El expresidente Donald Trump imploró el 10 de abril a los republicanos de la Cámara de Representantes que vetaran un proyecto de ley que reautorizaría los poderes de vigilancia sin orden judicial del país, refiriéndose a las disposiciones que se utilizaron para vigilar su campaña.
El 19 de abril expira la Sección 702 de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA), que autoriza la vigilancia de ciudadanos extranjeros situados en el extranjero. En vista de ello, el Congreso trabaja actualmente en la elaboración de un paquete de reformas para renovar la ley, pero con cambios significativos.
«ACABEMOS CON LA FISA, SE UTILIZÓ ILEGALMENTE CONTRA MÍ Y CONTRA MUCHOS OTROS. ESPIARON MI CAMPAÑA!!!» Dijo el presidente Trump a través de su plataforma en redes sociales Truth Social.
El Comité de Reglas de la Cámara de Representantes anunció el 5 de abril que iniciaría el proceso de redacción de medidas para reformar y renovar la herramienta antes de que expire su autorización.
La Sección 702, autorizada por última vez en 2018, tenía como objetivo permitir la vigilancia sin orden judicial de ciudadanos extranjeros ubicados fuera de Estados Unidos. Sin embargo, en la práctica, se ha visto frecuentemente enredada con las comunicaciones de ciudadanos estadounidenses.
Esta vulnerabilidad ha permitido a los agentes del FBI abusar ampliamente de la herramienta en los últimos años, utilizándola para buscar los nombres de los manifestantes de Black Lives Matter y del 6 de enero.
La agencia afirma que el programa es vital para la seguridad nacional y que desde entonces ha sido objeto de reformas. No obstante, los críticos de todo el espectro político se han mostrado recelosos ante la posibilidad de que se produzcan nuevas infracciones constitucionales.
Los puntos de vista contradictorios sobre el enfoque más eficaz para la reforma del programa —o sobre su necesidad— llevaron a los comités Judicial y de Inteligencia de la Cámara de Representantes a presentar proyectos de ley opuestos, ninguno de los cuales recibió el apoyo suficiente para salir adelante en la Cámara.
Ante la persistencia de las negociaciones, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), prorrogó temporalmente la autorización de la herramienta a través de la Ley de Autorización de Defensa Nacional en respuesta al estancamiento.
Johnson dijo en una rueda de prensa del Partido Republicano el 10 de abril que la Cámara reautorizaría la FISA, pero aclaró que «introduciría cambios radicales» en forma de «más de 50 reformas».
El legislador destacó lo que él considera la necesidad del programa, diciendo: «Es una pieza críticamente importante de nuestra inteligencia y aplicación de la ley en este país porque nos permite seguir matando terroristas de Hamás. Nos permite rastrear los envíos de los productos químicos menos ilícitos utilizados para fabricar fentanilo, nos permite proteger los buques de guerra estadounidenses de los ataques de los rebeldes Houthi, nos permite impedir que China robe la propiedad intelectual estadounidense y evita los ataques de ransomware contra empresas estadounidenses».
Sin embargo, también señaló que se ha abusado de la FISA a través de «consultas politizadas del FBI» y dijo que los cambios que vienen al programa «evitarán otra debacle del engaño de Rusia, entre muchas otras reformas importantes».
«No más expedientes de acero; no más de la comunidad de inteligencia confiando en informes de noticias falsas para ordenar una orden FISA; no más colusión; estos cambios se asegurarán de que eso no suceda».
El líder de la Cámara de Representantes afirmó que su órgano legislativo tiene que actuar: «El Congreso está interviniendo porque el FBI ha [sic] fracasado francamente en vigilar adecuadamente a sus propios agentes. La agencia necesita un cambio cultural drástico».
«Es fundamental que abordemos estos abusos porque no queremos perder la Sección 702 de la FISA».
Samantha Flom contribuyó a este artículo.
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