El presidente Joe Biden envió y recibió miles de correos electrónicos a través de cuentas seudónimas durante sus ocho años como vicepresidente bajo la presidencia de Barack Obama.
Según una presentación federal del 30 de octubre ante la Corte de Atlanta, la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA, por sus siglas en inglés) identificó 82,000 páginas de intercambios de correos electrónicos privados a través de las tres cuentas seudónimas del presidente Biden, Robin Ware, Robert L. Peters y JRB Ware.
«NARA completó una búsqueda de documentos potencialmente sensibles y actualmente está procesando esos documentos con el propósito de producir partes no exentas de cualquier registro sensible sobre una base mensual continua», dice la presentación.
La Southeastern Legal Foundation, una organización pro-libertad sin ánimo de lucro, ha estado presionando a NARA para obtener información sobre los correos electrónicos del presidente Biden desde 2021, cuando inicialmente presentó una solicitud en virtud de la Ley de Libertad de Información (FOIA). Una segunda solicitud fue enviada en junio de 2022.
Según el grupo de defensa legal, el presidente Biden utilizó las cuentas de correo electrónico para «enviar información gubernamental y discutir asuntos gubernamentales con su hijo, Hunter Biden, y otros».
Por el momento, NARA no ha recibido ninguna indicación de que alguno de los correos electrónicos del presidente Biden contenga información clasificada u otros secretos gubernamentales que puedan ser de naturaleza sensible.
Mientras tanto, los congresistas republicanos están investigando las afirmaciones de que el presidente Biden estuvo involucrado en los negocios de su hijo, en medio de acusaciones de que los Biden aceptaron sobornos de Burisma Holdings, una compañía energética ucraniana.
El presidente Biden ha afirmado que nunca habló de negocios con su hijo, quien realizó varios negocios en el extranjero entre 2009 y 2017, mientras su padre era vicepresidente. Los registros judiciales han revelado que algunos de esos acuerdos fueron con ciudadanos chinos y ucranianos.
Proceso para publicar correos electrónicos
Según el expediente judicial, la Southeastern Legal Foundation y NARA están discutiendo formas de reducir la solicitud para acelerar la divulgación de los correos electrónicos. Se espera un informe conjunto de la situación, de parte de NARA y la Southeastern Legal Foundation, antes del 8 de diciembre.
«Una vez que se aclare el alcance de la solicitud a través de discusiones adicionales entre las partes, y NARA haya llevado a cabo una búsqueda de todos los documentos que potencialmente respondan a una solicitud limitada, las partes discutirán e intentarán llegar a un acuerdo sobre la tasa de procesamiento de todos los documentos potencialmente que correspondan para luego presentar partes no exentas de cualquier documento correspondiente al demandante», dice el expediente judicial.
Anteriormente, en respuesta a la solicitud FOIA de la Southeastern Legal Foundation, NARA reveló que encontró alrededor de 5400 mensajes de correo electrónico, 25 archivos electrónicos y 200 páginas de registros relacionados con el presidente Biden.
La ley desaconseja el uso de correo electrónico privado por parte de funcionarios gubernamentales para asuntos oficiales. Independientemente, los funcionarios aún deben conservar todos los correos electrónicos relacionados con el gobierno realizados en sus cuentas personales según la Ley de Registros Federales.
The Epoch Times se puso en contacto con la Casa Blanca para solicitar comentarios.
Escándalo de correos electrónicos de Biden podría potencialmente eclipsar al de Clinton
La NARA reveló que encontró 82,000 páginas de correos electrónicos, pero aún no ha explicado cuántos correos electrónicos individuales contienen esas páginas. La exsecretaria de Estado Hilary Clinton se encontró en medio de un escándalo similar que involucró correos electrónicos privados en 2015, mientras estaba en campaña para las elecciones presidenciales de 2016.
A partir de 2014, el Departamento de Estado pidió a Clinton y a otros exsecretarios de Estado que entregaran todos los correos electrónicos relacionados con el trabajo que tuvieran. A medida que se desarrollaron los acontecimientos, la Sra. Clinton reveló que había estado usando una cuenta mantenida en un servidor privado ubicado en su residencia de Nueva York, lo que generó preocupaciones de seguridad.
Clinton finalmente produjo 55,000 páginas impresas de sus intercambios, lo que representaban 30,000 correos electrónicos. Las investigaciones revelarían posteriormente que unos 100 correos electrónicos contenían información clasificada. Otros 65 correos electrónicos tenían información considerada «secreta», mientras que 22 eran «altamente secreta».
Con la contribución de Katabella Roberts
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