Un abogado de Tara Reade, antiguo miembro del personal de Joe Biden quien lo acusó de una agresión sexual en 1993, le ha exigido al e vicepresidente que «abra inmediatamente» sus archivos en la Universidad de Delaware y entregue todos los documentos que puedan contener registros relacionados con el caso.
El abogado de Reade, Douglas Wigdor, en una carta (pdf) dirigida a Biden el lunes, le pidió que «abriera inmediatamente» sus «archivos en la Universidad de Delaware y autorizara una búsqueda para determinar si contienen algún registro relacionado con la Sra. Reade, incluida, entre otras cosas, la solicitud de asesoramiento de la Sra. Reade y/o documentos relacionados con ella».
«Dado que usted ha negado repetidamente y de forma generalizada cualquier conocimiento de cualquier queja presentada por la Sra. Reade contra usted, estoy seguro de que estará de acuerdo en que todos merecemos saber si hay, de hecho, algún registro que corrobore las acusaciones de la Sra. Reade en sus archivos, particularmente a la luz de la actual insistencia de la secretaria», continuaba la carta.
«Para ser francos, no podemos ver ningún fundamento legítimo que impida una simple búsqueda en los archivos de documentos relacionados con la Sra. Reade, y no vemos ninguna razón por la que una búsqueda eficiente, diligente y justa de los archivos no se pueda completar en poco tiempo».
Reade presentó un informe a la policía el 9 de abril de 2020 en el que dijo que fue víctima de una agresión sexual, pero no nombró a Biden. El expediente judicial decía: «El sujeto-1 reveló que fue víctima de una agresión sexual cometida por el sujeto-2 en 1993».
Reade dijo a The Associated Press que el exvicepresidente y presunto candidato presidencial demócrata para el año 2020 la empujó contra una pared en el sótano de un edificio de oficinas en el Capitolio en 1993 antes de agredirla sexualmente. En el momento del incidente, Reade trabajaba para Biden cuando era senador de Estados Unidos representando a Delaware, su estado natal.
Reade dijo que escribió y presentó acusaciones de discriminación y acoso en el lugar de trabajo por parte de Biden como parte de un formulario de «solicitud de asesoramiento» en ese momento, y cree que su queja está en los registros del Senado de Biden, alojados en la Universidad de Delaware, informó The Hill.
Biden dijo en una entrevista con MSNBC la semana pasada que no autorizaría la liberación de sus registros del Senado o permitiría que se buscaran menciones al nombre de Reade ya que se podrían «sacar de contexto». La universidad también ha dicho que no hará públicos los registros hasta dos años después de que Biden se haya retirado de la vida pública.
En una carta separada (pdf) el lunes, Wigdor instó a la Oficina del Secretario del Senado de EE. UU. a reconsiderar su decisión de no liberar los registros del personal debido a las preocupaciones de confidencialidad después de que Reade preguntó previamente.
«En pocas palabras, no hay base, ni en la ley, ni en la equidad, ni en el sentido común, para que el secretario se niegue a reproducirle una copia de la Solicitud de asesoramiento de la Sra. Reade. Como tal, renovamos respetuosamente la solicitud de la Sra. Reade para la producción inmediata de una copia de su solicitud de asesoramiento de 1993 presentada a la OSFEP», escribió el abogado.
A principios de este mes, el propio Biden pidió al secretario del Senado que «tome o dirija las medidas necesarias para establecer la ubicación de los registros de esta oficina, y una vez localizados, dirigir una búsqueda de la supuesta denuncia y hacer públicos los resultados de esta búsqueda».
Pero como Wigdor señaló en su carta del lunes, la petición de Biden fue «deshonesta y se envió a sabiendas de que el Senado (como lo ha hecho) se atendría a las anticuadas y vagas normas de procedimiento para mantener el contenido de la solicitud de la Sra. Reade oculto a la vista del público, y protege a un antiguo miembro del Senado de más de 30 años».
Reade es una de las varias mujeres que se presentaron a principios de 2019 para acusar a Biden de tocarse, abrazarse o besarse de manera inapropiada. En abril del año pasado, Biden abordó colectivamente las acusaciones de las siete mujeres en una publicación de Twitter en la que se comprometió a «ser más respetuoso del espacio personal de las personas», pero ha guardado silencio sobre las afirmaciones de Reade.
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