Fiscales del condado de Milwaukee, Wiskonsin, presentaron cargos contra una mujer y nueve hombres en relación a los saqueos después de la muerte de George Floyd el mes pasado.
Según los fiscales, Terry Gilbert, de 26 años; Lamont Nelson, de 48 años; Samuel Daniels, de 18 años; Desmond Givens, de 18 años; Marcus Coleman, de 31 años; Isaiah Allen, de 26 años; Octavian Miller, de 26 años; Jerry Burks, de 25 años; Marissa Jones, de 19 años, y Amondre Brooks, de 18 años, fueron acusados por delitos relacionados con los saqueos, informó Fox32.
Los incidentes ocurrieron entre el 27 de mayo y el 1º de junio, en medio de las protestas por la muerte de Floyd.
«Estaba todo lleno», dijo el operador Sam Ramahi, propietario de Trend Benderz. «Se llevaron todo. Todos mis estantes están vacíos».
«Hasta ahora, estamos estimando los daños en el inventario entre 600,000 y 700,000 dólares», añadió.
Los fiscales dijeron a Fox32 que Gilbert y Nelson estaban entre los que invadieron Trend Benderz, y que Gilbert le dijo a la policía que «iba a llevarse algo de la tienda» después de ver que alguien entró en ella.
Los medios de comunicación locales publicaron un video del saqueo en Trend Benderz, que muestra a docenas de personas entrando en el negocio a través de una puerta de cristal rota.
«Solo estaba rezando a Dios para que(…) algo detenga esta locura» y el saqueo, dijo Ramahi a TMJ4 añadiendo que no sabe si su negocio sobrevivirá después de esto.
«Tienen el derecho de estar frustrados (…) pero no tienen el derecho de entrar en las pequeñas empresas que son de propietarios locales, y destruirlas y robarlas» para expresar su ira, añadió.
En Washington, los legisladores también escucharon el testimonio de los líderes de derechos civiles y de las fuerzas del orden mientras el Congreso consideraba hacer cambios en las prácticas policiales y la rendición de cuentas tras la muerte de Floyd bajo custodia policial en Minnesota, y las protestas masivas que le siguieron.
Los republicanos critican a los activistas que quieren «desfinanciar a la policía», un término general para referirse a la transferencia de los recursos de las fuerzas del orden, aunque el proyecto de ley demócrata no lo exige. Trump y sus aliados han aprovechado la frase para retratar a los demócratas como extremistas, mientras los legisladores republicanos se apresuran a presentar sus propias propuestas.
Tanto republicanos como demócratas pidieron un registro nacional de incidentes de uso de la fuerza, de modo que los agentes de policía no puedan trasladarse entre departamentos sin que el público conozca sus registros.
The Associated Press contribuyó a este informe.
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