La oficina del abogado especial Jack Smith argumentó en un escrito del 24 de junio que no hubo expoliación de pruebas en el caso de los documentos clasificados contra el expresidente Donald Trump, refutando varias afirmaciones hechas sobre el manejo de las pruebas por parte del gobierno en el caso.
El 3 de mayo, la fiscalía reconoció en una nota a pie de página de un escrito judicial que el orden de los documentos en las cajas incautadas en Mar-a-Lago había cambiado, y señaló que no deberían haber engañado a la jueza diciendo que el orden no había cambiado. El propio expresidente Trump difundió la noticia de este hallazgo, y su equipo jurídico presentó más tarde una moción argumentando que esto contribuía a una violación de las garantías procesales que justificaba la desestimación de la imputación.
En la respuesta del gobierno, los fiscales argumentaron que debería haberse esperado que el contenido de cada caja cambiara, ya que las cajas también contenían una variedad de artículos de «varias formas y tamaños», incluidos recuerdos, adornos navideños, fotos y ropa.
Los abogados de Trump dijeron que su defensa podría incluir argumentar que los documentos clasificados que buscaba la Administración Nacional de Archivos y Registros (NARA) podrían haber estado enterrados en cualquier número de las cajas y haber sido difíciles de localizar. Los fiscales dijeron que el expresidente Trump aún puede presentar este argumento, ya que el contenido de caja a caja no ha cambiado, por lo que no se ha producido ninguna violación del debido proceso.
«Nada se ha perdido, mucho menos destruido, y no ha habido mala fe», dice el escrito de respuesta.
Movimiento de cajas
Los fiscales dijeron que las cajas habían viajado de la Casa Blanca a Mar-a-Lago, y luego fueron movidas de habitación en habitación mientras estaban en posesión del expresidente Trump, y es muy posible que los contenidos hayan cambiado de orden en múltiples ocasiones mientras él también tenía las cajas.
«Debido a que las cajas eran una mezcla de artículos y contenían muchos materiales pequeños y sueltos y papeles de varios tamaños y formas, los artículos dentro de ellas necesariamente cambiaron de lugar cada vez que se movieron», dice el escrito.
Después de que un representante de Trump recibiera solicitudes de registros de la NARA, se llevaron cajas al expresidente para que las revisara, según el testimonio del gran jurado. Las cajas también se movieron después de la revisión. El expediente judicial también incluye intercambios de mensajes de texto entre un empleado anónimo y el coacusado Walt Nauta, ayudante del expresidente Trump, que se dio cuenta de que algunas cajas se habían desbordado en el almacén y tuvo que devolver el contenido a las cajas.
Durante la redada, las cámaras de seguridad de Mar-a-Lago estaban encendidas y el personal de la Organización Trump pudo ver el registro en directo. A petición del FBI y en aras de la seguridad, el video no fue grabado.
Los fiscales explicaron que después de que el FBI incautara de las cajas de Mar-a-Lago, un equipo de filtrado de cuatro agentes revisó primero el contenido para apartar las cajas que contenían «cualquier material potencialmente privilegiado entre abogado y cliente, para que los agentes que investigaban el caso («Equipo del caso») no estuvieran expuestos a documentos potencialmente privilegiados».
Una vez que los agentes abrieron las cajas, se dieron cuenta de que sería «casi imposible» mantener el contenido exactamente en el mismo orden porque los artículos eran de diferentes formas y tamaños, dijeron los fiscales.
«Esas cajas se documentaron por separado de las demás, se transportaron por separado a un almacén nocturno en Miami y se transportaron a Washington en una zona del avión separada de las demás cajas», dice el escrito.
En caso de que una caja contuviera tanto material confidencial como documentos clasificados, el equipo de filtrado debía proporcionar al equipo del caso solo el documento clasificado, pero no la caja. Los fiscales afirman que esto no ocurrió nunca, pero que el equipo de filtrado sí apartó documentos clasificados para el equipo del caso si encontraban marcas clasificadas durante el registro inicial en Mar-a-Lago, que los agentes habían dicho que eran «obvias» de detectar.
«El FBI 13 cree que extrajo los documentos con marcas clasificadas que encontró y los colocó encima de los documentos apilados en la caja, para que el equipo del caso pudiera localizarlos más fácilmente», dice en el escrito.
Cuando el equipo del filtro terminó, el equipo del caso estableció un espacio de trabajo fuera del almacén de Mar-a-Lago para revisar las cajas en busca de documentos clasificados.
Si encontraban un documento clasificado, «retiraban el documento, lo segregaban, registraban la caja en la que se encontraba y la sustituían por una hoja de marcador de posición (la «hoja inicial de marcador de posición») en la que se retiraba el documento clasificado».
Las «hojas de posición» contenían descripciones del documento clasificado original.
También se encontró una caja azul encuadernada en cuero en la sala de la Oficina 45, y los fiscales explicaron que los agentes tuvieron cuidado de devolver su contenido tras el registro, pero no mantuvieron el orden en esta caja.
Al día siguiente de la redada, las cajas incautadas fueron trasladadas por avión al Distrito de Columbia y llevadas a la Oficina de Campo del FBI en Washington. A la caja A-14 se le retiró un documento clasificado, y el marcador de posición se colocó encima de la caja en lugar de donde se encontraba el documento dentro de la caja, según el escrito. Posteriormente, el 29 de agosto de 2022, el equipo de filtrado entregó una caja al equipo encargado del caso tras revisarla en busca de material confidencial, y el equipo encargado del caso encontró otros dos documentos clasificados.
Varias semanas después, un proveedor externo revisó el contenido de las cajas, tal como había ordenado el juez. Esto se hizo en presencia de agentes del FBI. Para entonces, las cajas contenían marcadores de posición en lugar de material clasificado. Algunas de las hojas de marcadores de posición también se habían actualizado y sustituido por otras con un código de índice alfabético para indicar el nivel de clasificación.
El personal encargado del registro recibió instrucciones de «guardar todos los documentos en el orden en que aparecen en la caja».
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