El abogado internacional de derechos humanos David Matas se dirigió a los miembros del Parlamento letón el 23 de agosto para hablarles del programa chino de sustracción forzada de órganos, autorizada por el Estado, que lleva décadas en marcha.
En su presentación, el Sr. Matas afirmó que el régimen comunista gobernante en China ha utilizado este crimen contra la humanidad como parte de un «genocidio frío» dirigido contra los practicantes de Falun Gong, una práctica espiritual de tradición budista.
Según el Sr. Matas, la matanza a gran escala para la sustracción de órganos comenzó a principios de la década de 2000, pocos años después de que se iniciara en 1999 la persecución contra Falun Gong, que entonces practicaban unos 100 millones de chinos.
«Las pruebas —desde hace décadas— han aumentado considerablemente», dijo el Sr. Matas, identificando cuatro categorías.
La primera categoría son los testimonios de practicantes de Falun Gong perseguidos que escaparon de China e informaron de que se les hicieron pruebas médicas cuando a otros presos no se les hicieron.
«No se les hace por su salud», explicó el Sr. Matas, «porque son torturados para que se retracten de sus creencias».
En segundo lugar, hay un volumen inusualmente alto de trasplantes de órganos en China, una cifra que se disparó mucho después de que comenzara la persecución a Falun Gong.
«No hay otra explicación para este volumen que el asesinato masivo de presos de conciencia», declaró. Los breves tiempos de espera para los trasplantes de órganos en los hospitales chinos son otro fenómeno que no puede explicarse de otro modo, añadió.
Por último, los investigadores han recopilado numerosas transcripciones de conversaciones con hospitales que admiten descaradamente suministrar «órganos de Falun Gong», considerados mejores ya que los practicantes de Falun Gong observan un estilo de vida saludable absteniéndose de drogas y alcohol.
Además, han salido a la luz varios testigos de China que confirman las escalofriantes sospechas, entre ellos recientemente un médico que participó en la sustracción de órganos de una persona viva en la parte trasera de una furgoneta.
Genocidio frío
El Sr. Matas explicó que es apropiado reconocer la persecución de Falun Gong como un genocidio, dado su alcance e intención deliberada.
La persecución de Falun Gong se ha considerado un «genocidio frío«, mientras que un «genocidio caliente» se caracteriza por asesinatos en masa inmediatos y visibles. Un genocidio frío pretende eliminar a un determinado grupo por diversos medios durante un periodo más largo.
Un genocidio frío «no genera el mismo flujo constante de atención pública que se obtiene con los genocidios calientes», dijo el Sr. Matas.
Investigaciones de 2006
Invitado por el difunto David Kilgour, exsecretario de Estado canadiense y activista de derechos humanos, el Sr. Matas se unió a una investigación que comenzó tras el testimonio, en marzo de 2006, de una señora china residente en Washington D.C., que reveló que su exmarido había extirpado las córneas a practicantes de Falun Gong en un hospital de Sujiatun, en la provincia de Yunnan.
El primer informe de los Sres. Kilgour y Matas, Cosecha sangrienta, publicado en julio de 2006, concluyó que no se podía dar cuenta de los donantes de 41,500 trasplantes realizados en China entre 2000 y 2005. Sus conclusiones fueron confirmadas posteriormente por la ONU, el periodista de investigación Ethan Gutmann y otros.
A Gao Zhisheng, abogado chino de derechos humanos que aceptó colaborar en la investigación, pronto se le retiró la licencia de abogado. Fue detenido y torturado durante 50 días a finales de 2006. En los años siguientes, fue puesto en libertad y encarcelado en repetidas ocasiones, hasta que desapareció en 2017.
«Cuando empezamos, la línea oficial china era: todo procede de donaciones», dijo el Sr. Matas.
«Pero no tenían un sistema de donación [de órganos]. Y luego cambiaron y dijeron: bueno, todo procede de presos… presos condenados a muerte que han expiado sus crímenes donando sus órganos antes de ser ejecutados».
Sin embargo, el Sr. Matas explicó que la mayoría de los presos son donantes de órganos inadecuados, ya que muchos padecen hepatitis y otras enfermedades.
Como consecuencia de la presión de la comunidad internacional, China cambió sus leyes sobre trasplantes, y el número de condenados a muerte disminuyó. Sin embargo, el número de trasplantes de órganos siguió aumentando inexplicablemente.
Otros perseguidos
Otros presos de conciencia, además de los practicantes de Falun Gong, han sido desde entonces objetivo de la sustracción de órganos, dijo el Sr. Matas, entre ellos uigures, cristianos clandestinos y tibetanos.
«Es una industria multimillonaria», afirmó, y añadió que parte de los ingresos procedentes de los trasplantes de órganos financian el sector de la salud pública china a través de hospitales militares chinos que funcionan como empresas públicas y comerciales.
«Hacen gran parte del negocio del turismo de trasplantes», dijo el Sr. Matas, comentando el fácil acceso que tienen los hospitales militares al sistema penitenciario debido a que ambos pertenecen a la estructura de poder estatal.
Creando conciencia
A la pregunta de qué pueden hacer Letonia y otros países occidentales para cambiar la situación, el Sr. Matas sugirió introducir la obligación de informar sobre el turismo de trasplantes por parte de las instituciones sanitarias y los profesionales de la salud, ya que actualmente se desconoce cuántos letones van a China para someterse a un trasplante.
Durante la conversación, se mencionaron las resoluciones adoptadas por el Parlamento Europeo en 2013 y 2022 condenando la persecución a Falun Dafa y la sustracción forzosa de órganos en China.
Cuando se le preguntó por la utilidad de tales resoluciones de declaración, el Sr. Matas argumentó que es importante crear conciencia. Si una persona enferma que necesita un órgano es consciente de lo que ocurre en China, el hecho de saber que matarán a alguien para salvarla hará que la mayoría busque otras opciones.
«No subestimaría el efecto pragmático y útil de una declaración así», concluyó el Sr. Matas.
De NTD News
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