La abogada del minorista de moda chino Shein se negó a responder a varias preguntas sobre el uso de mano de obra forzada en su cadena de suministro de algodón.
Los miembros del Parlamento en Reino Unido preguntaron varias veces a la abogada general de Shein, Yinan Zhu, durante una reunión de la comisión parlamentaria celebrada el martes, si se utilizaba algodón procedente de China, y concretamente de la provincia de Xinjiang, en la ropa que vende la empresa.
Zhu, que es la consejera general de Shein en Europa, Medio Oriente y África, les dijo a los miembros del Parlamento durante una sesión de la Comisión de Empresa y Comercio que no podía responder a preguntas sobre «información operativa detallada y en otros aspectos», solicitando poder responder por escrito más adelante.
«Aunque entiendo que el debate de hoy versa sobre las cadenas de suministro internacionales y la defensa a los derechos y las normas laborales, sólo puedo responder a las preguntas en la medida en que mi cargo y mi responsabilidad me lo permitan. Así que haré todo lo que pueda para responder a sus preguntas en la medida en que haya detalles que no pueda proporcionar», dijo.
El presidente de la comisión, Liam Byrne, declaró que la comisión había quedado «bastante horrorizada» por la falta de pruebas aportadas, lo que les daba una «confianza casi nula» en la integridad de las cadenas de suministro de Shein.
Shein se ha enfrentado a acusaciones que dicen que algunas de sus prendas contienen algodón procedente de Xinjiang, donde el régimen comunista chino ha sido acusado de someter a la población uigur a trabajo esclavo.
Salida a bolsa
Zhu explicó que Shein, fundada en China y con sede en Singapur, no tiene fábricas propias, sino que trabaja con una red de proveedores en China, Brasil y Turquía.
Añadió que se espera que los proveedores cumplan normas estrictas y que agencias externas han realizado cerca de 4000 auditorías, utilizando una lista de 140 puntos para garantizar la diligencia debida en la cadena de suministro y los derechos laborales.
Sin embargo, cuando los miembros del Parlamento le preguntaron si la prohibición de que los proveedores se abastezcan de algodón de Xinjiang figuraba en esa lista de 140 puntos, Zhu dijo que no podía responder, y volvió a pedir permiso para escribirle a la comisión.
La abogada compareció ante la Comisión de Empresa y Comercio de la Cámara de los Comunes para dar testimonio durante una sesión sobre el proyecto de ley de derechos laborales y en medio de especulaciones de que Shein, que vende unos 1000 millones de libras en productos a los consumidores británicos cada año, estaba estudiando la posibilidad de cotizar sus acciones en la Bolsa de Londres.
El representante de Shein tampoco pudo comentar si la empresa pretendía cotizar en el Reino Unido.
Byrne respondió: «Así que no puede decirnos nada sobre la cotización. No puede decirnos nada sobre el algodón de los productos Shein. No puede decirnos gran cosa, de hecho».
«Bastante horrorizados»
Para cerrar esa parte de la sesión, Byrne le dijo a Zhu: «Tengo que decir que, para una empresa que vende 1000 millones de libras a los consumidores británicos, y para una empresa que pretende cotizar en la Bolsa de Londres, el comité ha quedado bastante horrorizado por la falta de pruebas que usted ha aportado hoy.
«Usted nos ha dado casi cero confianza en la integridad de sus cadenas de suministro. Ni siquiera puede decirnos de qué están hechos sus productos».
«No pueden decirnos gran cosa sobre las condiciones en las que tienen que trabajar los trabajadores, y la reticencia a responder a preguntas básicas ha rozado francamente el desprecio al comité».
Añadió que espera que ella pueda aclarar las cuestiones pendientes en breve a través de correspondencia.
Byrne dijo que el Reino Unido debería tener su propia versión de la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur de Estados Unidos (UFLPA).
Según la UFLPA, se presume que todos los bienes que procedan total o parcialmente de Xinjiang o hayan sido fabricados por una empresa incluida en su Lista de Entidades han sido producidos utilizando trabajo forzoso, por lo que están prohibidos.
Objetivos éticos y morales
En julio, el Secretario de Estado de Empresa, Jonathan Reynolds, había declarado que se esperaría que Shein cumpliera los mismos objetivos éticos y morales en todos los aspectos empresariales que las empresas británicas, si llegaba a cotizar en la Bolsa de Londres.
Reynolds había declarado a Times Radio: Para ser absolutamente claro, si alguna empresa tuviera trabajo forzado en su cadena de suministro no debería hacer negocios en el Reino Unido en absoluto, no debería ser una cuestión de dónde cotiza».
«Pero si las empresas operan en el Reino Unido, la mejor manera de asegurarnos de que cumplen las normas que queremos es que estén reguladas desde el Reino Unido y, por tanto, si hubiera que incluirlas en la lista, me gustaría que fuera aquí, en el Reino Unido».
Shein le dijo previamente a The Epoch Times que tiene una «política de tolerancia cero para el trabajo forzoso».
La declaración continuaba: «La visibilidad en toda nuestra cadena de suministro es de la mayor importancia para nosotros y estamos totalmente comprometidos con el respeto de los derechos humanos», dice la declaración.
«Para cumplir con las leyes aplicables, no sólo exigimos que nuestros fabricantes contratados solo se abastezcan de materiales procedentes de regiones aprobadas, sino que lo verificamos de forma independiente».
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