Un perro hambriento y demacrado, que se mordía la cola después de estar encerrado solo en una perrera húmeda y sucia durante al menos tres semanas, ya está listo para ir a su nuevo hogar.
Rodney, un cruce de lurcher de 3 años, fue hallado en enero viviendo en condiciones lamentables por un agente inmobiliario, la policía y miembros del ayuntamiento local, que llegaron a una propiedad de Huyton, Liverpool, al norte de Inglaterra, para llevar a cabo un desalojo.
Al ver el deplorable estado del perrito, el agente inmobiliario llamó a la RSPCA, que envió a la inspectora Pamela Bird a investigar, según un comunicado de prensa.
Bird encontró a Rodney en una perrera empapado y lleno de heces de perro. Se le podían ver los huesos bajo la piel y tenía la cola dañada por morderla continuamente. El perrito también tenía llagas en las patas por estar tumbado en el suelo mojado. Rodney fue trasladado inmediatamente al Hospital de Animales del Gran Manchester de la RSPCA para recibir tratamiento.
Además, Bird localizó al propietario de Rodney, quien reveló que el perro había permanecido solo en la perrera durante al menos tres semanas.
«Aceptó entregarnos al perro», explicó Bird. «Dijo que había pasado por momentos difíciles y que estaba trabajando fuera, así que volvía y lo alimentaba cada dos días, pero el resto del tiempo lo dejaba en su perrera».
La cola de Rodney, que se estaba mordiendo para sobrellevar el estrés de la situación, fue amputada posteriormente hasta la mitad, según explicó Alana Bibby, jefa del equipo de bienestar de la sucursal de la RSCPA en Warrington, Halton y St.
«Ahora tiene media cola, pero la sigue moviendo con entusiasmo», añadió. «Parece que tiene ganas de recuperar el tiempo perdido».
Rodney, que según el personal probablemente nunca había vivido en un hogar, recibió atención constante para recuperar su salud. Bibby elogió al «chico alegre y feliz», afirmando que nunca se creería que tuvo un comienzo de vida tan duro.
«Le encanta la gente», explicó. «Salta como si dijera: ‘Abráceme’, en casi todas las oportunidades».
Aunque Rodney camina bien con la correa y le gusta la compañía de otros perros, Bibby advirtió que la familia definitiva de Rodney tendría que volver a lo básico para adiestrarlo. Sin embargo, añadió, «es un perro muy inteligente y con muchas ganas de agradar».
«Estoy encantada de que vuelva a disfrutar de la vida y que no lo dejen fuera en una perrera sin compañía durante días», añadió Bird. «Es un perro encantador y cariñoso que se merece el mejor de los hogares».
Desde el inicio del invierno, la RSPCA, una organización benéfica para el bienestar de los animales financiada principalmente por donaciones voluntarias, ha recibido ya más de 82,000 llamadas para preguntar sobre animales necesitados. «Las llamadas a nuestra línea de rescate no se detienen, así que nosotros tampoco lo haremos», dijeron.
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