Los abogados de Hunter Biden insisten en que no admitieron en cartas recientes que la laptop abandonada en una tienda de informática de Delaware perteneciera a su cliente.
En las cartas enviadas el 1 de febrero al Departamento de Justicia, al fiscal superior de Delaware y al IRS, los abogados piden que se investigue a John Paul Mac Isaac, propietario de la tienda de informática, y a otras personas, afirmando en parte que Mac Isaac trabajó «para convertir en un arma los datos informáticos personales del Sr. Biden».
«El Sr. Mac Isaac ha hecho que se ponga a disposición del público información restringida del Sr. Biden… así como de algunos otros miembros de la familia inmediata del Sr. Biden que igualmente califican como personas cubiertas», afirmaban las cartas.
«Estas cartas no confirman las versiones de Mac Isaac u otros sobre una supuesta laptop», dijo Abbe Lowell, uno de los abogados, a Fox News. «Se refieren a su conducta de buscar, manipular y difundir lo que alegan que son los datos personales del señor Biden, dondequiera que afirmen haberlos obtenido».
Lowell no respondió a una solicitud de comentarios.
En las cartas, los representantes de Hunter Biden acusaron a Mac Isaac de cambiar su historia, de decir inicialmente que no estaba seguro de que Hunter Biden hubiera dejado una laptop en su tienda a decir que estaba seguro de que era el empresario, y sobre cómo copió los datos de la laptop.
Brian Della Rocca, abogado que representa a Mac Isaac, ha dicho que la laptop pasó a ser propiedad de Mac Isaac después de que éste se pusiera en contacto varias veces con Hunter Biden para que recogiera la laptop, pero Hunter Biden no lo hizo.
Mac Isaac nombró a Hunter Biden en una demanda por difamación en Delaware y contrató a un investigador privado para localizar al hijo del presidente, dijo Della Rocca en Fox News esta semana. Eso ocurrió antes de las cartas pidiendo una investigación sobre Mac Isaac.
«Las cartas dan por sentado que el señor Lowell es más listo que los abogados de la oficina del fiscal general de Delaware y de la oficina del fiscal general de Estados Unidos. La laptop y la unidad externa original están en posesión del gobierno. Los cargos por los delitos alegados por el Sr. Lowell podrían haberse presentado hace mucho tiempo. No se han presentado cargos porque los hechos presentados por el Sr. Lowell son mentira. Se trata de una estratagema puramente política en la que el Sr. Lowell debería avergonzarse de participar», declaró Della Rocca a The Epoch Times por correo electrónico.
«Hunter sabe que es su laptop. Fue a Mac Shop dos veces. Una vez con la laptop. La segunda vez con el disco duro externo al que John Paul transfirió los datos. No necesitamos la confirmación del equipo legal de Hunter. Tampoco los fiscales generales a los que se enviaron cartas», añadió.
Audiencia
Este tira y afloja se produjo antes de una audiencia prevista para el 8 de febrero sobre cómo Twitter censuró la primera historia sobre la laptop, publicada en octubre de 2020 por el New York Post.
Twitter suspendió la cuenta del periódico por un posteo que promocionaba la historia y alegó que el artículo violaba su política de materiales hackeados, a pesar de que los archivos internos mostraban que la compañía no tenía pruebas de que la historia se basara en materiales hackeados.
«En el período previo a las elecciones presidenciales de 2020, las grandes empresas tecnológicas y el Pantano se confabularon para censurar la información sobre los turbios planes de negocios de la familia Biden. La comunidad de inteligencia de Estados Unidos y el FBI se comunicaron frecuentemente con las grandes empresas tecnológicas y aconsejaron a los ejecutivos de Twitter que cuestionaran la validez de cualquier historia de Hunter Biden, antes de que el New York Post reportara al respecto. También sabemos que los miembros del equipo de censura de Twitter debatieron cómo podían justificar la limitación de la difusión de la historia. Llegaron a una política de la que incluso algunos de ellos dudaban», dijo en un comunicado el representante James Comer (R-Ky.), presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.
«Los estadounidenses merecen respuestas sobre este ataque a la Primera Enmienda y sobre por qué las grandes empresas tecnológicas y el pantano se confabularon para censurar esta información sobre la familia Biden vendiendo el acceso con fines lucrativos. La rendición de cuentas se acerca», añadió.
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