantil para Franklin. Cuando la llevó a casa, puso el peluche favorito de Franklin en el asiento y esperó. El resultado fue inmediato.

«No hace falta decir que está muy contento. Es su lugar favorito en mi oficina», dijo Dyer al medio, compartiendo una foto de Franklin en la que su sonrisa es innegable.

(Cortesía de Lindsay Dyer)

Mientras Dyer trabaja, el adorable perrito puede sentarse a su lado, sin tener que preocuparse por un cachorro en su regazo.

Franklin tendría toda la pequeña silla para él, si no fuera por la otra mascota de Dyer, un gato llamado Bagheera, pero Franklin está feliz de compartirlo.

«Son los mejores amigos y a veces enemigos», dice Dyer. «Comparten la silla (…) para disgusto de Bag».

(Cortesía de Lindsay Dyer)

Quizás el gato preferiría tener el sillón de Franklin para él solo, aunque parecen felices acurrucándose; siempre duermen juntos, dijo Dyer, ya sea en el sillón o en cualquier cama disponible.

La única vez que Bagheera tiene el sillón de Franklin para él solo es cuando Dyer deja libre el sillón original. Y en ese momento, Franklin recupera su antiguo lugar favorito, ¡como en los viejos tiempos!


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