Muertes inexplicables: 23 militares cubanos mueren durante meses de protestas contra el gobierno

Por Autumn Spredemann
09 de julio de 2022 12:00 PM Actualizado: 09 de julio de 2022 12:00 PM

El misterio rodea la muerte de 23 militares de alto rango del partido comunista cubano que han fallecido desde julio de 2021.

Al mismo tiempo, continúan los juicios en la políticamente asediada isla a los manifestantes que participaron en las históricas manifestaciones antigubernamentales del año pasado.

Y los expertos creen que hay una conexión entre los eventos.

Uno de los hombres más poderosos de la nación se encuentra entre las casi dos docenas de muertos: El general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. Murió de un ataque al corazón la semana pasada, el 1 de julio.

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Tropas cubanas participan en un desfile militar en honor al recientemente fallecido líder cubano Fidel Castro en la Plaza de la Revolución en La Habana, el 2 de enero de 2017. (Yamil Lage/AFP vía Getty Images)

No todos los analistas piensan que se trata de una coincidencia, sino más bien de un síntoma de que el régimen está «limpiando la casa» en un intento de restaurar el orden.

«La ‘muerte súbita’ del general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja plantea interrogantes sobre la estabilidad y durabilidad de la tiranía comunista en Cuba», dijo el doctor Orlando Gutiérrez-Boronat a The Epoch Times.

Boronat es analista y coordinador de la coalición prodemocrática Asamblea de la Resistencia Cubana.

Señala que hay un par de razones por las que, de todas las 23 muertes de oficiales militares desde el pasado mes de julio, la de Calleja es un buen barómetro de la situación del régimen cubano.

En primer lugar, la naturaleza repentina de todo ello: un infarto mortal. En segundo lugar, Calleja era un símbolo de poder y continuidad dentro del régimen.

El gobierno de Estados Unidos sabe desde hace tiempo que La Habana dispone de armas biológicas que pueden inducir complicaciones en la salud. El alcance y las posibles aplicaciones se discutieron ampliamente durante una audiencia en el Senado en 2002.

En una audiencia del comité de relaciones exteriores ese mismo año, el exsecretario de Estado adjunto para inteligencia e investigación, Carl Ford, declaró que creía que Cuba tenía al menos un esfuerzo limitado de investigación y desarrollo de guerra biológica ofensiva.

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Tropas cubanas participan en un desfile militar en honor al recientemente fallecido líder cubano Fidel Castro en la Plaza de la Revolución en La Habana, el 2 de enero de 2017. / AFP / YAMIL LAGE(Yamil Lage/AFP vía Getty Images)

Calleja funcionó como mano derecha y asesor del actual presidente Miguel Mario Díaz-Canel.

En un momento dado, el general estuvo casado con la hija de Raúl Castro y fue también presidente ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) dirigido por las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Boronat afirma que Calleja era el verdadero poder dentro del régimen comunista, diciendo que dirigía el «Estado dentro del Estado».

«Su muerte puede ser más significativa de lo que será la de Raúl Castro».

Aún se desconoce si el fallecimiento de Calleja fue por causas naturales o por algo más siniestro. Sin embargo, a raíz de las protestas antigubernamentales del año pasado, ha surgido un patrón.

El 11 de julio de 2021, las mayores manifestaciones anticomunistas en décadas se encendieron y se extendieron como un incendio por todo el país.

Díaz-Canel condenó a los manifestantes como «mercenarios» y desplegó una respuesta armada para reprimir a los disidentes.

La policía y los soldados se apresuraron a frenar la marea de una nueva revolución. Se esforzaron por identificar a los organizadores y a los líderes de los grupos, que fueron rápidamente detenidos y siguen enfrentándose a juicios, torturas y largas condenas de prisión hasta el día de hoy.

Sin embargo, solo siete días después de que las fuerzas armadas cubanas lucharan por sofocar las llamas de la rebelión, el comandante Agustín Peña Porrez, de 58 años, murió el 18 de julio de 2021. Luego le siguieron otros cinco militares de alto rango menos de 10 días después.

Incluso dos generales murieron el mismo día, entre ellos el general de brigada de reserva Manuel Eduardo Lastres Pacheco, y el general de brigada Armando Choy Rodríguez.

Ambos murieron el 26 de julio.

De los seis primeros, todos fueron incinerados inmediatamente después de su fallecimiento, sin que se realizara la autopsia ni se hablara de los preparativos del funeral. El gobierno cubano también ocultó cualquier detalle sobre las causas de la muerte.

Esto se repitió un par de meses después, cuando otros dos generales militares comunistas murieron el mismo día, el 30 de septiembre.

El régimen se negó a dar explicaciones o a proporcionar más detalles al público.

En conjunto, desde las protestas del 11 de julio, cuatro oficiales murieron en agosto del año pasado, seis en septiembre, dos en octubre y uno en diciembre. El mayor número de muertes de oficiales militares —16— se produjo en los 60 días posteriores a las históricas manifestaciones de julio.

«Creo que las críticas a la respuesta del régimen a las protestas del 11 de julio pueden haber desencadenado una purga interna», dijo Boronat.

En 2022, otros cuatro generales cubanos fallecieron, incluyendo un general militar por mes en febrero, marzo, junio y julio.

Aunque cuando se trató de la muerte de Calleja, el núcleo del liderazgo comunista rompió su silencio.

«Nos ha dejado un revolucionario, un hombre que sirvió a la Patria y a la Revolución en todas sus trincheras», publicó Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.

Algunos expertos atribuyen la repentina partida a los efectos devastadores que el COVID-19 ha tenido en el país.

Hasta la fecha, se han registrado más de un millón de casos del virus en la pequeña nación insular, junto con 8529 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud.


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