Tattoo es un caballo appaloosa o apalusa, pero no se parece al estereotipo de «caballo pintado» de su raza. Tiene un patrón de pelaje original que se destaca, parecido a las manchas de un leopardo.
En una entrevista con I Love Horses, la dueña de Tattoo, Branigan, recuerda cuando lo conoció por primera vez.
Dice que estaba en segundo año en la universidad, haciendo una pasantía en un criadero. En el lugar, tuvo la oportunidad de atender a las yeguas que estaban a punto de dar a luz.
«Tattoo llegó a este mundo el 18 de mayo, y su madre lo parió temprano en la mañana», recuerda. «Conocí al bebé Tattoo cuando tenía solo una hora de edad, empapado y aprendiendo a pararse».
El potrillo de patas bamboleantes era único, y la joven interna se enamoró al instante.
Su nombre, «Tattoo», significa «un golpeteo rítmico o tamborileo». Branigan dice que su madre eligió el nombre porque «la vista de él literalmente me pone el corazón en los tambores, desde que lo conocí».
Como parte de su pasantía, Branigan tuvo la oportunidad de ayudar a Tattoo a aclimatarse a la gente. El mismo día que nació, sus padres fueron a visitarlo al granero, y dice que todos sabían que ella estaba enamorada del potro.
«Estaba en el establo, sosteniendo a Tattoo en mi regazo, llorando», dice Branigan. «Quedé locamente enamorada a primera vista. Ambos dijeron: ‘Oh, no…’, todos sabíamos que criar y entrenar a mi propio caballo era mi sueño, pero este potro no era mío, pero en el fondo de mi corazón sabía que yo quería que lo fuera».
Al poco tiempo, los dos se habían vuelto inseparables.
«Me dejaba abrazarlo mientras dormía y hasta me dejaba sostenerlo a las tres semanas de edad. Su madre confiaba mucho en mí y también el bebé Tattoo», cuenta Branigan.
Sin embargo, parecía que no estaba destinado a permanecer en el lugar. Seis meses después, Branigan recibió una noticia devastadora.
Sus entrenadores le dijeron que Tattoo había sido vendido, y que debía prepararse, y a él, para decir adiós. Añadió que fueron «los dos meses más duros de mi vida».
Aún así, Branigan sabía que tenía que despedirse, así que se preparó para el día de la despedida.
Nunca se imaginó que iba a recibir la sorpresa de su vida tres meses después, en la mañana de Navidad.
«Me senté con mi familia alrededor del árbol y me dieron la última caja», dice Branigan. «Era de ‘todos ellos’ y cuando la abrí era una foto de Tattoo, un pequeño caballo modelo con manchas. Lloré mucho, sabia que me había despedido y que lo recordaría».
Pero sus padres le dijeron que leyera la parte inferior del papel, donde estaban escritas las palabras «transferencia de propiedad» en negrita.
Resultó que sus padres habían comprado Tattoo seis meses antes.
«No tenía ni idea», dice Branigan. «¡Lloré por semanas!».
Fue un sueño hecho realidad para la joven entrenadora de caballos, quien dice que ella y Tattoo vivieron muchas cosas juntos en concursos y exhibiciones de caballos.
Ahora, Tattoo disfruta metiéndose en cosas, jugando a la persecución con Branigan y conociendo caballos y burros en miniatura.
Branigan dice que el caballo «frío, tonto y travieso» es «uno de los caballos más geniales» de montar.
Ahora, el llamativo caballo incluso tiene seguidores en las redes sociales, con más de 19,000 seguidores en Instagram.
Por las descripciones de Branigan y sus innumerables fotos y videos de Tattoo, es evidente que la pareja se amará por el resto de sus días juntos.
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