BALTIMORE— La Guardia Costera de Estados Unidos abrió un canal alternativo temporal para los buques que participan en la limpieza de escombros en el lugar del colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore, como parte de un enfoque gradual para abrir el canal principal que conduce al importante puerto, dijeron funcionarios.
Las cuadrillas están llevando a cabo la complicada tarea de retirar el acero y el hormigón en el lugar donde se produjo el mortal derrumbe del puente sobre el río Patapsco, después de que un buque portacontenedores perdiera potencia y chocara contra una columna de soporte. El domingo, equipos de submarinistas inspeccionaron partes del puente y revisaron el barco, y trabajadores en elevadores utilizaron sopletes para cortar por encima del agua partes de la retorcida superestructura de acero.
Según las autoridades, el canal provisional solo estará abierto a los barcos que colaboran en las tareas de limpieza. Las autoridades estiman que cuatro trabajadores murieron en el colapso de la estructura. La recuperación de sus cuerpos es una parte clave de la operación de salvamento en curso.
Las autoridades habían informado de que el canal tendría una profundidad de control de 11 pies (más de 3 metros), un espacio horizontal de 264 pies (80 metros) y un espacio vertical de 96 pies (29 metros). Un vídeo publicado el domingo muestra a los guardacostas colocando boyas en el agua.
«Este es un primer paso importante en el camino hacia la reapertura del puerto de Baltimore», declaró el lunes en un comunicado el capitán David O’Connell, coordinador federal de la respuesta en el lugar de los hechos. «Al abrir esta ruta alternativa, apoyaremos el flujo del tráfico marítimo hacia Baltimore».
El presidente Joe Biden visitará el lugar el viernes, anunció el lunes por la tarde la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Él se reunirá con funcionarios estatales y locales y obtendrá una «visión sobre el terreno» de los esfuerzos federales de respuesta, dijo la Sra. Jean-Pierre.
También el lunes, la Administración de la Pequeña Empresa abrió dos centros en la zona para ayudar a las empresas a obtener préstamos que les permitan hacer frente a las pérdidas causadas por el derrumbe del puente. Uno de los centros está en Dundalk, un suburbio de Baltimore situado en el extremo noreste del puente.
Yvette Jeffery, portavoz de la oficina de recuperación de desastres de la agencia, dijo que las empresas afectadas pueden recibir préstamos de hasta 2 millones de dólares. Ella explicó que los efectos podrían ir desde problemas en la cadena de suministro hasta la disminución del tráfico peatonal en las comunidades que dependían en gran medida del puente.
El puente se cayó el 26 de marzo cuando la tripulación del carguero Dali perdió el control y la energía de la nave. Ellos dieron la voz de alarma, lo que dio tiempo a la policía a impedir que los vehículos entraran al puente, pero no a sacar de la estructura a una cuadrilla de ocho trabajadores.
Dos trabajadores sobrevivieron, dos cuerpos se encontraron en una camioneta sumergida y se presume que otros cuatro hombres han muerto. Las condiciones meteorológicas y la maraña de escombros bajo el agua han hecho demasiado peligroso para los buzos su búsqueda.
El Dali está gestionado por Synergy Marine Group y es propiedad de Grace Ocean Private Ltd., ambos de Singapur. El gigante naviero danés Maersk fletó el Dali, que salía del puerto cuando se quedó sin energía.
Synergy y Grace Ocean presentaron el lunes una petición judicial para limitar su responsabilidad legal. Se trata de un procedimiento rutinario, pero importante para los casos que se litigan al amparo de la legislación marítima estadounidense. Una corte federal de Maryland decidirá en última instancia quién es responsable y cuánto debe.
La demanda pretende limitar la responsabilidad de las empresas a unos 43.6 millones de dólares. Se calcula que el buque está valorado en unos 90 millones de dólares y que transportaba mercancías por valor de más de 1.1 millones de dólares en ingresos para las empresas. La estimación también deduce dos gastos importantes: al menos 28 millones en reparaciones y al menos 19.5 millones en salvamento.
Además de despejar el canal de navegación para reabrir el puerto, las autoridades intentan determinar cómo reconstruir el gran puente, que se terminó en 1977. Este unía la carretera interestatal 695 por el sureste de Baltimore y se había convertido en un símbolo de las raíces obreras y la cultura marítima de la ciudad.
Se espera que el Congreso estudie paquetes de ayuda para las personas que pierdan su trabajo o su empresa a causa del prolongado cierre del puerto de Baltimore. El puerto mueve más automóviles y maquinaria agrícola que cualquier otra instalación estadounidense.
Por Lea Skene y Tassanee Vejpongsa
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