Un amado perro que desapareció en 2011 apareció 10 años después, a 1600 millas de su casa, y se reunió con su familia en Arkansas gracias a la colaboración de un piloto amante de los perros.
El schnauzer miniatura, Razzle, era propiedad de Aaron y Rhonda Howard y sus hijos —Simon y Seth, que tenían 8 y 15 años— cuando desapareció de su casa en McRae. En ese momento el perrito tenía 6 años.
Sin embargo, el 6 de julio, toda la familia finalmente pudo reunirse con Razzle, que ahora tiene 16 años. El piloto y rescatista de perros Jeremy Wade ayudó a unir las piezas del rompecabezas que faltaban.
«Lo de Razzle fue inusual por una serie de razones obvias», dijo Wade a The Epoch Times, «pero también ha sido el único transporte que he realizado en el que el perro no iba a ser rescatado, sino que iba [de regreso] a una familia».
Según un posteo de Facebook, Razzle tenía un microchip. Cuando apareció en un refugio de Stockton, en el norte de California, el personal escaneó su microchip y localizó a sus dueños originales. A pesar de desconocer su paradero durante los últimos 10 años, la familia estaba muy interesada en que Razzle regresara a casa, pero no sabían cómo hacerlo.
Cuando la historia de Razzle empezó a difundirse en las redes sociales, el rescatista de perros Jules Beer decidió ayudar. Hizo de enlace entre el refugio de Stockton y los Howard. Sin embargo, el estado de salud de Razzle era grave; temían que no sobreviviera a un viaje de 11 horas como carga animal, y transportarlo en cabina con un acompañante era demasiado costoso.
Jennifer Colletto, conocida como la «reina del transporte» por los rescatistas locales, también quiso ayudar y contactó a Wade, que ya tenía planeado un vuelo para visitar a sus amigos y primos en Arkansas. Fue la combinación perfecta, y además no supuso ningún costo para los Howard.
Wade, nacido en Heber Springs, se mudó a San Francisco desde Arkansas en 1997 y junto con su esposa se involucró en el rescate de perros en el área de Fremont. Al poco tiempo, cuando empezó a volar hace unos años, empezó a trabajar con Pilots N Paws. «Es prácticamente un tablero de anuncios en el que la gente que trabaja en el transporte de animales publica los viajes que se necesitan, y los pilotos pueden encontrar misiones en las que pueden ayudar», dijo Wade a The Epoch Times.
Por su parte, Debbie Newton, del refugio de animales RSQ209, que cuidaba a Razzle, estaba «decidida a ponerlo en forma para reunirlo con sus dueños», dijo Beer en una publicación de Facebook. Después de un mes de tratamiento con medicamentos, «alimentándolo con buena comida» y un viaje a la peluquería, Razzle recibió el visto bueno para viajar.
Según Fox News, Wade partió sobre las 3:30 de la madrugada del 6 de julio, en un vuelo desde San Carlos hasta el condado de Calaveras para recoger a Razzle en el refugio y después hizo un viaje de 5 horas y media hasta Santa Fe donde hizo una parada para recargar combustible. Luego realizó un viaje de 5 horas y media más hasta Heber Springs, Arkansas.
Wade tomó medidas para asegurar la comodidad de su pequeño pasajero durante el trayecto.
«Como mi avión no está presurizado y [la cadena montañosa de Sierra Nevada] está en el camino, fabriqué una máscara de oxígeno para usarla en caso de que fuera necesario», dijo a The Epoch Times. «Por lo general, cuando atravieso las Sierras, respiro oxígeno suplementario durante el tiempo que paso sobre los 12,500 pies, una norma de la FAA si no uno está en una cabina presurizada».
Sin embargo, en esta ocasión especial, Wade voló hasta Arkansas a 11,500 pies, una «gran primicia». Estaba encantado de que Razzle no tuviera problemas a esta altitud y ni siquiera necesitara su máscara de oxígeno personalizada.
En la tarde del 6 de julio, la familia Howard se reunió en silencio mientras Wade sacaba a Razzle de su caja y lo ponía en sus brazos.
«Creo que una simple incredulidad lo resumiría muy bien», dijo Wade sobre la reacción de la familia ante su mascota perdida hace tiempo.
«Si Razzle pudiera decirnos lo que ha estado haciendo durante los últimos 10 años», dijo Beer, publicando en Facebook. «Qué viaje ha tenido. Y ahora está en casa, todo gracias a un diminuto microchip del tamaño de un arroz».
«En la aviación general, todo tipo de cosas pueden ir mal y dejarnos atrapados durante la noche en algún lugar, esperando a que pase el tiempo», dijo Wade a The Epoch Times mientras reflexionaba sobre la singular misión, «y luego estaba la frágil salud de Razzle, que siempre fue una preocupación para él volar esta distancia».
«Verlo de regreso a casa, donde puede volver a disfrutar del amor de su gente, es simplemente maravilloso», dijo el piloto. «Me siento emocionado y honrado de haber hecho parte de todo esto».
Vea el video:
(Cortesía de Jeremy Wade)
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