SANTA FE, Nuevo Mexico— Los abogados defensores de Alec Baldwin argumentaron el lunes que los daños causados durante las pruebas del FBI a un revólver que mató a un director de fotografía en el rodaje de la película del oeste «Rust» les privaron de la capacidad de presentar una defensa adecuada en el próximo juicio del actor, y pidieron a un juez de Nuevo México que desestime el cargo de homicidio involuntario que se le imputa.
«Comprendieron que se trataba de pruebas potencialmente exculpatorias y las destruyeron de todos modos», dijo el abogado de Baldwin, John Bash, durante una audiencia judicial virtual. «Es indignante y requiere el sobreseimiento».
Los fiscales argumentaron que el hecho de que el arma se rompiera en pedazos durante la prueba fue «desafortunado», pero que el equipo del Sr. Baldwin todavía tiene un muchas pruebas para una defensa y no cumplió con su carga para que el caso sea desestimado.
La juez Mary Marlowe Sommer dijo que espera emitir un fallo sobre la moción de desestimación el viernes.
Durante el fatal ensayo del 21 de octubre de 2021, Baldwin estaba apuntando con el revólver a Halyna Hutchins en un rancho del set de rodaje cuando se disparó, matándola e hiriendo al director Joel Souza, quien sobrevivió.
Inicialmente, los investigadores del sheriff enviaron el revólver al FBI sólo para realizar pruebas de ADN, pero cuando un analista del FBI oyó decir a Baldwin en una entrevista en la cadena de televisión ABC en diciembre que nunca había apretado el gatillo, la agencia dijo a las autoridades locales que podían realizar una prueba de disparo accidental.
Se dijo al FBI que siguiera adelante, y probó el revólver golpeándolo desde varios ángulos con un mazo de cuero crudo. Uno de esos golpes hizo que el arma se rompiera en tres pedazos.
El FBI había advertido a la policía y a los fiscales que la prueba podía causar daños importantes al arma, que no había sido probada por la defensa, pero aún así las autoridades siguieron adelante con la prueba sin molestarse en desmontarla y fotografiar primero sus piezas, eliminando así su prueba más importante en el caso, argumentaron los abogados del Sr. Baldwin.
«Nunca podremos utilizar a nuestro propio experto para examinar esa arma de fuego», dijo el Sr. Bash.
La fiscalía argumentó que el arma no fue destruida como dijo la defensa.
«Las piezas todavía se encuentran disponibles», dijo la fiscal especial Erlinda Johnson. «El hecho de que esta arma haya sido lamentablemente dañada no priva al acusado de la capacidad de cuestionar las pruebas».
Pero los abogados del Sr. Baldwin dijeron que el daño causado a la muesca superior del martillo del revólver hizo imposible la realización de las pruebas más importantes.
Alegaron que si la juez Marlowe Sommer se negaba a desestimar el caso, al menos no debería permitir que se presentara en el juicio ningún análisis técnico de las armas.
Los abogados de Baldwin sometieron al detective principal, a un investigador forense de armas de fuego del FBI y al experto independiente en armas de la acusación, a largos y profundos interrogatorios en un testimonio que probablemente fue un ensayo general para el juicio de alto nivel, en el que Baldwin, que no participó en la audiencia en línea, comparecerá en persona.
Los fiscales especiales que llevan el caso argumentaron que esos contrainterrogatorios demostraron que la defensa tiene muchas pruebas de armas con las que trabajar en el juicio.
«Tienen otros medios razonables disponibles para exponer sus argumentos», dijo el Sr. Johnson.
Añadió que todas las pruebas disponibles, desde el testimonio de testigos hasta el vídeo del Sr. Baldwin disparando el arma durante el rodaje de la película, demostraban que el arma funcionaba correctamente el día del tiroteo, y que la policía no tenía motivos para creer que su funcionamiento interno pudiera aportar pruebas exculpatorias.
Los fiscales tienen previsto presentar en el juicio pruebas que, en su opinión, demuestran que el arma «no podía dispararse sin apretar el gatillo» y que funcionaba correctamente antes del tiroteo.
Los abogados de la defensa están destacando un análisis pericial no divulgado previamente que subraya la incertidumbre sobre el origen de las marcas de herramientas en el mecanismo de disparo del arma.
Baldwin se declaró inocente del cargo de homicidio involuntario, que conlleva una pena máxima de 18 meses de prisión.
La armera Hannah Gutierrez-Reed fue declarada culpable en marzo de homicidio involuntario por su participación en el tiroteo y condenada a 18 meses de prisión.
El viernes, el juez denegó la petición de los fiscales de utilizar la inmunidad para obligar a la Sra. Gutiérrez-Reed a declarar en el juicio del Sr. Baldwin. Es probable que sus declaraciones a los investigadores y a los organismos reguladores de la seguridad laboral ocupen un lugar destacado en el juicio de Baldwin.
El año pasado, los fiscales especiales desestimaron la acusación de homicidio involuntario contra Baldwin, alegando que fueron informados que el arma pudo ser modificada antes del tiroteo y haber funcionado mal. Pero cambiaron de opinión tras recibir un nuevo análisis del arma y presentaron con éxito una acusación ante el gran jurado.
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