Una pareja inglesa que vive con 11 perros lobo irlandeses en una casa de tres habitaciones ha revelado que gasta por año más de 15,000 libras (unos 20,000 dólares) solo en la comida para sus perros.
Claire Moorhouse, de 48 años, y su marido, Jason Mather, de 51, de Holmfirth, West Yorkshire, tienen mascotas de entre uno y ocho años de edad.
En 2011, la pareja tuvo su primer perro lobero, Cilla, e inmediatamente se enamoraron de la raza.
Dos años después, decidieron empezar a criar a los animales y dieron la bienvenida a su primera camada en 2013.
La decisión de criar a los animales surgió de su amor mutuo por los perros lobo y también porque tenían el deseo de exhibir perros que ellos mismos habían «criado».
«Sentimos una conexión con esta raza», dijo la Sra. Moorehouse. «Se adaptan perfectamente a nuestro estilo de vida, activos cuando es necesario y tranquilos cuando están en nuestra casa».
Con el tiempo, la pareja aprendió más sobre los perros lobo y descubrió que son criaturas profundamente leales, pero es esencial ganarse su respeto.
«Son seres independientes, y nos encanta vivir con ellos y compartir nuestra vida con ellos», aseguró el Sr. Mather.
A medida que la manada comenzó a crecer, también lo hizo su casa.
Hace cinco años vendieron su casa para comprar otra más grande, con el fin de poder dar más espacio a los perros.
«Todo se hace más grande. La casa crece. La factura de la comida aumenta. Tu coche se hace más grande», dijo el Sr. Mather, ingeniero de mantenimiento.
Aunque la pareja no reveló el precio de la casa, la Sra. Moorehouse dijo que su nueva vivienda, que incluye 3 acres de terreno para pasear a los perros, duplicaba el precio de su anterior hogar.
«Necesitábamos una propiedad más grande para que los perros tuvieran espacio», dijo la Sra. Moorhouse.
Además, la pareja gasta una media de 300 libras (unos 370 dólares) a la semana en comida para los perros, con lo que el total anual asciende a 15,600 libras (unos 19.305 dólares).
Wilson, el lobero más grande de la pareja, pesa 85.1 kg (187,6 libras) más que un hombre adulto.
Para su mantenimiento, que incluye limpieza, mantas, golosinas y juguetes, la pareja gasta unas 15,000 libras (unos 18,560 dólares).
Además de la enorme inversión económica, la pareja también invierte todo su tiempo personal en su manada.
«Es mucho trabajo, pero es un estilo de vida. No es solo tener un perro», dijo la Sra. Moorhouse. «Hay angustia. Es difícil soportar perderlos. No puedes salir en Nochevieja. No puedes tomar vacaciones».
La pareja dijo que también tienen que planificar con antelación cada vez que salen de casa.
A pesar de ello, no se arrepienten y ambos siguen profundamente enamorados de su estilo de vida.
«Cuando era niño, mi padre trabajaba en una casa de campo que tenía estos perros lobo, y yo solo me enamoré», dijo el Sr. Mather. «Parecían criaturas mágicas, gigantes, amistosas y esponjosas».
La manada no solo añade más positividad a sus vidas, sino que también garantiza que no haya posibilidad de que les roben.
«Ahora también formamos parte de una comunidad», dijo la Sra. Moorehouse. «Hemos hecho tantos amigos que nunca nos sentamos, pero nunca nos oirás decir que nos aburrimos».
Mira a la gran familia de loberos en video:
(Crédito del vídeo: Newsflare)
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