En algún lugar de este paisaje forestal, se encuentra un bebé ciervo escondido a plena vista. Si miras con mucho cuidado, puede que lo veas.
El color del pelaje del pequeño cervatillo se funde perfectamente con el fondo, manteniéndolo camuflado y a salvo de los depredadores.
El bebé ciervo fue captado involuntariamente por la cámara frente a un bosque de la región de Sauerland, en Alemania, por el fotógrafo Ingo Gerlach, de 65 años, que no lo vio mientras observaba a dos ciervos en celo en la distancia.
Fue más tarde cuando sus fotos revelaron al animal escondido cerca de un grupo de troncos y árboles caídos a pocos metros de él.
«El joven ciervo se ha adaptado muy bien a su entorno, y por eso es tan difícil de ver», dice Ingo. «No podía creerlo cuando me di cuenta de que el joven ciervo había estado justo delante de mí».
Ingo cree que el pequeño ciervo podría haberse escondido de los ciervos más viejos, que pueden ser bastante agresivos cuando están en celo.
El celo es una parte de la temporada de apareamiento en la que los ciervos macho tienen un gran aumento de testosterona, lo que les lleva a ser más agresivos y a veces violentos.
Con la colaboración del personal de The Epoch Times.
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