Los abogados defensores en el juicio por conspiración sediciosa de los Proud Boys en Washington D.C. se enteraron a finales del 22 de marzo de que uno de sus propios testigos de la defensa que estaba a punto de testificar había trabajado como informante del FBI durante al menos 22 meses.
Solicitaron una audiencia de emergencia ante el juez de distrito Timothy Kelly y presentaron una moción para obligar al Departamento de Justicia a revelar si el testigo había estado espiando al equipo de la defensa.
El juez Kelly suspendió el juicio hasta el 24 de marzo y convirtió el 23 de marzo de un día de testimonios en una audiencia de mociones.
Zachary Rehl, uno de los cinco acusados de los Proud Boys, presentó una moción en nombre de sus coacusados solicitando una orden judicial para obligar a los fiscales a revelar cualquier grabación o informe realizado por fuentes humanas confidenciales (CHS) —informantes— sobre los acusados y sus abogados.
La abogada defensora Carmen Hernandez dijo que la información dada al equipo de defensa el 22 de marzo plantea «alegaciones serias y fundamentadas de mala conducta gubernamental en torno a la invasión e interferencia secreta del equipo de defensa por parte del gobierno a través de una fuente humana confidencial, a instancias del gobierno».
El juez Kelly ordenó a los fiscales que presentaran una respuesta a la moción antes de la 1 p.m. EDT del 23 de marzo. Una audiencia sobre el asunto comenzará a las 3 p.m.
El juicio comenzó el 19 de diciembre de 2022 en el Tribunal de Distrito de EE.UU. Los fiscales concluyeron su caso el 17 de marzo.
Un testigo de la defensa era informante de la fiscalía
Después del cierre del testimonio el 22 de marzo, los fiscales revelaron que un testigo de la lista de la defensa que debía comparecer ante el tribunal el 23 de marzo había trabajado como informante del FBI desde abril de 2021 hasta al menos enero de 2023.
«Durante este período de tiempo, el CHS [informante] ha estado en contacto por teléfono, mensajes de texto y otros medios electrónicos, con uno o más de los abogados de la defensa y al menos un acusado», dijo la moción.
«El CHS también participó en reuniones de oración con miembros de una o más de las familias de los acusados. La CHS también participó en conversaciones con uno de los miembros de la familia del acusado sobre la sustitución de uno de los abogados de la defensa».
Los acusados en el juicio son Rehl, el expresidente de los Proud Boys Enrique Tarrio, Joseph Biggs, Ethan Nordean y Dominic Pezzola.
Los hombres están acusados de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir procedimientos oficiales, obstrucción de procedimientos oficiales y conspiración para impedir que ciertos funcionarios federales desempeñaran sus funciones en el Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021. Tarrio, Rehl, Nordean y Biggs se enfrentan a nueve cargos penales, mientras que Pezzola está acusado de 10.
La revelación del informante del FBI demuestra «que hay razones para dudar de la veracidad de la explicación y justificación del gobierno para retener información sobre los CHS [informantes] que han estado involucrados en el caso», escribió Hernandez.
Era la segunda vez en marzo que la comunicación privilegiada entre abogado y cliente se convertía en el centro de la polémica.
El 8 de marzo, la agente especial del FBI Nicole Miller reveló que los investigadores habían estado vigilando las comunicaciones entre Rehl y su ahora exabogado, y discutiendo entre ellos su estrategia para el juicio.
Los abogados defensores también descubrieron una pestaña oculta en una hoja de cálculo de pruebas del FBI que contenía algunos de los correos electrónicos de Miller, «en la que la agente del FBI admitía haber fabricado pruebas y haber seguido órdenes de destruir cientos de elementos de prueba», según una presentación judicial del 9 de marzo (pdf).
La moción de la defensa calificaba el descubrimiento de «una clara y flagrante violación de la Sexta Enmienda» que «pide a gritos la desestimación».
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