Los abortos realizados por Planned Parenthood, una organización que recomienda el procedimiento de aborto a sus clientas embarazadas en el 97 por ciento de los casos, son una de las principales causas de muerte en Estados Unidos, según el grupo Susan B. Anthony Pro-Life America.
Planned Parenthood, el mayor proveedor de abortos del país, publicó su informe anual 2022-2023 revelando que la organización realizó 392,715 abortos durante el período.
«Esto coloca a los abortos realizados por Planned Parenthood entre las cuatro principales causas de muerte en los Estados Unidos, después de las enfermedades cardíacas, el cáncer y el COVID-19», dijo Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo Susan B. Anthony Pro-Life America.
Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), más de 695,000 estadounidenses murieron por enfermedades del corazón en 2021; 605,000 por cáncer; 416,000 por COVID-19 y casi 225,000 por accidentes.
«Una vez más, a las mujeres embarazadas que entran en Planned Parenthood se les vende un aborto el 97 por ciento de las veces, en lugar de ayudarlas a quedarse con su hijo o hacer un plan de adopción. A la vez, ellos atendieron a 80,000 pacientes menos, realizaron 60,000 pruebas de Papanicolaou y exámenes mamarios menos, e incluso distribuyeron menos anticonceptivos, afirmó.
La Sra. Dannenfelser culpó a los demócratas de Washington y de otros estados por respaldar los abortos de Planned Parenthood enviándoles casi 700 millones de dólares de los contribuyentes. Esta cantidad representaba un tercio de los ingresos de la organización, por lo que Planned Parenthood terminó el año fiscal con 2500 millones de dólares en activos netos.
Alrededor del 60 por ciento de las mujeres que han abortado «habrían preferido quedarse con sus bebés si hubieran tenido más apoyo emocional o económico», afirmó la Sra. Dannenfelser. «¿La respuesta de los demócratas? Ellos demonizan y quitan financiación a los centros de recursos para embarazadas que atienden a las mujeres y a sus hijos».
Michael New, científico social y académico asociado principal en el Instituto Charlotte Lozier, señaló que la cifra de abortos de Planned Parenthood fue un récord para la organización, representando alrededor del 40 por ciento del total de abortos realizados en Estados Unidos.
Al tiempo que aumenta su número de abortos, Planned Parenthood también «sigue recortando varios servicios de salud», dijo el Sr. New. «Entre 2022 y 2023, las visitas de atención preventiva cayeron un 31.0 por ciento, las pruebas de Papanicolaou cayeron un 13.5 por ciento, las pruebas de detección de cáncer cayeron un 1.4 por ciento y las referencias de adopción cayeron un 4.5 por ciento».
«En los últimos diez años, el número de abortos practicados por Planned Parenthood aumentó un 20 por ciento. Mientras tanto, las pruebas de detección de cáncer cayeron más de un 58 por ciento, y los servicios prenatales disminuyeron más de un 67 por ciento.»
A pesar de recortar varios servicios de atención sanitaria en 2022, Planned Parenthood sigue experimentando un aumento de la financiación gubernamental, señaló el Sr. New.
La financiación, tema electoral
Los legisladores republicanos han intentado recortar la financiación pública de Planned Parenthood. En enero del año pasado, la representante Lauren Boebert (R- Colo.) propuso un proyecto de ley para desfinanciar la organización mediante la institución de una moratoria de un año en la financiación federal de la organización.
«El mayor proveedor de abortos del país no tiene por qué recibir dinero de los contribuyentes», declaró la representante entonces. «Planned Parenthood afirma que estos fondos se destinan a la atención sanitaria de las mujeres, pero el año pasado, Planned Parenthood practicó un número récord de abortos al tiempo que redujo el número de exámenes de la mujer sana y de detección del cáncer de mama que realizaba».
En un comunicado de prensa del 12 de diciembre, la senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.) cuestionó la financiación proporcionada a Planned Parenthood, citando un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos (GAO) para señalar que la organización recibió 1780 millones de dólares en financiación federal de los contribuyentes en los años fiscales 2019-2021.
La cantidad incluía 90.4 millones de dólares que el grupo supuestamente «desvió ilegalmente» del Programa de Protección de Cheques de Pago, un programa de préstamos relacionados a COVID-19 destinado a ayudar a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia.
«Mientras las pequeñas empresas luchaban por llegar a fin de mes durante la pandemia, Planned Parenthood desvió ilegalmente más de 90 millones de dólares del Paycheck Protection Program, diseñado específicamente para ayudar a nuestras tiendas familiares a mantener sus puertas abiertas», declaró la representante Blackburn.
Al comentar el informe, el representante Chris Smith (R-N.J.), copresidente del Caucus Pro-Vida de la Cámara de Representantes, dijo que los fondos de los contribuyentes federales «no deberían canalizarse a grandes corporaciones abortistas como Planned Parenthood, que ha matado a más de 9,3 millones de niños no nacidos desde 1970, incluidos 1,11 millones entre 2019-2021».
El informe anual de Planned Parenthood se publicó mientras el aborto es uno de los temas clave para la próxima carrera presidencial. Los demócratas están impulsando el aborto como una cuestión central, presentando iniciativas electorales en estados disputados.
En Arizona, una iniciativa electoral pretende modificar la constitución del estado para garantizar que el aborto sea un «derecho fundamental», incluso hasta el momento en que el bebé pueda sobrevivir fuera del útero, lo que suele ocurrir en torno a las 24 semanas. Nevada, Colorado y Maryland también tienen previstas enmiendas sobre el aborto.
«La estrategia de los demócratas de cara a este ciclo electoral es poner estas medidas en las papeletas de todos los grandes estados indecisos», dijo el estratega republicano Marcus Dell’Artino a The Epoch Times.
El expresidente Donald Trump, que se presenta a su segundo mandato en las elecciones de 2024, no ha replicado los llamados de otros republicanos a favor de una prohibición nacional del aborto, afirmando que es mejor dejar el asunto en manos de los estados.
«Mi opinión es que ahora que tenemos el aborto donde todo el mundo lo quería desde el punto de vista legal, los estados lo determinarán por votación o legislación o quizá ambas cosas. Y lo que decidan debe ser la ley del país. En este caso, la ley del estado», dijo en un reciente vídeo publicado en Truth Social.
«Muchos estados serán diferentes. Muchos tendrán un número diferente de semanas, o algunos serán más conservadores que otros, y así será.
Al fin y al cabo, se trata de la voluntad del pueblo».
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