Un programa de acogida felina para un cachorro de guepardo en el Zoológico de Cincinnati ha demostrado, una vez más, el amor completamente ciego e incondicional de las madres en el reino animal, capaces de convertir la carencia en una adopción cálida y afectuosa.
No fue la tragedia lo que llevó a este cachorro macho a la adorable proximidad de sus dos nuevos hermanos peludos en junio, ni las penurias lo que le llevó a separarse de su madre en el acogedor abrazo del cálido heno bajo el vientre de su mimosa nueva progenitora. Fue simple pragmatismo biológico. Y necesidad.
Michelle Curley, del Zoológico y Jardín Botánico de Cincinnati, nos explicó la situación familiar anterior del cachorro y por qué le resultó imposible a su madre guepardo biológica cuidar de él, por qué el cachorro no habría sobrevivido.
«El otro cachorro de su camada no sobrevivió, y los cachorros más grandes no estimulan lo suficiente a las madres para que produzcan leche», explicó a The Epoch Times. «No habría sobrevivido sin ser criado a mano por humanos o en acogida cruzada con una madre guepardo».
Etosha, la candidata a guepardo adoptivo, dio a luz a dos cachorros a principios del mes pasado. Uno de los centros de cría del zoo de Cincinnati trabaja en colaboración con otros similares en todo el país por si surgen estas situaciones, según indica el sitio web del zoo; mantener los nacimientos cerca de la misma época garantiza que los cachorros tengan aproximadamente la misma edad, por si fuera necesario un intercambio.
La introducción del nuevo cachorro en Etosha y su camada se produjo sin problemas, según Curley, gracias a las medidas tomadas por el personal del zoo. Después de traerlo de Oregón al zoo de Cincinnati, los cuidadores se aseguraron de llevarlo primero a la cama de paja de Etosha mientras la familia estaba fuera, para frotarlo con la orina y la ropa de cama de los otros cachorros. Estos olores le ayudaron a integrarse enseguida.
(Cortesía del Zoo y Jardín Botánico de Cincinnati)
¿Y el resultado? «¡Todo fue como de costumbre!» dice Curley. «Los cachorros aceptaron al nuevo como uno de ellos, y la madre ha estado amamantando y cuidando a los tres pequeños». Mientras Etosha sigue cuidando y nutriendo al trío de cachorros mixtos, la Sra. Curley dice que actualmente están creciendo y ganando peso.
El zoo colgó en Internet un vídeo que muestra la historia de esta sorprendente unión, poniendo en plena exhibición el amor maternal incondicional de Etosha para el mundo.
«Hemos introducido con éxito cachorros en nuestras instalaciones anteriormente, incluido el cachorro genéticamente más valioso de la población norteamericana, y todo va bien con esta introducción», declaró Tom Tenhundfeld, cuidador jefe del centro de cría del zoo, en la página web del zoo. «¡Menos mal que los guepardos no saben contar!».
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