Exempleados de la CIA y otras agencias de inteligencia de Estados Unidos deberían ser castigadas por afirmar que las historias sobre los correos electrónicos en una computadora del hijo del presidente Joe Biden eran parte de un esquema ruso, dijeron los abogados del expresidente Donald Trump.
A los altos funcionarios de la CIA, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el Departamento de Defensa (DoD) se les pidió que tomaran medidas contra los empleados, según las cartas fechadas el 18 de mayo revisadas por The Epoch Times, en las que los abogados de Trump afirmaron que los empleados «cambiaron el resultado de las elecciones a través de una mala conducta flagrante a sabiendas».
Jim Clapper, exdirector de inteligencia nacional; Mike Hayden, exdirector de la CIA; y Nick Rasmussen, exdirector del Centro Nacional de Contraterrorismo, fueron algunos de los que firmaron la carta sobre el portátil de Hunter Biden, fechada el 19 de octubre de 2020.
La misiva fue enviada al medio de prensa Politico, que la editó como docenas de exfuncionarios de inteligencia y calificó las historias sobre los correos electrónicos en el ordenador como «desinformación rusa», aunque la propia carta utilizó un lenguaje ligeramente diferente, diciendo que la publicación de los correos electrónicos «tiene todas las características clásicas de una operación de información rusa».
Debido a los cargos que ocupaban los firmantes de la carta, ellos tuvieron que solicitar una revisión previa a la publicación por parte de las agencias para las que trabajaban, dijo a las agencias Timothy Parlatore, un abogado que representa a Trump.
«Nosotros creemos, basándonos en parte en la rapidez y oportunidad de la publicación y en parte en la falta de la exención de responsabilidad requerida, que ninguno de estos empleados de la NSA cumplió con sus obligaciones legales. Sin embargo, a pesar de esta grave interferencia en nuestro proceso democrático estadounidense, parece que no se han tomado medidas de investigación o correctivas contra ninguno de ellos», dijo Parlatore al general Paul Nakasone, jefe de la NSA, en una de las cartas.
Parlatore y sus colegas instaron a las agencias «a que procedan inmediatamente a emprender acciones legales para hacer valer los intereses de Estados Unidos de América de garantizar que tales violaciones de las disposiciones de seguridad vitales no sigan sin ser controladas».
Las agencias no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La carta dirigida a la CIA fue reportada por primera vez por Just the News.
No ha surgido ninguna prueba que apoye la suposición de que los rusos estaban detrás de la publicación de los correos electrónicos de Hunter Biden, pero algunos de los antiguos funcionarios que firmaron la carta defendieron sus acciones.
Russ Travers, exdirector en funciones del Centro Nacional de Contraterrorismo que firmó la carta, dijo al New York Post que «estábamos preocupados por los esfuerzos de desinformación rusos» y «consideré que la advertencia era prudente».
«No he visto ninguna información desde entonces que modifique la decisión de firmar la carta», añadió Emile Nakhleh, antiguo funcionario de la CIA.
Parlatore apuntó a las encuestas que indican que una parte significativa, alrededor de 17 de cada 100, de los votantes de Biden no habrían votado por él si supieran de los correos electrónicos en el momento de votar.
John Sipher, antiguo oficial de operaciones de la CIA y otro de los firmantes, llamó la atención en marzo por decir que se sentía «bastante bien» por haber influido en las elecciones.
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