La familia de Ashli Babbitt, la única persona baleada durante la irrupción al Capitolio de EE. UU. el 6 de enero, planea demandar al departamento de policía y al oficial que disparó el arma por al menos 10 millones de dólares, dijo su abogado.
Terry Robert, el abogado de la familia, dijo a David Martosko de Zenger News en un artículo que primero fue publicado por Newsweek, que ellos planean demandar tanto a la Policía del Capitolio como al oficial por homicidio culposo, y que buscarán 10 millones de dólares en perjuicios en una corte federal.
La demanda se genera luego de que el Departamento de Justicia (DOJ) anunciara el 14 de abril que no presentaría cargos penales contra el oficial que mató a Babbitt.
La Fiscalía de EE. UU. para el Distrito de Columbia y la División de Derechos Civiles del DOJ decidieron conjuntamente no presentar cargos contra el oficial, que no ha sido identificado públicamente.
Babbitt, una veterana condecorada de la Fuerza Aérea de EE. UU., estaba desarmada cuando se unió a otros para irrumpir el Capitolio de EE. UU. en Washington durante una sesión conjunta del Congreso en enero.
La mujer de 35 años recibió un disparo mientras intentaba trepar por una ventana rota hacia el lobby de la presidenta, adyacente a la Cámara de Representantes.
Ella fue trasladada al Washington Hospital Center, donde murió, dijo el Departamento de Justicia. Le sobreviven su esposo, Aaron, y cuatro hermanos menores.
La muerte de Babbitt fue causada por el disparo, el cual alcanzó su hombro izquierdo, dictaminó la Oficina del Jefe del Médico Forense del D.C. a inicios de este mes. La forma de muerte fue homicidio.
«Un oficial de policía novato no le habría disparado a esta mujer», dijo Robert al medio de comunicación. “Si ella cometió algún crimen al atravesar la ventana y entrar en el Lobby de la presidenta, habría sido una entrada ilegal. Algún crimen menor. Todo lo que habría hecho un policía novato es arrestarla».
«Y él tiene muchos otros oficiales allí para ayudar con el arresto», dijo acerca del oficial que disparó. “Había oficiales en el lado de la puerta de Ashli con equipo antidisturbios y sosteniendo metralletas. Y al otro lado de la puerta se tiene otro oficial uniformado a 6 u 8 pies de distancia. ¿La vida de quién es que él está salvando al dispararle? (…) Ella no está blandiendo un arma. Ella está en la cornisa de la ventana. Y no hay razón para pensar que ella esté armada».
Roberts dijo que la cifra de 10 millones de dólares era una «buena estimación» y señaló que las pérdidas económicas por la muerte de Babbitt probablemente totalizarían en 2 millones de dólares.
Las reclamaciones no económicas, como los daños punitivos, elevarían mucho la suma, agregó.
Roberts agregó que «dentro de los próximos diez días» notificará a la Policía del Capitolio de EE. UU. que él tiene la intención de presentar una demanda ante la Corte de Distrito Federal en Washington, D.C.
A diferencia de otras jurisdicciones, el Distrito de Columbia no tiene un límite monetario práctico sobre los perjuicios que una familia puede recuperar en una demanda por homicidio culposo.
El Departamento de Justicia de EE. UU. dijo en un comunicado de prensa del 14 de abril que había cerrado su investigación sin presentar cargos penales contra el oficial involucrado en el disparo fatal contra Babbitt.
El comunicado de prensa dijo que la investigación “no reveló evidencia que demuestre que, en el momento en que el oficial detonó un solo disparo contra la Sra. Babbitt, el oficial no creyó razonablemente que fuera necesario hacerlo en defensa propia o en defensa de los miembros del Congreso y otras personas evacuando la sala de la Cámara».
El 6 de enero, un grupo de alborotadores y algunos manifestantes irrumpieron el Capitolio de EE. UU. mientras los legisladores contaban los votos del Colegio Electoral. Miles de otros manifestantes protestaron pacíficamente frente al edificio, mientras que una manifestante fue asesinada por disparo por parte de la policía del Capitolio, otra—una dama fue aplastada—murió de intoxicación aguda por anfetaminas, otro murió de un ataque cardíaco y otro de un derrame cerebral.
El oficial de policía del Capitolio, Brian Sicknick, murió de un derrame cerebral el 7 de enero, y aunque la Policía del Capitolio relacionó originalmente su muerte con la irrupción del 6 de enero, el jefe médico forense de Washington declaró que su muerte se debió a causas naturales.
La Policía del Capitolio no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
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