Es normal que las aves o los búhos, se metan en espacios humanos, como almacenes o ferreterías. No es una gran preocupación para los humanos, sino más bien para los pobres animales que pueden quedar atrapados en el interior, o peor aún, resultar heridos.
Tal fue el caso de un búho que acabó atrapado en el ventilador de un hotel de York (Reino Unido), dejando al propietario del hotel en estado de shock. El pobre animal estuvo literalmente atrapado en el ventilador durante dos días antes de ser rescatado.
Cuando el propietario oyó ruidos procedentes del extractor de la cocina, fue a investigar y descubrió un búho leonado atascado dentro de la malla protectora del ventilador.
Por increíble que parezca, el ave había conseguido introducirse en el ventilador, pero no pudo escapar. El búho estaba empapado de grasa y tenía un aspecto terrible.
«El pájaro parecía estar alerta a pesar de estar atrapado», dijo la oficial de rescate de animales Leanne Honess-Heather a Metro. «Cuando llegué al hotel en desuso, la lechuza, que había intentado salir a empujones, estaba entonces encajada entre las aspas del ventilador del extractor», agregó.
Afortunadamente, lo que seguramente fue un calvario aterrador para la pequeña amigo se resolvió pronto.
Tras sacar a la pobre la pobre lechuza, Leanne la llevó a Ryedale Rehab, un centro de rescate de fauna salvaje de la RSPCA. Allí recibió cuidados, incluido un baño para desengrasar sus plumas, y un seguimiento de su salud.
«El búho no estaba muy impresionada por el baño», relató Leanne, «pero después de secarla con una toalla y meterla en una jaula caliente para que se secara, se veía y se sentía mucho mejor».
En un comunicado de prensa del 20 de enero, la RSPCA compartió cómo sus agentes habían respondido a varias llamadas de rescate de búhos el año pasado.
La lista de rescates de búhos recientes incluye los siguientes: un cárabo que quedó atrapado entre un balcón y una puerta corrediza de cristal; una lechuza que se quedó atascada detrás de un reloj de pie; y otras aves cárabo que se encontraron atrapadas dentro de una chimenea.
Parece que los búhos tienen predilección por meterse en espacios pequeños. Pero salir es otro problema.
Ryedale planea mantener al ave en el centro hasta que los veterinarios le den luz verde para volver a su hogar.
«[Cuando esté] lista para ser liberada de nuevo en la naturaleza, con suerte, se mantendrá alejada de las cocinas», dijo Leanne.
Y, con suerte, habrá menos búhos leonados que quieran convertirse en el próximo Houdini, que frecuente el hotel.
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