Un policía de Texas encontró dos caballos en una propiedad que fue devastada por el huracán Harvey en 2017. La propiedad era «como un pantano» y estaba en pésimas condiciones. Un vecino preocupado llamó al ver a un caballo que se había quedado atascado en una cerca.
El Departamento de Policía de Friendswood llegó al lugar y liberó al caballo, y el policía Matthew Schmidt se enteró que la propietaria de la finca era una viuda anciana que, a raíz del paso del Harvey, comenzó a vivir en otra propiedad, aunque pasaba a menudo por allí para alimentar a los caballos.
Después de un tiempo, Schmidt dejó de ver a los animales y asumió que los habían trasladado, hasta que los vio nuevamente en enero de 2021.
«Me di cuenta que seguían viviendo ahí», dijo Schmidt a The Epoch Times. «Uno se veía muy flaco». El policía decidió alimentarlos y pasar por allí todos los días, a pesar de no saber nada de caballos.
(Cortesía de Matthew Schmidt)
«Tuve que investigar un poco», dijo. «Aquí, en Texas, hay mucha gente que está familiarizada con los caballos, así que no fue difícil obtener una buena idea sobre qué les gusta comer y la cantidad de comida que ingieren».
Todos los días, después de la sesión de información, a eso de las 6:30 a.m., Schmidt conduce hasta allí con comida o productos para caballos. Al principio, los dos caballos, que son hermanos, estaban ariscos con Schmidt, pero al poco tiempo se dieron cuenta que estaba allí para ayudar, y literalmente comían zanahorias de su mano.
«Empezaron a acostumbrarse a que llegara a la misma hora, y reconocían mi vehículo patrulla», dijo Schmidt.
«Estoy acostumbrado a tener un perro, así que conozco los gestos de los perros, así que fue interesante verlo», añadió. «Me di cuenta que se emocionaban al verme, por la forma en que agitaban la cabeza y relinchaban y galopaban, y se encariñaron conmigo».
El policía y los caballos crearon una relación increíble.
(Cortesía de Matthew Schmidt)
En poco tiempo, las prominentes costillas de los caballos empezaron a rellenarse; su aspecto mejoró y estaban más felices y sanos.
«Era claro que no estaban acostumbrados a recibir tanta atención ni a que la gente se ocupara de ellos», dijo el oficial. «Así que lo están disfrutando».
Con el tiempo, después de unos meses alimentándolos, Schmidt coincidió con la dueña, Rosan Hawkins; quien agradeció mucho que se encargara de su bienestar, ya que para ella era difícil.
«Ellos se preocupaban por los caballos y por cómo se llevaban y por todo, y yo pensé: ‘vaya, son personas que conocen a los caballos y se preocupan por ellos'», dijo a Fox 26. «Y me sentí realmente bendecida».
Después de siete meses alimentando a los caballos, el compromiso de Schmidt se amplió.
Notó que el establo de los caballos estaba en un estado lamentable, y los bordes de las chapas podían causarles graves daños. Así que reunió a un grupo de amigos y, con el permiso de Hawkins, construyó un nuevo refugio para ellos, que finalizó a mediados de julio.
«Cuando llueve, se llena de barro y no hay césped en la propiedad», dijo. «Así que, probablemente, pondremos algunas cargas de arena de banco en la propiedad. Además, les encanta, se revuelcan en ella porque es blanda, y creo que también ayuda a mantener alejadas a las moscas».
Todo hace parte del trabajo. Este nativo de Michigan, cuya madre era agente de libertad condicional, dijo que estaba destinado a hacer parte de las fuerzas del orden.
Después de prestar servicio a la comunidad de Friendswood durante los últimos cuatro años, a Schmidt no le cuesta mucho hacer nuevos amigos entre los habitantes de la zona, tanto humanos como caballos.
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