El jueves pasado en Texas, el Consejo Municipal de San Antonio votó 9-1 a favor de prohibir la venta de gatos y perros de criaderos comerciales en cualquiera de las tiendas de mascotas de la ciudad.
La legislación apunta a las llamadas fábricas de cachorros, un término usado por los defensores de los derechos de los animales para describir las grandes operaciones de cría comercial, a menudo con malas condiciones y poca preocupación por el bienestar de los animales.
A partir del 1 de enero, las tiendas de mascotas de San Antonio solo podrán vender gatos y perros obtenidos en los refugios de animales de la ciudad o del condado, en las agencias de control de animales o en las organizaciones de rescate de animales.
El director de Servicios de Cuidado de Animales (ACS, por sus siglas en inglés), Heber Lefgren, dijo a los miembros del consejo: «La mayoría de los cachorros que se venden en las tiendas de mascotas provienen de fábricas de cachorros de otros estados o de grandes criadores o intermediarios que pasan las mascotas de un estado a otro», escribe San Antonio Reports.
La ciudad tiene 51 tiendas de mascotas, pero solo tres venden perros y gatos, y están afectadas por la nueva ley, señaló Lefgren. Las otras ofrecen espacio para que las agencias de rescate locales presenten oportunidades de adopción.
De las tres tiendas que venden perros y gatos criados comercialmente, Petland, Puppyland y Royal Pet Palace, los propietarios de las dos primeras hablaron en la reunión de tres horas.
«Tienes desde los buenos hasta los malos criadores. Entendemos eso», dijo Jaime Trueba, uno de los dueños de Petland. «Pero obviamente, estamos trabajando lo mejor que podemos para conseguir nada más que buenos criadores. Y lo que dicen es que todo es malo en general».
Trueba se opuso, diciendo: «Aprobar una norma general que nos prohíbe vender cachorros o gatos a menos que sean directamente del refugio no funciona con el modelo de negocio».
Continuó: «Petland ofrece a nuestros clientes la oportunidad de elegir una mascota o raza o cachorro que funcione mejor para las familias. Al implementar la prohibición, estarán quitando el derecho a elegir y nuestra capacidad de ofrecer ese servicio».
La ACS comenzó a buscar cambios en las reglas en 2019. El director Lefgren admitió que no había violaciones conocidas en ninguna de las tres tiendas, pero que el mercado estaba «subregulado», lo que significa que fue una lucha para identificar proveedores legítimos.
«Los estándares de la USDA permiten a un criador confinar a un perro en una jaula para toda su vida que es seis pulgadas más grande que el tamaño de la mascota», dijo Lefgren al consejo.
En todo Estados Unidos, más de 380 ciudades ya restringen la venta de perros y gatos en almacenes, dijo Lefgren. Entre ellas se encuentran Austin, Waco y El Paso.
Explicó que como San Antonio no puede regular la distribución y la cría de perros fuera del estado, el único recurso de la ciudad era prohibir la venta de animales criados comercialmente.
«Aunque casi todas las organizaciones reconocen las prácticas inhumanas que se están llevando a cabo en toda la nación, también está claro que la capacidad de regular esto, particularmente desde el lado de la ciudad, se hace casi imposible de hacer cumplir», dijo. «Incluso las buenas tiendas de mascotas que quieren hacer lo correcto a menudo se dan cuenta de que han estado tratando en el pasado con algunos de los malos actores».
Hasta 1000 mascotas por mes son acogidas en los refugios, según Katie Jarl Coyle, directora regional de la Humane Society de Estados Unidos, quien sirve como designada del Distrito 8 en la junta asesora de la ACS.
«Nuestros refugios y rescatistas locales trabajan incansablemente para encontrar hogares cariñosos para estos animales, pero están librando una batalla ardua», dijo. «Mientras estas organizaciones trabajan para resolver este problema en nuestra ciudad, las tiendas de mascotas están importando cientos de perros a San Antonio desde fuera del estado. Esta ley impulsará el mercado de mascotas hacia fuentes más humanitarias y animará a las tiendas de mascotas a formar parte de la solución a la superpoblación de mascotas».
La concejala Shirley Gonzales, la única que votó en contra de la ley, declaró que pensaba que los cambios no abordaban el problema de San Antonio con los perros callejeros y la superpoblación de perros, una de las principales áreas de preocupación de la ACS.
Los cambios no afectarán a los criadores locales que tienen permiso para criar y vender perros y gatos directamente a los compradores individuales.
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