Una enorme tortuga laúd de aproximadamente 200 kg varada a lado de un río, volvió a su hogar gracias al esfuerzo conjunto de tres organizaciones locales para liberarla.
La tortuga marina laúd o Dermochelys coriacea es considerada una de las tortugas más grandes del mundo, pues pueden llegar a pesar hasta 800 kg y medir 3 metros de largo, informa el CRAM.
Actualmente en el mundo, el rescate de estos enormes animales marinos a lo largo del planeta suelen ser motivo de una gran alegría, ayudando a la preservación de su especie.
El pasado domingo 10 de octubre, un informe de una tortuga laúd viva varada en una planicie de barro a lo largo del río Herring en Wellfleet, en Massachusetts, EE.UU. suscitó la acción inmediata y conjunta de tres organizaciones locales, que facilitaron todo lo necesario para devolverla con seguridad al océano, comunicó el Acuario de Nueva Inglaterra en un comunicado de prensa.
Inicialmente fue el Santuario de Vida Silvestre de la Bahía de Wellfleet de Mass Audubon, quienes respondieron sobre la enorme tortuga de aproximadamente 200 kg varada, realizando el primer esfuerzo para mantenerla a salvo mientras se tomaban las acciones necesarias para liberarla.
«Queríamos mantenerla alejada de las ostras y evitar que encallara en algún lugar donde no pudiéramos rescatarla. Si se alejaba, no se sabía dónde podría encallar de nuevo», dijo Bob Prescott, director emérito del Santuario de Vida Silvestre de la Bahía de Wellfleet de Mass Audubon.
Video: Cortesía del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW)
Posteriormente, tras contactar al Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW) y al Acuario de Nueva Inglaterra, la tortuga fue evaluada por el personal de Rescate y Sanidad Animal del acuario, quienes determinaron que la tortuga era “muy fuerte y estaba en buena condición”.
«Nuestra evaluación inicial indicó que la tortuga era muy fuerte y estaba en buena condición corporal, y esto nos ayudó a decidir que era una buena candidata para ser liberada», dijo el Dr. Charles Innis, director de salud animal del acuario.
Finalmente, la tortuga macho de 200 kg y de 1 metro y medio de largo, fue trasladada y reubicada a Herring Cove, en Provincetown para ser posteriormente liberada.
La bióloga Kira Krasper, del programa de Rescate e Investigación de Mamíferos Marinos del IFAW, explicó que para trasladar a una tortuga de estas dimensiones, es necesario un carro de transporte de alta resistencia, camillas y esteras, que también se utilizan para trasladar delfines y ballenas pequeñas.
Afortunadamente, el esfuerzo conjunto de las tres agencias lograron que la tortuga recibiera la mejor atención y pudiera ser liberada sin ningún problema.
Antes de su liberación, la tortuga recibió inyecciones de vitaminas y un antiinflamatorio no esteroide, así como la colocación de un microchip para identificarla posteriormente. Así podrán darle seguimiento vía satélite, esperando que pueda sobrevivir dentro de su hábitat natural.
«Cuando se trabaja con tortugas marinas varadas en Nueva Inglaterra, es una rareza tener una tortuga en tan buen estado. Sospechamos que esta tortuga laúd se desorientó en las marismas de Wellfleet y nos sentimos optimistas de que sobrevivirá, gracias a los esfuerzos colectivos de rescate de este fantástico grupo de colegas», dijo la Dra. Kara Dodge, científica investigadora del Acuario.
Finalmente, la enorme tortuga fue despedida con aplausos y sonrisas de todas las personas, que pudieron presenciar el feliz momento en el que fue liberada de nuevo a su hábitat natural: el enorme y magnífico océano.
¡Buen camino de vuelta a casa!
Video: Cortesía del Acuario de Nueva Inglaterra
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