El inmigrante congoleño, Patrick Lyoya, de 26 años, fue asesinado a tiros el 4 de abril durante un enfrentamiento con un policía blanco en un control de tráfico a las 8 de la mañana en Grand Rapids, Michigan.
El incidente fue captado en vídeo por al menos cuatro cámaras —la cámara del tablero de instrumentos del coche patrulla, la cámara corporal del agente, el teléfono móvil de un pasajero del coche y la cámara de vigilancia de una casa cercana.
Las imágenes, que se hicieron públicas el 13 de abril, indignaron a la familia de Lyoya —que es originaria de la República Democrática del Congo— y provocaron varias pequeñas manifestaciones pacíficas en el centro de la ciudad.
A las pocas horas de ver los vídeos, la familia contrató al conocido abogado de derechos civiles, Ben Crump, y a un equipo de abogados que celebraron una rueda de prensa con la familia el 14 de abril.
La conferencia de prensa tuvo lugar en una iglesia de Grand Rapids y a ella asistieron medios de comunicación de todo Michigan y muchos miembros de la comunidad congoleña de la ciudad y otros.
Los comentarios de los oradores que se dirigieron al público fueron traducidos por un intérprete para el beneficio de la familia y de algunos presentes en la audiencia.
«Gracias a Dios por los vídeos de los teléfonos móviles y las cámaras de vigilancia. Sigan grabando a la policía», dijo el abogado de la familia.
Crump elogió a los manifestantes por hacer caso a los deseos de la familia de permanecer pacíficos y por su participación presionando a los funcionarios para hacer públicos los vídeos.
Además indicó que esperaba trabajar con los líderes de la ciudad para «superar esta crisis».
También los elogió por su «transparencia» al hacer públicas las imágenes, que, según él, cuentan toda la historia.
«Los últimos 15 segundos del vídeo son el quid de la cuestión. Todo el mundo debería analizarlo detenidamente fotograma a fotograma», dijo.
«El vídeo nos muestra que esto es, como dijeron sus padres, ‘una ejecución’. No hay forma de darle la vuelta ni de justificarlo». La policía convirtió una parada de tráfico en una ejecución», dijo Crump.
El abogado utilizó una foto ampliada de uno de los fotogramas del vídeo para señalar que, segundos antes del tiroteo, el agente estaba encima de Lyoya mientras sacaba su arma.
«El agente está en posición de superioridad. Nada de lo que hemos visto en el vídeo demuestra que [el agente] temiera por su vida para emplear la fuerza letal y disparar a Pat en la nuca», dijo Crump.
También alegó que según las imágenes, las manos de Lyoya no estaban en posición de amenaza en el momento en que el agente disparó su pistola.
Sin embargo, en la proyección del vídeo por parte de la policía de Grand Rapids el 13 de abril, se oye al agente gritar a Lyoya: «¡Suelta la pistola eléctrica! ¡Deja de resistirte! Suelta la pistola eléctrica!» justo antes de que se produjera el disparo mortal.
Los fotogramas anteriores muestran que, mientras los dos estaban de pie luchando, tanto la mano de Lyoya como la del agente agarraban la pistola eléctrica desenfundada.
Según Crump, le parecía un intento de Patrick de evitar ser alcanzado por la pistola eléctrica.
En la proyección del vídeo del día anterior, el jefe de la policía de Grand Rapids, Eric Winstrom, dijo que durante el forcejeo antes de los últimos momentos en que los dos estaban en el suelo por última vez, la pistola eléctrica parecía haberse disparado dos veces.
Winstrom declaró que ninguna de las dos descargas impactó en nada más que en el suelo.
«Una pistola eléctrica puede causar un gran daño corporal», dijo.
Crump alegó que la marca y el modelo de la pistola eléctrica que llevaba el agente solo podía descargarse dos veces sin necesidad de recargarla, lo que hace suponer que la pistola era inofensiva en el momento del disparo.
También indicó que el agente no siguió su formación y se mostró innecesariamente agresivo desde el principio y durante toda la parada de tráfico.
El abogado dijo que el vídeo muestra que cuando Lyoya fue detenido y salió de su coche para recibir al agente que se acercaba, parecía confuso y nervioso.
«Podría haber tenido presente a George Floyd y la atrocidad cometida contra él por la policía», añadió.
El video muestra a Lyoya respondiendo al oficial en un inglés roto y luego tratando de girar y correr, momento en el que el oficial lo agarró por el brazo y lo hizo girar.
Crump dijo que la barrera del idioma puede haber sido un factor.
«Cuando el agente se enfrenta a Patrick, le pone las manos encima. Cuando Pat va a alejarse, el agente podría haber reducido la intensidad. Podía haber retrocedido y pedir refuerzos y esperar, pero, en lugar de eso, se puso manos a la obra».
«El oficial fue el que se puso violento. Le dio un rodillazo y varios puñetazos. Pat no tomó represalias ni trató de entablar combate, simplemente intentaba alejarse», dijo a continuación.
«Patrick no fue detenido por un hecho delictivo. No había robado a nadie. No había asesinado a nadie. Ni siquiera era una infracción en movimiento. Fue por una etiqueta inapropiada [una matrícula que no coincidía con el coche al que estaba registrada]», dijo el abogado.
«No se puede disparar a una persona desarmada solo porque se resiste, solo por el color de su piel».
«Este fue otro asesinato sin sentido de una persona negra en Estados Unidos por parte de la misma gente que se supone que debe protegerla», añadió Crump.
«Basándose en las pruebas del vídeo, este agente debería ser acusado y rendir cuentas».
En un momento dado, Crump levantó el puño en el aire y dirigió a la multitud al grito de «¡Justicia para Patrick!».
El comisario del condado de Kent, Robert Womack, mostró una camiseta con el lema «Por favor, déjennos vivir».
«No lancen un ladrillo. Llamen a Ben. Construyan una coalición», dijo Womack a los presentes.
«Estamos viendo el genocidio de los negros por parte de la policía; la mayoría de los policías son buenos, pero tenemos algunos policías racistas que deben ser desarraigados de los departamentos de policía», dijo Robin McCoy, presidenta de la Asociación de Abogadas Negras de Michigan, dirigiéndose a la multitud.
McCoy comparó la brutalización por parte de la policía de las personas negras y morenas en Estados Unidos con la «violación de los derechos humanos en Ucrania».
Un miembro del equipo de abogados que representa a la familia Lyoya, Ben Johnson, dijo que presentaría solicitudes en las cortes federales para este caso.
Ayanna Hatchett, otro miembro del equipo, se encargará de la demanda civil de la familia contra la ciudad y el departamento de policía, según Johnson.
«Cuando llegué a este país no sabía que había un genocidio en Estados Unidos», dijo Peter el padre de Patrick, hablando a través del intérprete.
«A mi hijo nunca le gustó pelear. El oficial estaba realmente golpeando a Patrick. Lo mataron como a un animal. Lo mataron por un pequeño error. Pido justicia para mi hijo».
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