Una potrilla de 5 ó 6 semanas separada de su madre en una subasta de caballos de Dakota del Sur dio lugar a un rescate desesperado, por parte de unas buenas personas del mundo ecuestre, y a un posterior reencuentro digno de un final de cuento de hadas.
Todo parecía ir bien, en un principio, cuando la yegua y la cría, Lizzie, se vendieron juntas en la subasta de Kramer’s Livestock el 10 de septiembre.
El vendedor no sabía que el comprador de la pareja trabajaba para Stroud Kill Pen en Oklahoma, recuerda Tiffany Ring, directora de Gentle Spirit Horses Rescue.
Cuando el comprador estaba cargando sus caballos, comentó que no quería el potro y que, de todos modos, iba a «ser pisoteado y estaría muerto en 100 millas», afirmó Ring en una publicación en la página de Facebook de Gentle Spirit. La madre, un mustang, iba a ser sacrificada de todos modos.
Al enterarse de esto, un asistente a la subasta hizo lo que mucha gente buena en el mundo de los caballos haría, y se ofreció a comprar la potra, sin saber muy bien en qué se estaba metiendo.
La cría y la yegua fueron separadas. El nuevo propietario intentó alimentar a la cría con un sustituto de la leche, pero Lizzie no bebía ni comía pienso en pellets, ya que su madre aún no le había enseñado a hacerlo.
Las cosas no pintaban bien para la familia de caballos, hasta que el nuevo propietario de la cría se puso en contacto con el refugio New Hope Horse Shelter, que se puso en contacto con Ring en Gentle Spirit.
Ella recurrió a su red de personas en el ámbito de los caballos en busca de una yegua enferma, pero pronto encontró una solución aún mejor.
Pero primero se encargaron de que Lizzie recibiera pellets de leche de yegua para garantizar su alimentación; la cría estaba bien, pero sufría una úlcera en la córnea, por lo que fue llevada al veterinario.
La gran pista que condujo al reencuentro final se produjo cuando Ring vio que el mercado de ganado de Platte celebraba una subasta y parecía probable que el comprador de la yegua se dirigiera allí con su remolque.
Por suerte, uno de sus corresponsales en el negocio de los caballos tenía un amigo que estaba llegando a Platte en ese momento. En cuestión de minutos, Ring tenía una prueba fotográfica de que la yegua estaba allí y era efectivamente propiedad de Stroud Kill Pen.
«Llamé a Stroud y Dillon me llamó enseguida. Le expliqué la situación y solo me hizo una pregunta: ‘¿Qué edad dices que tiene la potra?». compartió Ring en Facebook sobre el rescate.
Continuó: «Les dije que sabía exactamente dónde estaba la yegua y les pregunté si podíamos comprarla para reunirlas y su respuesta fue que ‘harían que eso ocurriera’. Solo les dije que me dijeran el precio y que la pagaríamos y recogeríamos».
Dillon podría haberle sacado a Ring cualquier cantidad, pero se decidió por un precio justo. Pronto, varios de sus partidarios de Sioux Falls montaron un remolque para ir a buscarla.
«Decidimos que lo mejor para el bebé sería llevar a mamá a ella, en lugar de cargarla y llevarla a mamá y luego a nuestra casa», dijo Ring.
Después de lo que le parecieron horas, tenía un precio justo y el permiso para comprar la yegua. Solo había un último obstáculo que impedía el rescate de la yegua madre.
Cuando la persona encargada de la subasta se acercó al comprador de Stroud, éste rechazó la oferta y exigió más dinero del que se había acordado.
Sin embargo, otra llamada a Dillon resolvió la disputa y éste aceptó el precio.
Pronto, el remolque estaba rodando —con seguridad a bordo— y Ring publicó la noticia en Facebook: la tenían sana y salva. Iba a ser un final satisfactorio para un viaje angustioso.
Sobre las 10:30 de la noche, 12 horas después de la llamada inicial, el potro fue descargado y Ring grabó un video del reencuentro.
(Cortesía de Gentle Spirit Horses Rescue)
Se puede escuchar la llamada de la madre, y la cría responde con sonidos de evidente excitación. Su momento de contacto físico fue extraordinario.
«Estamos muy agradecidos a todos los que compartieron, enviaron mensajes u ofrecieron consejos y ayuda, a todos los que han hecho donaciones para cubrir los costos iniciales, y particularmente agradecidos a Joann y Mike, que se hicieron cargo del bebé y los están acogiendo a ambos ahora», publicó Ring en línea.
Ahora están buscando donaciones para la compra de heno para alimentar a los equinos.
La madre, que ahora se llama apropiadamente Autumn, y su hija pasan hoy sus días en una feliz relajación, la yegua no se aleja ni un metro de su potra, y la hija descansa perezosamente en el patio durante horas.
«No exagero cuando digo que, literalmente, se han necesitado cientos de personas para conseguirlo», añade Ring. «Y estamos muy agradecidos de que así fuera. Todavía estamos un poco en asombro por haber encontrado y conseguido a mamá, pero estamos muy contentos de haberlo intentado».
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