Cuando los rescatadores de la Sociedad Humanitaria del Norte de Texas (HSNT) fueron a ayudar a rescatar a un caballo, se quedaron impactados por lo que encontraron. Sin embargo, con cuidados y apoyo, el caballo, que antes estaba muy demacrado, experimentó una transformación asombrosa.
A principios de septiembre, Steve Stevens, Director de Equinos y Ganado de HSNT, recibió una llamada del director de crueldad de HSNT, Dave, para recoger a Sierra, un caballo del norte del Metroplex de Dallas/Fort Worth, ya que los vecinos estaban preocupados por el peso del caballo.
«En esta circunstancia, ya se le habían retirado caballos a este propietario», dijo Stevens a The Epoch Times. «Esto habría sido una incautación de Crueldad, pero el propietario firmó la propiedad cuando llegamos en lugar de ir a la corte».
Pronto se descubrió que Sierra se utilizaba supuestamente como yegua de cría, pero, por desgracia, el propietario no podía mantener su peso.
Cuando Stevens llegó para ayudar a rescatarla, estaba acurrucada en un rincón, abatida.
«No le gustó que le pusiera el ronzal, pero no se resistió mucho, así que con un poco de paciencia pudimos ponérselo», explica Stevens. «Se cargó como una campeona y volvimos al rancho de la Sociedad Humanitaria del Norte de Texas».
Sierra, a la que su dueño solo alimentaba con un poco de heno, llegó con una puntuación corporal de uno, que es la más baja posible. Los veterinarios realizaron un chequeo completo de su bienestar y descubrieron que a Sierra le faltaban algunos dientes, lo que le impedía digerir bien el heno. Había que limarle los dientes que le faltaban, pero su peso era demasiado bajo para sedarla.
Sierra fue desparasitada, se le colocó un microchip y se le vacunó. Sus cuidadores le dieron una dieta de alfalfa remojada para satisfacer mejor sus necesidades. Fue evaluada por Amanda, adiestradora contratada por la organización, que empezó a trabajar con ella para establecer la confianza y desarrollar una conexión.
La yegua fue guiada para que volviera a aprender aspectos básicos como ser guiada, levantar las patas y entablar una relación con un ser humano, todo ello con el fin de devolverle la salud y sentar las bases para que pueda ser adoptada.
«Todavía es un poco desconfiada», dice Stevens, «pero gracias a la constancia va agarrando confianza». Amanda cree que será una gran compañera «tanto para un humano como para otro caballo».
En el momento de escribir estas líneas, Sierra se está compenetrando bien con otro caballo llamado Holly, que fue traído debido a un trato cruel.
«Han formado una manada rápidamente y parecen disfrutar de la compañía de los demás», dijo Stevens.
Como Sierra cada vez está más sana, se espera que pronto esté lista para su hogar definitivo.
«Estoy segura de que pronto será acogida», dijo Stevens, añadiendo lo asombroso que ha sido ver a Sierra engordar tan rápidamente y aceptar el trabajo de conexión del programa.
La HSNT ha adoptado 50 caballos hasta la fecha. El principal objetivo de la organización es rescatar, rehabilitar y realojar caballos. Además, los miembros del equipo trabajan duro, a menudo pensando de forma innovadora, para ayudar a caballos como Sierra a encontrar un hogar de por vida.
La otra cara de su misión es educar y ayudar a las personas que no tienen los recursos o los conocimientos necesarios para ayudar a sus caballos.
«En la mayoría de los casos, las personas acaban de pasar una mala racha y no saben cómo pedir ayuda», explica Stevens. «Puede que aún no tengan los conocimientos necesarios para cuidar de los caballos y solo necesiten un poco de apoyo. Eso es lo que hacemos como organización».
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