Faltando solo 2 semanas, Trump sube en las encuestas y Harris se estanca

Por Emel Akan y Andrew Moran
22 de octubre de 2024 5:36 PM Actualizado: 22 de octubre de 2024 5:42 PM

A solo dos semanas del día de las elecciones de Estados Unidos, las encuestas muestran una carrera presidencial pareja entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, en los siete estados más disputados que probablemente determinarán al ganador de la Casa Blanca en noviembre.

Harris, la candidata presidencial demócrata, mantiene una ligera ventaja a nivel nacional sobre Trump, el candidato presidencial republicano, según RealClearPolitics, pero los últimos sondeos muestran que el entusiasmo inicial por su campaña se está desvaneciendo a medida que la carrera presidencial entra en su recta final.

A finales de julio y agosto, la campaña de Harris experimentó un importante aumento de apoyos, con avances constantes en los principales estados indecisos. Esas ganancias parecen haberse estancado, según los encuestadores, lo que indica que ella consolidó la mayor parte su potencial apoyo.

Theryn Bond, estratega demócrata, señala que a partir de ahora será difícil seguir ganando terreno.

Ella declaró a The Epoch Times que el reto de Harris se debe en parte a los mensajes de su campaña y a su incapacidad para distinguirse del presidente Joe Biden en cuanto a políticas.

«Nuevo significa diferente, así que muéstrenos a nosotros cómo va a ser usted diferente», dijo la Sra. Bond, refiriéndose al lema de campaña de Harris, «New Way Forward».

Mientras comenzaba la votación anticipada, ella señaló que muchos votantes aún no están seguros y esperan algo específico que destaque a la vicepresidenta.

«Ahora, en esta coyuntura, no sé qué más podría hacer ella aparte de responder a las preguntas con claridad», dijo Bond.

La vicepresidenta declaró durante una entrevista en el programa The View de ABC News, el 8 de octubre, que «no hay nada que me venga a la mente» cuando le preguntaron si ella habría hecho algo diferente a Biden en los últimos cuatro años.

Poco después de que Biden se retiró de la carrera presidencial y Harris se convirtió en la candidata del Partido Demócrata en julio, ella disfrutó de un rápido ascenso en las encuestas.

Tras comenzar con un 45.9 por ciento de apoyo dos días después de la retirada de Biden y con una desventaja de casi el 2 por ciento, en agosto, la vicepresidenta superó a Trump a nivel nacional y en los estados disputados. Su ventaja nacional alcanzó el 2.2% el 22 de septiembre y el 0.5% en los estados disputados el 29 de agosto. Aunque el 22 de octubre aún disfrutaba de una ventaja del 0.8% sobre Trump, el apoyo a su candidatura se ha estancado desde finales de septiembre.

Trump, por su parte, ha experimentado un resurgimiento a dos semanas de las elecciones.

«Él obtuvo los mejores números en las encuestas que haya tenido en sus tres carreras presidenciales como candidato republicano», dijo Ford O’Connell, estratega republicano, a The Epoch Times.

En 2016, Trump quedó siete puntos por detrás de Hillary Clinton en las encuestas nacionales dos semanas antes de las elecciones, mientras que en 2020, quedó nueve puntos por detrás de Biden.

El Sr. O’Connell predice que el mejor camino de Trump hacia la victoria sería ganar Carolina del Norte, Georgia y Pensilvania.

De acuerdo al promedio de RealClearPolitics , Trump está tomando la delantera en todos los estados disputados a contar del 22 de octubre. Tiene una ventaja de 2.5 puntos porcentuales en Georgia. También tiene al menos un punto de ventaja en dos estados: Arizona (1.8%) y Michigan (1.2%). Trump también tiene una ligera ventaja en Pensilvania (0.8%), Nevada (0.7%), Carolina del Norte (0.5%) y Wisconsin (0.4%).

Según Cenk Uygur, una personalidad progresista de los medios de comunicación, Harris empezó a perder impulso cuando comenzó a cambiar sus posturas sobre temas políticos importantes.

«Al principio, lo hizo fantásticamente», declaró Uygur, presentador de The Young Turks, en declaraciones a NTD, el medio asociado a The Epoch Times.

Él señaló que su buen comienzo se debió principalmente a que eligió al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como compañero de fórmula y a que presentó una «agenda económicamente populista».

«Luego ella se dio la vuelta y empezó a ser muy pro-empresarial, pro-guerra, pro-Israel, y todas esas cosas la perjudicaron», dijo el presentador.

Faltando solo dos semanas, Uygur aconseja a Harris que se concentre en refinar su mensaje, especialmente en temas económicos y sobre sus planes para el estadounidense promedio, en lugar de discutir «temas sociales que dividan al país».

Lo que podría ser el factor decisivo en los estados clave de la contienda presidencial son los votantes registrados que no están firmemente comprometidos con ningún candidato. Una nueva encuesta del Washington Post-Schar School reveló que el 37% de los votantes registrados apoyará «definitivamente» a Trump, y el 37% respaldará «definitivamente» a Harris. El 10% de ambos lados de la papeleta dijo que «probablemente» votaría por el candidato, y el 6% respondió con «ninguno» o «sin opinión». En unas elecciones muy reñidas, los no comprometidos podrían desempeñar un papel considerable en los siete estados indecisos.

Ambos candidatos se centran en los estados indecisos en la recta final

A medida que la contienda presidencial entra en la recta final, la vicepresidenta comenzó la semana con actos de campaña en las comunidades suburbanas de Michigan, Pensilvania y Wisconsin, conversando con Liz Cheney, la excongresista republicana que apoyó a Harris el mes pasado.

En las últimas semanas, Harris se esforzó por atraer a los votantes republicanos desencantados, recibiendo el apoyo de más de 100 exfuncionarios republicanos, comprometiéndose a nombrar a un republicano en su gabinete y apareciendo en Fox News.

La vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris (izda.), habla durante una conversación moderada con la exdiputada Liz Cheney (dcha.) en el Centro Sharon Lynne Wilson para las Artes en Brookfield, Wisconsin, el 21 de octubre de 2024. (Kamil Krzaczynski/AFP)

«Quiero arreglar los problemas, lo que significa trabajar a través de ambos partidos», declaró Harris en un mitin el 16 de octubre en el condado de Bucks, Pensilvania. «Esto requiere trabajar en todos los frentes. Requiere acoger las buenas ideas vengan de donde vengan».

En otro acto de campaña, el 21 de octubre en Malvern, Pensilvania, Harris dijo: «No hace falta decir que, la mía no será una continuación de la administración Biden. Aporto mis propias ideas, mis propias experiencias».

Pensilvania, especialmente, es un estado crucial en la contenda presidencial, con 19 votos electorales en juego, a los que ambos candidatos están dedicando mucho tiempo.

Trump tuvo un domingo agitado en Pensilvania.

Durante un breve turno en un restaurante McDonald’s en Feasterville, el expresidente operó una freidora y trabajó en la línea de autoservicio. Después de su turno en McDonald’s, Trump fue visto en un partido de fútbol americano televisado a nivel nacional el domingo por la noche entre los Pittsburgh Steelers y los New York Jets en el Acrisure Stadium.

El expresidente también se aventuró más allá de los estados clave convencionales durante la recta final, haciendo campaña en estados sólidamente azules.

A principios de mes, visitó California y celebró actos de campaña en Coachella, Reno y Sacramento.

Trump también visitará su ciudad natal, Nueva York, una semana antes de las elecciones. El expresidente celebrará un mitin muy esperado en el Madison Square Garden, el 27 de octubre.

Los promedios de RealClearPolitics muestran que va a la zaga en ambos estados. En California y Nueva York, pierde por 24 y 14 puntos, respectivamente. Pero estos podrían ser esfuerzos más amplios para ganar el voto popular y reforzar las posibilidades de los republicanos en la cámara baja, según O’Connell.

«Trump sabe que no basta con ganar la presidencia», dijo el estratega. «También tiene que mantener la Cámara. Porque si no mantiene la Cámara, los demócratas le van a impugnar 10 minutos después de jurar el cargo».

Las encuestas muestran que los demócratas tienen casi un punto de ventaja sobre los republicanos en la votación genérica del Congreso.

Harris anunció que viajaría a Texas el 25 de octubre para enfatizar su mensaje de campaña sobre el acceso al aborto en un estado con leyes restrictivas.

Mientras tanto, el CEO de SpaceX y Tesla Motors, Elon Musk, está llevando a cabo una gira de campaña pro-Trump por Pensilvania, comenzando su aventura por el estado la semana pasada, con un foro ciudadano en Folsom. Musk repartió cheques de un millón de dólares a los asistentes durante sus mítines del fin de semana.

El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, expresó su indignación por las acciones de Musk. En declaraciones al programa Meet the Press de la NBC, Shapiro calificó la situación de «profundamente preocupante» y «algo que las fuerzas del orden podrían tener que examinar».

Antes de la visita de Musk al estado clave, el senador John Fetterman (D-Pa.) emitió una advertencia a sus colegas demócratas.

«Musk] tiene una marca, y eso es atractivo para un grupo demográfico que nosotros necesitamos lograr, para ganar en Pensilvania. Por lo que esto no se trata de su chequera», dijo Fetterman en una reciente entrevista en la CNN. «Él tiene mucho atractivo para la gente, muchos votantes de mentalidad independiente en Pensilvania».


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