Músico recupera salud y esperanza, solo para ser torturado hasta la muerte por su fe

Por Joan Delaney - La Gran Época
31 de julio de 2019 4:18 PM Actualizado: 31 de julio de 2019 4:18 PM

Cuando Li Jingsheng tenía 5 años, se le diagnosticó una cardiopatía congénita complicada por una afección que hacía que la sangre de las venas y las arterias se mezclaran. Incluso realizar un pequeño esfuerzo le causaba dificultad para respirar y sus labios y cara se volvían negros.

En su infancia, nunca pudo jugar con los otros niños ni realizar actividades físicas normales. Sus médicos dijeron que operarlo era demasiado peligroso y que las personas con este tipo de problema generalmente mueren en la adolescencia.

Li era inteligente y un músico talentoso, pero no podía ir a la universidad debido a su mala salud. Sin embargo, aprendió a tocar la guitarra mediante sus propios esfuerzos y pasó a enseñar el instrumento en tres universidades diferentes en Beijing. También publicó dos manuales de instrucciones de cómo tocar la guitarra.

En febrero de 1997, cuando tenía 32 años, Li se casó con Wan Yu. En noviembre de ese mismo año, después de mudarse a Shenzhen, una importante ciudad del sur de China, su salud se deterioró hasta el punto de que tosía abundante sangre y tuvo que ser hospitalizado varias veces. Los médicos especialistas le dijeron que el funcionamiento de su corazón y pulmones era muy débil, y que no había otra solución que quedarse en casa y descansar.

Eso significaba que todo lo que podía hacer era esperar a morir.

(Izq) Li Jingsheng en una foto sin fecha. (Der) Manuales de instrucciones de guitarra escritos por Li Jingsheng. (Minghui.org)

Una nueva vida

Fue en esa época cuando Li conoció a Falun Dafa, una antigua práctica espiritual también llamada Falun Gong que se hizo pública en 1992 y se difundió rápidamente por toda China y, más tarde, por todo el mundo.

Li empezó con la práctica, realizando los ejercicios de meditación y aprendiendo las enseñanzas basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y en poco tiempo su salud comenzó a mejorar. Tenía más energía y ya no necesitó tomar medicamentos para controlar los latidos de su corazón. Más tarde, su esposa Wan también empezó a practicarla.

Con su nueva vida, Li consiguió un trabajo cantando y tocando la guitarra en el restaurante de un hotel de 4 estrellas. Wan cantaba con él. Al practicar Falun Dafa, se hizo cada vez más fuerte y saludable.

“Es muy agotador tocar la guitarra y cantar continuamente. Es increíble que una persona que fue sentenciada a muerte por los médicos pueda hacer esto. Esta es la manifestación del poder de Falun Dafa”, escribió Wan en un artículo publicado en Minghui.org sobre su vida con Li.

“Además, Jingsheng pasó de ser una persona egoísta a una persona desinteresada que siempre consideraba primero a los demás. Debido a sus problemas de salud tenía muy mal genio, pero después de aprender Falun Dafa, pudo controlar su temperamento y siempre miraba hacia adentro cuando se topaba con conflictos”.

Wan dijo que actuaron en el hotel durante un año, y tiene agradables recuerdos de esos días.

“Ese año fue el más feliz de mi vida. Íbamos a un parque cercano a las 5:30 todas las mañanas para hacer los ejercicios, luego al estudio grupal de [las enseñanzas del] Fa, y luego al hotel para cantar por la noche. (…) Éramos felices y nuestras vidas estaban llenas de significado”, escribió.

Pero tiempos oscuros acechaban en el horizonte.

Li Jingsheng y su esposa Wan Yu cuando actuaban juntos a finales de la década de 1990. (Minghui.org)

Encarcelamiento y tortura

En julio de 1999, el régimen chino lanzó una brutal campaña de persecución contra Falun Dafa. Los practicantes de todo el país fueron arrestados por miles y arrojados en centros de detención, prisiones, campos de trabajo y centros de lavado de cerebro, donde fueron maltratados y torturados en un intento por forzarlos a dejar de practicar. El objetivo del régimen era erradicar a Falun Dafa, y la campaña que inició con ese fin continúa sin cesar en la actualidad.

Después de ir a la Plaza de Tiananmen en Beijing para apelar por su derecho a practicar en junio de 2001, Li se convirtió en una víctima de la persecución. Fue violentamente pateado en las costillas por un policía, arrestado y encarcelado en el campo de trabajo forzado de Tuanhe durante 18 meses.

En el campo de trabajo, se le privó de sueño y comida. Fue golpeado por varios policías, lo que le provocó lesiones permanentes en su brazo. Estuvo atado a una gran tabla de madera durante largos períodos, incapaz de moverse.

En intensivas sesiones de lavado de cerebro, fue forzado a sentarse en un banquito por más de 10 horas –una táctica común usada contra los prisioneros de conciencia de Falun Dafa para intentar “transformarlos”, forzándolos a escribir las llamadas “tres declaraciones” renunciando a sus creencias.

En numerosas ocasiones, Li realizó una huelga de hambre para protestar por los abusos, lo que dio lugar a que las autoridades extendieran su sentencia por 10 meses. Los practicantes de Falun Dafa que se declaran en huelga de hambre son alimentados a la fuerza, lo cual es otra forma de tortura. Algunos  murieron como consecuencia de la alimentación forzada, según Minghui.

La tortura constante dañó la vista y el oído de Li, y además sufrió daños cerebrales. Como resultado, sus reacciones se hicieron muy lentas.

Mientras tanto, a Wan no se le permitió visitarlo en el campo de trabajo hasta principios de 2003.

“Me dijeron que podía ir a visitarlo porque ya había sido ‘transformado’”, dijo ella.

“Cuando lo vi, estaba muy débil. Incluso caminar era duro para él porque acababa de terminar una huelga de hambre. Se dice que llevó a cabo más de 50 huelgas de hambre, la mayor cantidad realizada en el campo de trabajo de Tuanhe. Debido a que estábamos siendo observados, no podíamos expresar nuestros verdaderos pensamientos, pero podía ver que estaba sufriendo un gran dolor”.

Representación de la alimentación forzada de un practicante de Falun Dafa encarcelado. (Minghui.org)

Dolor físico y angustia mental

Cuando Li fue finalmente liberado en octubre de 2003, su cuerpo estaba hinchado, y no solo estaba extremadamente débil sino también deprimido.

“Cuando llegó a casa, estaba tan débil que tenía que acostarse en la cama todo el tiempo”, dijo Wan.

“También estaba muy deprimido porque había cedido a la presión de renunciar a sus creencias. Bajo la tortura en el campo de trabajo, escribió las tres declaraciones. Estaba abrumado por el arrepentimiento y la culpa. Sabía que Falun Dafa le había dado la vida, pero se entregó a la maldad bajo tortura e hizo cosas que traicionaron su conciencia. Estaba sufriendo un dolor físico severo y angustia mental”.

Cuando se sintió un poco más fuerte, Li escribió una “declaración solemne” y la publicó en Minghui para invalidar las declaraciones de renuncia que había sido obligado a escribir en el campo de trabajo. Muchos practicantes de Falun Dafa que fueron forzados a renunciar a la práctica en contra de su voluntad mientras estaban encarcelados escribieron tales declaraciones después de ser liberados.

Sin embargo, la hinchazón en el cuerpo de Li siguió empeorando, y aunque Wan buscó ayuda médica, siguió debilitándose.

“Después de sufrir un largo encarcelamiento, la tortura brutal, el confinamiento prolongado en una celda pequeña y la interrupción de todo contacto con los demás, tanto su cuerpo como su mente resultaron gravemente lesionados. Después de su liberación, la enorme presión mental y el dolor causado por el terror del malvado Partido Comunista Chino lo hizo incapaz de recuperarse completamente”, dijo.

Li falleció mientras dormía el 13 de diciembre de 2004.

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Después de 20 años, muchos aún no saben que millones de personas inocentes son perseguidas por un régimen malvado

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