El abogado del FBI que alteró un correo electrónico que condujo a un error atroz en la solicitud de la orden de vigilancia sobre el antiguo asociado de la campaña presidencial Trump 2016, Carter Page, ya no está en el buró, según el director del FBI Christopher Wray.
Wray hizo la revelación en una entrevista con Fox News emitida el 24 de junio.
Aunque no está identificado por su nombre en el informe del inspector general (IG) del Departamento de Justicia, Kevin Clinesmith fue el abogado del FBI que alteró un correo electrónico sobre la asociación de Page con la CIA inyectando las palabras «no una fuente» en el texto, haciendo parecer que Page no estaba afiliado a la agencia de espionaje.
La alteración de Clinesmith causó uno de los «17 errores y omisiones significativos» identificados por el IG en las solicitudes de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) de Page.
«Y ese individuo ya no trabaja con el FBI y no quiero ponerme al frente de la investigación de Durham», dijo Wray, refiriéndose a la investigación criminal que está llevando a cabo el fiscal de Estados Unidos John Durham, que está investigando la potencial criminalidad relacionada con Crossfire Hurricane, el nombre en clave de la investigación del FBI sobre la campaña Trump.
Después de enterarse de la falsificación del correo electrónico de Clinesmith, un juez del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera ordenó al FBI que identificara todas las solicitudes de vigilancia en las que Clinesmith estaba involucrado. El tribunal también prohibió a Clinesmith participar en la preparación de futuras solicitudes FISA.
El nombre de Clinesmith no aparece en el informe del IG en la página que hace referencia a las solicitudes FISA, pero el senador Lindsey Graham lo identificó en diciembre del año pasado como el abogado detrás del correo electrónico alterado. A principios de este mes, el Comité de Justicia del Senado autorizó a Graham a emitir una citación para que Clinesmith testifique.
Además de trabajar como abogado en la investigación de Crossfire Hurricane, Clinesmith trabajó en la investigación del uso no autorizado por Hillary Clinton de un servidor de correo electrónico privado para llevar a cabo asuntos de gobierno durante su mandato como secretaria de Estado.
El trabajo de Clinesmith en la investigación de Clinton le valió una sección entera en otro informe del IG sobre dicha investigación, que encontró que él envió numerosos mensajes con carga política ridiculizando al entonces candidato Trump. Después de que Trump fuera elegido en noviembre de 2016, Clinesmith escribió a otro abogado: «Estoy devastado».
«Estoy muy estresado por lo que podría haber hecho de otra manera», escribió Clinesmith. «No puedo imaginar el desmontaje sistemático del progreso que hemos hecho en los últimos 8 años. La ACA [«The Affordable Care Act»] se ha ido. Quién sabe si la retórica sobre deportar a la gente, los muros y la [improperio] es cierta. Honestamente siento que va a haber muchos más problemas con las armas, también, los locos ganaron finalmente. Esta es la fiesta del té con esteroides. Y el GOP va a estar perdido, tienen que lidiar con un titular durante 4 años. Tenemos que luchar contra esto de nuevo. También Pence es estúpido».
Estos y otros mensajes llevaron a que Clinesmith fuera dado de baja del equipo de investigación del consejero especial Robert Mueller, quien se hizo cargo de la operación Crossfire Hurricane en mayo de 2017.
Clinesmith fue uno de los varios miembros del personal del FBI presentes durante la entrevista al asesor de la campaña Trump George Papadopoulos, según una transcripción de la declaración de Papadopoulos ante el Congreso.
Klinesmith formaba parte de un grupo de funcionarios clave del FBI que mostraron un intenso sesgo político mientras trabajaban en dos de las investigaciones más importantes del FBI en los últimos años. En dichas investigaciones estuvieron involucrados los dos principales candidatos presidenciales en las elecciones de 2016, Clinton y Trump. El sesgo, sin excepción, estaba a favor de Clinton y en contra de Trump.
El inspector general, Michael Horowitz, llegó a la conclusión de que, si bien la parcialidad enturbiaba las dos investigaciones, su equipo no pudo encontrar pruebas de que la parcialidad contribuyera a ninguna decisión de investigación. Horowitz encontró inexplicable cómo tantos errores pudieron haber sido cometidos por equipos de personas seleccionadas a dedo que trabajaban en la investigación más significativa del FBI en ese momento.
El FBI no respondió a la petición de aclarar si Clinesmith renunció o fue despedido.
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