Activistas climáticos intentaron bloquear las pistas de aterrizaje de cuatro grandes aeropuertos alemanes, paralizando las operaciones de vuelo.
El jueves, el grupo Última Generación (Letzte Generation) dijo que ocho activistas participaron en las protestas en los aeropuertos de Berlín, Colonia-Bonn, Núremberg y Stuttgart, las cuales comenzaron hacia las 5 de la mañana.
Los vuelos se suspendieron temporalmente en Colonia-Bonn después de que dos personas se adhirieran al asfalto de la pista.
El grupo protesta contra los contratos petroleros del gobierno y está detrás de una oleada de acciones ilegales.
El año pasado, al menos tres docenas de simpatizantes de Última Generación ocuparon una de las autopistas más transitadas de Alemania, causando trastornos masivos.
En septiembre, los manifestantes fueron expulsados del maratón de Berlín tras arrojar pintura naranja e intentar bloquear a los corredores.
Otras protestas consisten en atacar obras de arte en galerías, como arrojar puré de patatas a Les Meules, de Claude Monet, en el Museo Barberini de Potsdam. Otra activista se pegó al marco de un óleo de Lucas Cranach en la Gemaldegalerie de Berlín.
La ministra alemana de Interior, Nancy Faeser, escribió el jueves en la red social X que los manifestantes podrían ser condenados a largas penas.
“Estas acciones criminales son peligrosas y estúpidas. Los alborotadores no sólo están arriesgando sus propias vidas, sino que también están poniendo en peligro a los demás. Hemos propuesto severas penas de prisión. Y estamos exigiendo a los aeropuertos que hagan sus instalaciones mucho más seguras”, dijo.
El grupo publicó en X: “8 valientes están actualmente bajo custodia policial porque se interpusieron en el camino de la locura de los combustibles fósiles. Nos negamos a morir por los beneficios de unos pocos”.
Last Generation recibe gran parte de sus fondos, que dice destinar a “contratación, formación y perfeccionamiento”, del Fondo de Emergencia Climática (CEF).
El CEF fue fundado y está financiado en parte por Aileen Getty, multimillonaria estadounidense y nieta del magnate del petróleo John Paul Getty. Aileen Getty cofundó el grupo con ricos donantes, entre ellos el empresario de combustibles renovables Trevor Neilson y Rory Kennedy, hija del difunto senador Robert F. Kennedy.
El CEF concedió millones a una red internacional de activistas, a los que califica como el “brazo disruptivo del movimiento climático mundial”.
La organización británica Just Stop Oil (JSO), última generación, forma parte de la red A22 del CEF.
Los activistas de JSO atacaron el cuadro de Vincent van Gogh de un jarrón de girasoles arrojándole una lata de sopa de tomate y pegándose al marco.
“¿Qué vale más, el arte o la vida?”, dijo entonces una de las activistas, Phoebe Plummer.
“Largas penas de cárcel”
El mes pasado, Roger Hallam, cofundador de Extinction Rebellion (XR), y cuatro activistas de la JSO fueron encarcelados por causar “perturbaciones masivas” en la M25.
El juez Christopher Hehir había advertido que les impondría “largas, largas penas de prisión” cuando un jurado los declaró culpables el 11 de julio.
El pasado noviembre, los activistas bloquearon uno de los tramos más transitados y congestionados de la red británica de autopistas subiéndose a las señales de la autopista, para criticar lo que califican como “preparativos inadecuados” del gobierno ante el cambio climático.
Un periodista del Sun grabó una llamada de Zoom y se la pasó a las autoridades. Según Hehir, la llamada mostraba “lo intrincadamente planeada que estaba la interrupción y la sofisticación que implicaba” y era una “prueba convincente” de una conspiración.
Hallam fue condenado a cinco años de prisión, mientras que los otros cuatro acusados fueron condenados a cuatro años de prisión cada uno.
Con información de Associated Press
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