La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) presentó una demanda el miércoles contra la administración de Trump, alegando que los agentes federales usaron fuerza excesiva contra los manifestantes de Portland.
Los agentes federales fueron enviados a la ciudad a principios de julio después de que los alborotadores atacaran la Corte Mark O. Hatfield, un edificio federal, con poca intervención de la policía local.
Los enfrentamientos resultantes atrajeron la atención del mundo entero, ya que los activistas, noche tras noches, trataron de atacar el edificio, pero fueron repelidos por los agentes federales utilizando gases lacrimógenos y otras medidas para el control de multitudes. Ambas partes sufrieron lesiones y ya se están investigando algunos casos de uso de la fuerza por parte de los agentes.
En la demanda de 61 páginas se alega que los demandados, incluyendo a los agentes federales cuyos nombres no figuran y el propio presidente Donald Trump, violaron los derechos de los demandantes consagrados en la primera y cuarta enmienda.
El despliegue en sí tampoco fue autorizado legalmente porque el secretario interino de Seguridad Nacional (DHS), Chad Wolf, no estaba ocupando el cargo apropiadamente, argumentan los demandantes, refiriéndose a la reciente opinión legal de un organismo de control del Congreso.
Aún si Wolf estuviera debidamente autorizado para desplegar agentes en Portland, los agentes excedieron sus facultades, dice la demanda. Los demandantes quieren que la corte declare las acciones ilegales y les de una compensación económica por la presunta violación de sus derechos constitucionales.
El DHS y la Casa Blanca no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Wolf defendió el despliegue a principios de este mes en una comparecencia ante el Congreso, diciendo a los legisladores que a los agentes federales «los dejaron para defender la corte asediada por intentos de incendio provocado y destrucción constante».
«En su lugar, nuestros agentes fueron atacados con, entre otras armas, fuegos artificiales de tipo mortero de grado comercial, acelerantes, IED [artefactos explosivos improvisados], mazos, hormigón y hondas. Los agentes han sufrido quemaduras químicas, heridas sangrantes y ataques con láseres cegadores, dejando a algunos de nuestros colegas con lesiones oculares. La valla de seguridad que instalamos para proteger la corte y a nuestros oficiales ha sido atacada repetidamente con herramientas eléctricas en un peligroso intento de derribar la barrera. Para que quede claro —no son acciones de manifestantes pacíficos, sino de delincuentes», añadió, antes de reseñar las 277 lesiones que sufrieron los oficiales y agentes en julio.
Entre los demandantes se encuentran Chris David, un veterano de la Marina de Estados Unidos que fue visto en video siendo golpeado repetidamente por un agente federal, y Mark Pettibone, que fue captado en video cuando era aprehendido por agentes federales que se detuvieron en una camioneta sin identificación.
A ellos y a otros se les unió el Black Millennial Movement y Rose City Justice, dos grupos afiliados a Black Lives Matter. Los grupos están presionando para reducir drásticamente la financiación de la policía y abolir inmediatamente los sindicatos policiales, entre otras demandas.
«Esta demanda busca hacer responsable a la administración Trump de sus peligrosas y absolutamente inconstitucionales acciones en Portland. Las vidas de los negros importan», dijo Kelly Simon, directora legal interina de la ACLU de Oregon, en un comunicado.
«La idea misma de que los negros merecen humanidad y decencia es algo a lo que la policía y las agencias federales de aplicación de la ley se oponen tanto que han empleado respuestas casi letales», añadió Shanice Clark de Black Millenial Movement. «Nuestro gobierno no debería haber venido aquí para suprimir este movimiento».
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