A pesar de un fuerte apoyo de última hora del expresidente Donald Trump, la candidatura del exlíder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes Kevin McCarthy (R-Calif.) para convertirse en presidente de la Cámara de Representantes fracasó de nuevo el miércoles en la cuarta y quinta votaciones de la Cámara.
En ambas votaciones de hoy, los representantes Hakeem Jeffries (D-N.Y.) y Byron Donalds (R-Fla.) fueron nominados junto con McCarthy, quien recibió 201 votos, 16 menos de los 218 necesarios para la victoria. Jeffries fue respaldado por los 212 demócratas, mientras que Donalds recibió 20 votos.
La representante Victoria Spartz (R-Ind.) votó presente, siendo el primer miembro del 118º Congreso en hacerlo.
Los 20 votos a favor de Donalds procedieron de los disidentes conservadores populistas liderados por el representante Chip Roy (R-Texas) y el representante Andy Biggs (R-Ariz.). Estos 20 votaron por el representante Jim Jordan (R-Ohio) en la tercera votación del martes y 19 de ellos —Donald respaldó a McCarthy en las dos primeras votaciones— apoyaron a Jordan en la segunda.
El respaldo de Trump fue publicado a última hora del martes en su plataforma de redes sociales Truth Social, diciendo: «Algunas conversaciones realmente buenas tuvieron lugar anoche, y ahora es el momento de que todos nuestros GRANDES miembros republicanos de la Cámara voten por KEVIN» y «CIERREN EL ACUERDO».
Trump añadió que es hora de que los republicanos de la Cámara de Representantes se unan detrás de McCarthy, que lideró al Partido Republicano en la reconquista de la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones de mitad de periodo de 2022, y eviten convertir un «GRAN TRIUNFO EN UNA GIGANTE Y EMBARAZOSA DERROTA».
Pero las palabras de Trump no lograron hacer cambiar de opinión a los 20 disidentes que se mantuvieron unidos contra McCarthy a pesar de las críticas cada vez más duras del expresidente de la Cámara de Representantes del Partido Republicano Newt Gingrich, el exgobernador de Arkansas y candidato presidencial en 2016 Mike Huckabee, el exrepresentante republicano Trey Gowdy y otros.
En las horas previas a la cuarta votación se había hablado de que los líderes republicanos solicitarían el levantamiento de la sesión inmediatamente después de que comenzara el miércoles, pero la moción no se presentó. Se informó ampliamente antes de la sesión que los demócratas se oponían firmemente al aplazamiento y que un puñado de republicanos moderados podría unirse a ellos para derrotar la moción.
McCarthy y Jeffries recibieron prácticamente el mismo número de votos en las cuatro votaciones. En la primera, el martes, McCarthy recibió 203 votos de sus colegas republicanos, mientras que 212 demócratas votaron por Jeffries (D-N.Y.), que será líder de la minoría de la Cámara en 2023. El representante Andy Biggs (R-Ariz), líder de los miembros contrarios a McCarthy, recibió 10 votos. Un puñado de republicanos votó por candidatos que no fueron nominados.
En la segunda votación, McCarthy y Jeffries obtuvieron los mismos totales, pero Biggs se retiró y los 19 disidentes se alinearon detrás de Jordan. En la tercera votación, Jeffries se quedó en 212, mientras que McCarthy perdió a Donalds.
La votación inicial del miércoles coronó lo que han sido dos días frenéticos de negociaciones a puerta cerrada y posturas mediáticas por parte de McCarthy y sus partidarios, así como de los conservadores populistas disidentes.
Los disidentes habían exigido y obtenido de McCarthy una serie de concesiones reformistas, pero su desconfianza fundamental hacia el republicano de California los mantuvo en la columna negativa.
La conclusión para los disidentes es que simplemente no creen que McCarthy sea el agente del cambio que consideran que debe liderar la Cámara en lo que están decididos a convertirla en los dos últimos años del mandato del presidente Joe Biden en la Casa Blanca.
«Llegué a un Congreso roto y disfuncional para cambiarlo. Hacer avanzar un peldaño en la jerarquía no parece que vaya a hacerlo. Muchos no quieren cambiarlo», posteó en Twitter el representante republicano Dan Bishop justo antes de la primera votación.
«Kevin McCarthy no es el candidato adecuado para ser presidente de la Cámara. Ha perpetuado el statu quo de Washington que hace de este órgano una de las instituciones más fracasadas e impopulares del país. No se trata de personalidad o de quién se ha «ganado» el puesto, sino de servir al pueblo estadounidense. No apoyaré el statu quo», prosiguió Bishop.
Uno de los disidentes, el representante electo Keith Self (R-Texas), declaró a un medio de comunicación local que se opone a McCarthy porque cree que los republicanos de la Cámara de Representantes deben oponerse al gasto federal excesivo, como se ve en el proyecto de ley Omnibus de gastos, de 1.8 billones de dólares, aprobado justo antes de Navidad.
«Soy un novato, soy un novato, pero cuando lo piensas detenidamente, el gasto obligatorio es una de esas líneas rojas con nuestros electores», dijo Self.
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