La CIA y su exdirector Mike Pompeo fueron demandados por un grupo de periodistas y abogados que afirman que la agencia los espió cuando visitaron al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, mientras éste vivía dentro de la Embajada de Ecuador en Londres.
La demanda, que también apunta a la empresa de seguridad española Undercover Global, fue presentada el 15 de agosto en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.
Entre los demandantes están los periodistas Charles Glass y John Goetz y las abogadas Margaret Kunstler y Deborah Hrbek, quienes han representado a Assange.
Argumentan que la agencia violó sus derechos de la Cuarta Enmienda contra registros e incautaciones irrazonables.
“La Constitución de Estados Unidos protege a los ciudadanos estadounidenses de la extralimitación del gobierno de Estados Unidos incluso cuando las actividades se llevan a cabo en la embajada de un país extranjero”, dijo Richard Roth, el abogado principal que representa a los demandantes.
Según la demanda, los demandantes debían entregar sus dispositivos electrónicos a Undercover Global antes de visitar a Assange en la embajada, entre enero de 2017 y marzo de 2018.
La acusación afirma que «sin el conocimiento de cada uno de los visitantes» y «sin su consentimiento», Undercover Global, actuando sin el conocimiento del gobierno ecuatoriano, barrió información en sus dispositivos electrónicos, incluidas las comunicaciones con Assange, y se las entregó a la CIA, que entonces estaba encabezada por Pompeo.
Los demandantes dicen que Pompeo autorizó y aprobó el barrido de los datos de los teléfonos.
“Programa de vigilancia extensiva”
Además, la demanda alega que la CIA aprobó y Undercover Global implementó un “programa de vigilancia extensiva” en la embajada a través del cual colocaron micrófonos alrededor del edificio, sumándolos al sistema de videovigilancia ya existente. También afirma que esas grabaciones se entregaron a la CIA y «garantizaron que la CIA pudiera, en tiempo real, observar y escuchar directamente las actividades diarias de Assange en la Embajada”.
Alega, además, que la CIA y Undercover Global “copiaron subrepticiamente y tomaron imágenes de los pasaportes, incluidas las páginas con sellos y visas, de todos los visitantes” e “incautaron, desmantelaron, tomaron imágenes, fotografiaron y digitalizaron las computadoras, laptops, teléfonos móviles, registros dispositivos y otros dispositivos electrónicos traídos a la Embajada por los demandantes, incluidos, entre otros, códigos IMEI y SIM, frentes, reversos e interiores de los dispositivos de los visitantes y descargaron material almacenado”.
Los datos almacenados en los dispositivos incluían, entre otras cosas, información y documentos confidenciales y privilegiados de o sobre fuentes confidenciales de periodistas y los clientes de los abogados demandantes, según la demanda.
Esto, afirman, invadió su privacidad sin previo aviso, autorización o consentimiento.
Los acusadores señalan en la demanda que sus visitas a Assange en la embajada fueron legales y permitidas por las autoridades ecuatorianas, y se llevaron a cabo bajo la jurisdicción ecuatoriana en la embajada.
“Si bien los demandantes nombrados inician esta acción, las prácticas denunciadas violan los derechos de más de 100 ciudadanos estadounidenses que visitaron a Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, Inglaterra”, agregó el documento, señalando que estas personas incluían “abogados que entonces lo representaban”, periodistas que fueron a entrevistarlo, e, incluso, médicos que lo estaban tratando en ese momento”.
Enfrentando la extradición
Los demandantes buscan medidas cautelares y monetarias por las violaciones a la Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Assange buscó refugio dentro de la embajada de Ecuador en Londres desde 2012 hasta que fue arrestado en abril de 2019 por saltarse la libertad bajo fianza durante una batalla legal separada.
Está recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, y ha argumentado que no tendrá un juicio justo en Estados Unidos, donde lo buscan por 18 cargos penales relacionados con la violación a una ley de espionaje y conspirar para piratear computadoras del gobierno después de que WikiLeaks publicara un video militar de EE.UU., en 2010, que muestra un ataque ocurrido en 2007 de helicópteros Apache en Bagdad donde abatieron a varios civiles, incluidos dos empleados de la agencia de noticias Reuters.
Luego publicó miles de archivos secretos clasificados y cables diplomáticos.
Assange enfrenta hasta 175 años tras las rejas si es declarado culpable. Ha presentado una apelación contra su orden de extradición británica a Estados Unidos y está a la espera de un fallo.
No fue posible contactar a la CIA ni Undercover Global para que hicieran comentarios.
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