Katherine Niven, entusiasta de la época victoriana, nos cuenta cómo hizo crecer su cabello largo y lustroso. Esta canadiense de 28 años, madre de cuatro hijos y natural de Ontario, dice que debe sus hermosos rizos a los cuidados históricos del cabello.
Tras toda una vida tratando su cabello a la manera moderna, hace seis años Niven decidió cambiar radicalmente su rutina.
Lo primero que hizo fue cortarse el cabello «muy corto». Harta de las puntas abiertas y las roturas, empezar de cero le pareció lo mejor. A continuación, Niven dejó de utilizar productos capilares comerciales y pasó a lavarse el pelo con arcilla de rhassoul. También dejó de desenredarse el pelo en mojado y empezó a usar un cepillo de cerdas de jabalí.
Ahora, varios años después, el pelo de Niven ha crecido desde la barbilla hasta las caderas. Más fuerte y brillante que nunca, su pelo es ahora su máximo esplendor; pero Niven dice que antes hubo un largo periodo de transición.
«Durante un tiempo, mi pelo tenía peor aspecto que antes», explica a The Epoch Times. «Eso se debía en parte a que aún no sabía cómo cuidar mi pelo sin usar todo ese acondicionador y productos de peinado tan caros».
Cuidados ancestrales del cabello
Inspirándose en la forma en que las mujeres victorianas trataban su cabello, la ávida creadora de contenidos —que dirige populares canales de YouTube e Instagram centrados principalmente en las técnicas de costura victorianas— encontró la sabiduría en un enfoque más suave del cuidado del cabello. Al observar que, históricamente, las mujeres solían tener el pelo mucho más largo que las personas de hoy en día, Niven pensó que algo debían estar haciendo bien.
Dice Niven: «Como no tenían acceso al agua corriente moderna y no se bañaban muy a menudo, no confiaban en lavarse el pelo todos los días».
«Así que en lugar de eso, aprendieron a cuidar su cabello cuando estaba seco usando métodos de más baja tecnología, como usar un cepillo de cerdas todas las noches para cepillarse el cabello, lo cual hace un muy buen trabajo al limpiar cualquier polvo o residuo del cabello, así como al distribuir los aceites».
Como las damas victorianas tampoco tenían secador, la madre y ama de casa moderna dejó de usar calor en el pelo, salvo en alguna que otra ocasión en la que se le hace tarde.
«Considero mi pelo un ser vivo, como una planta», explica. Y del mismo modo que no quiero aplicar calor a mis plantas de interior, no quiero aplicar calor a mis mechones de pelo porque los reseca y los hace más quebradizos».
«Soy consciente de que a mucha gente le encantan las herramientas térmicas por los peinados que pueden conseguir, pero a mí no me merece la pena. De hecho, creo que hay muchas formas de peinar bien el pelo sin usar calor».
En su lugar, Niven se envuelve el pelo lavado en una camiseta vieja de algodón, como un turbante, y lo deja como mucho una hora antes de quitársela y dejar que se seque al aire. Tampoco se desenreda el pelo cuando está mojado, porque pierde mucha fuerza y es más probable que se rompa.
Sea consciente de sus elecciones
Niven nació con un pelo muy grueso y rizado por naturaleza, y recuerda las horas que pasaba desenredándoselo cuando era niña y lloraba de dolor. Y como era la única niña de su clase con el pelo tan rizado, dice Niven, a menudo se burlaban de ella en el colegio.
Cuando llegó a la adolescencia, todo lo que Niven quería era encajar con sus compañeros, lo que significaba recurrir a toda una serie de lociones y pociones que prometían domar el encrespamiento.
«Confiaba en gastar mucho dinero comprando todos estos productos, utilizándolos como una forma de enmascarar mi pelo natural y forzarlo a que tuviera el aspecto que yo quería», explica. «Incluso cuando iba a un campamento de verano, que era muy rústico y nos quedábamos en el lago, tenía que llevarme todos los productos. Si no tenía todos mis productos para mi pelo, me sentía muy insegura».
Además de perder confianza, Niven se sentía cada vez más frustrada porque, a pesar de querer tener el pelo largo y no cortárselo, su cabello solo alcanzaba cierta longitud. No fue hasta que tuvo a su primer hijo cuando empezó a ser más consciente de los productos químicos y a replantearse los productos que quería utilizar a diario.
«En ese momento, dejé de utilizar todos esos productos y me lancé a descubrir cómo cuidar mi pelo de forma natural», explica. «Dependía mucho de esos productos, pero la mayoría de los productos comercializados no mejoran la salud del cabello en sí, sino que solo crean una máscara de salud, porque recubren el pelo con todo tipo de cosas y quizá le dan un poco de brillo».
Niven también se dio cuenta de que la forma en que trataba su cabello le estaba causando debilidad e impidiendo un crecimiento real.
«Había una falta general de amor en la forma en que trataba mi pelo», dijo. «No me gustaba mi pelo, y creo que eso se traducía en ser demasiado brusca con él y no cuidarlo».
Ahora, Niven utiliza básicamente arcilla de rhassoul, rica en minerales, que no solo limpia y acondiciona el cabello sin eliminar la grasa, sino que también ayuda a definir los rizos. Y además de utilizar aceites en su rutina de cuidado capilar, también se aclara el pelo con vinagre de sidra de manzana para conseguir un brillo saludable.
Los resultados hablan por sí solos.
«Para mí ha supuesto una gran diferencia que mi pelo esté realmente sano por sí solo», afirma. «Están más fuertes, son más resistentes, y son menos quebradizos y menos propensos a romperse. Tengo muchas menos puntas abiertas. Y todo eso sin tener que usar un montón de productos capilares comerciales en mi cabeza».
Consejos para un cabello fuerte y brillante
Niven aconseja no hacer cambios drásticos y repentinos en el cuidado del cabello ni en la dieta, sino tomar el camino intermedio.
«Intento no hacer algo simplemente porque es lo que hace todo el mundo», dice. «Prefiero ser más consciente de las decisiones que tomo y pensarlas detenidamente y asegurarme de que es algo que va a ser saludable para mí».
Empezando por los fundamentos del lavado del cabello a la antigua usanza, dice, utilizar arcilla rhassoul puede requerir un poco de ensayo y error. La mezcla no debe ser demasiado espesa con textura de barro, sino «bastante acuosa». «Un cuarto de taza de polvo de arcilla por dos tazas de líquido es más o menos lo correcto, y es fácil de aclarar», dice. «Para todo tipo de cabellos, recomiendo dejar la arcilla uno o dos minutos para que tenga tiempo de limpiar completamente el pelo antes de aclararlo».
Aplicar aceite al cabello debe ser una parte importante de la rutina de cuidado capilar. Los aceites deben aplicarse tanto en la longitud del cabello como en el cuero cabelludo. «Los aceites son más individuales. A las personas con el pelo fino o liso les va mejor un aceite ligero, mientras que las que tienen el pelo rizado, como yo, pueden utilizar aceites más pesados, como el de coco, ricino u oliva», explica.
«Cuidado con los productos etiquetados como ‘naturales’, porque muchos simplemente mezclan un par de ingredientes naturales, como aceites esenciales o extractos de hierbas, en una base sintética, prácticamente lo mismo que se utiliza en un producto estándar. He aprendido a amar la lectura de las etiquetas de ingredientes en la farmacia».
Comer bien y alimentos nutritivos es igualmente importante. Niven dice que, con los años, ha aprendido el valor de «comer de forma muy tradicional».
«Intento comer muchos alimentos muy densos en nutrientes, alimentos orgánicos. Como muchos huevos, mantequilla, caldo de huesos, me gusta todo eso», dice. «Las culturas tradicionales de todo el mundo que vivían cerca de la naturaleza comían muchos alimentos ricos en nutrientes y tenían buen pelo, buena dentadura y, en general, gozaban de muy buena salud. Así que, por lo general, intento comer alimentos orgánicos, mucha fruta y verdura, e intento evitar los alimentos procesados y los azúcares.
«Tal vez alguien lea este artículo y quiera tener el pelo largo. Quizá miren su dieta y vean muchas cosas malas que están comiendo, pero es importante no eliminar de golpe todas esas cosas a la vez, porque eso podría tener el efecto contrario en el cabello».
Niven dice que aprendió la lección «por las malas». Para evitar que tu cuerpo entre en estado de pánico, siempre es «mejor hacer las cosas de forma gradual».
«Obviamente está relacionado con tu salud interna», dice. «Pero hay un montón de enfoques simples que usted puede hacer como solo tratamientos tópicos que pueden ayudar mientras usted está tratando con las causas internas de la caída del cabello».
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