El presidente colombiano, Iván Duque, confirmó este lunes que Euclides España Caicedo, alias «Jhonier» y líder de las disidencias de las FARC en el suroeste del país, murió en una operación de las autoridades llevada a cabo en el municipio de Toribío, que hace parte del convulso departamento del Cauca.
«Este es uno de los golpes más importantes que se le propicia a las disidencias de las FARC. Estamos hablando de un criminal con más de 25 años de trayectoria asesina y criminal. Este bandido venía también intimidando a comunidades indígenas y amenazando a consejos comunitarios”, aseguró Duque en una declaración.
Según el mandatario, «Jhonier» era un hombre cercano a dos de los principales líderes de las disidencias de las FARC en Colombia, Miguel Botache, alias «Gentil Duarte», e «Iván Mordisco».
Igualmente era acusado de asesinar líderes sociales y reincorporados de las FARC, así como de extorsionar a las comunidades y participar en operaciones de narcotráfico.
El ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que la muerte del jefe disidente permite detener la expansión de estos grupos que operan en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
«En los dos últimos años había dado instrucciones a diferentes columnas de disidencias de las FARC, para extorsionar a campesinos, productores y agricultores, había dado instrucciones de atentados terroristas en Cauca y adicionalmente había enviado a alias ‘Mayimbú’ a desarrollar acciones de narcotráfico en Nariño», afirmó Molano.
El suroeste de Colombia está desde hace años en una espiral de violencia originada en las disputas de distintos grupos al margen de la ley, como disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y carteles mexicanos, que luchan por el control de la tierra para el tráfico de drogas.
Según las autoridades, «Jhonier» lideraba siete estructuras de las disidencias y entre las acciones terroristas que cometió está el coche bomba que explotó en marzo pasado frente a la Alcaldía del municipio de Corinto, que dejó más de 40 heridos.
También participó el 1 de noviembre de 1998 en la toma de Mitú, capital del departamento de Vaupés, que dejó 41 muertos entre policías, militares y civiles, 38 heridos y 61 uniformados secuestrados por varios años.
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