Un policía estatal y un buen samaritano de Tennessee ayudaron a salvar la vida de un amigo de cuatro patas gravemente herido que fue encontrado en una zanja a un lado de la carretera.
Kaye Fiorello publicó en Facebook que estaba conduciendo por la Interestatal 75 cerca de Cleveland cuando vio al policía Tudors.
Lo primero que hizo fue comprobar su velocidad. Minutos más tarde, vio a un perro angustiado en el sofocante calor de 95 grados del verano de Tennessee, cerca de la señal de la salida 20.
Fiorello dijo que el perro «jadeaba como si estuviera a punto de morir».
Dirigiéndose al trabajo, Fiorello estaba indeciso sobre qué hacer, pero decidió dar la vuelta para encontrar al policía y salvar al perro.
«¡El policía todavía estaba allí! ¡Hurra!» escribió Fiorello. «No quería una multa, pero si podía ayudar a ese perro, me parecía bien».
El policía Tudors bajó la ventanilla y dijo: «¡Sí! Estoy aquí». Le habló de la perra, y acudieron a toda velocidad al rescate y la encontraron todavía en la cuneta.
Tudors tiró su jarra de Kool Aid y la convirtió en un cuenco de agua improvisado para ella.
«La perra le tenía miedo, pero se quedó helada de debilidad. Olió el agua y se dio cuenta de que esta bondad era para ella», escribió Fiorello. «¡Se bebió el agua en cuestión de minutos!».
Fiorello dijo que supo que la perra estaba en buenas manos cuando Tudors dijo que esperaría a ganarse su confianza antes de llevarla al veterinario. Sacó una silla, tomó un paraguas para darle sombra y se sentó mientras le daba golosinas Debbie.
Fiorello siguió de cerca a la perra, ahora apodada «Princesa», y publicó actualizaciones en Facebook.
Princesa fue llevada al veterinario, la examinaron y descubrieron que tenía la pelvis rota. Como funcionario público, Tudors no puede aceptar donaciones, pero se creó un Fondo Ángel en su nombre para ayudar a pagar los gastos del veterinario.
En otra actualización, Fiorello reveló buenas noticias. «¡Adivina quién fue adoptada! Y adivina quién la ha adoptado».
Aunque sus cuidadores tenían varias ofertas, al final las dejaron de lado para dar paso al policía Tudors, que decidió acoger a Princesa en su familia.
Todavía le queda un camino por recorrer desde el punto de vista médico, pero Fiorello dijo que las oraciones y las buenas vibras de todos están funcionando.
«Creo que su presencia en el momento oportuno, fue uno de esos pequeños mensajes que nos recuerdan lo bueno que hay en nuestro mundo», escribió Fiorello, llamando al policía Tudors «uno de los buenos sin duda».
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