Después de quedar ciego debido a un accidente durante un paseo, un perro de Reino Unido está demostrando que lejos de ser una limitación, continúa siendo un campeón de agilidad.
Gusdog es un perro de raza Boston Terrier que vive en Thurrock Essex en Reino Unido junto a su dueña Cath Lumley y sus dos hermanos perrunos, un gran danés llamado Kiva y Lenny, un schnauzer gigante.
Mientras daba un paseo por el bosque junto a Lumley —que es psicología canina—, Gusdog, de casi 5 años, se topó con un árbol. El pequeño can corría a 253 mph, por lo que el golpe fue realmente abrumador. Aunque fue llevado rápidamente al veterinario, uno de sus ojos no se pudo salvar, publicó la página de facebook Gusdog the Boston.
«Me fui a casa esa noche y aunque estábamos todos tristes, decidimos que dos ojos estaban sobrevalorados y uno estaría bien», dijo Gusdog en su biografía de Dinky Dogmag.
Antes del accidente, Gusdog era un excelente jugador de flyball, un deporte para perros en el que se utiliza una pelota de tenis, además había aprobado el Kennel Club Good Citizen Gold Award, el programa de adiestramiento canino más grande de Reino Unido. Era muy bueno por naturaleza y a los dos años había comenzado a participar en concursos de agilidad.
Después de la cirugía donde perdió uno de sus ojos, Gusdog tuvo que pasar semanas de reposo para regresar a su agilidad habitual. Sin embargo, diez semanas luego del accidente su otro ojo se puso azul.
De regreso con el veterinario, le informaron a Lumley que Gusdog perdería el ojo que le quedaba, debido a que tenía una infección que estaba en la parte posterior del ojo, de la que nadie se pudo dar cuenta.
Oficialmente, Gusdog había quedado ciego el 10 de mayo de 2018.Pero su espíritu fue resistente y en junio de 2018, ¡volvió a la agilidad!
«Ahora, ¿Quién ha visto a un perro ciego hacer agilidad? Bueno, puedo decirte que lo hago y lo hago muy bien, a veces», informa Gusdog en la misma página.
Al principio no fue sencillo, ya que Gusdog era temeroso al caminar, pero su casa fue acondicionada para que no se lastimara en las esquinas de su casa, al menos hasta que se pudiera deslizar sin hacerse daño. Algo de suma utilidad para la rehabilitación de Gusdog, fue ayudarle con el sonido de las cajas de sus golosinas favoritas, por las que llegaba corriendo aunque estuviera lejos, según informa en su propia página de Facebook.
Nada detiene a este pequeño can y cada semana asiste a su clase de agilidad Jumpy Pumpy, es un maestro de TrickStar y es ganador del premio PLATINO en The Secret Farter Club. Además, Gusdog también se preocupa por los seres humanos, así que es un perro de terapia en hogares de ancianos.
Aunque la vida de este adorable perrito ya es ajetreada, todavía se dio tiempo en 2019 de entrenar su olfato. Aunque la idea no parecía algo propio de su raza, por tener «nariz diminuta y cara aplastada», demostró a todos que todos estaban equivocados, de acuerdo a Dinky Dogmag.
El cambio inesperado en la vida de Gusdog demuestra que todo es aprendizaje y ganas de vivir, y comparte la moraleja de su historia: «No dejes que nada se interponga en tu camino (especialmente árboles)».
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