Tres cubanas han iniciado una huelga de hambre frente a la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York para reclamar la atención de la comunidad internacional sobre «la grave» situación en su país.
Las activistas Anisley Pérez, Niurka Préstamos y Yamisderky Pelier viajaron desde la ciudad de Miami a la de Nueva York y desde el sábado comenzaron la huelga, en la que solo toman agua para exigir que se responda al llamado de auxilio del pueblo cubano.
«Estamos aquí para que el mundo sepa lo que pasa», dijo a Efe Pérez, acompañada de sus dos amigas «y hermanas en la causa por la liberación de Cuba».
Las mujeres, que han pintado en rojo las letras de auxilio «SOS» en su frente, sostienen papeles en los que se lee «No más genocidio», «Exigimos dos barcos hospitales para las costas de Cuba» y «Si me llega a pasar algo sigan luchando por Cuba».
En sus mejillas han pintado además la bandera de Cuba y una de ellas muestra lágrimas rojas.
«Estaremos aquí hasta que seamos escuchadas, durmiendo en este piso duro y bajo el cielo de las estrellas», afirmó Pérez, quien al igual que sus amigas tiene familia en Cuba. Aunque dicen estar preocupadas por sus familiares, aseveran que en este momento «nuestra familia es Cuba».
El pasado 11 de julio, cientos de cubanos salieron a las calles a protestar contra el régimen de la nación caribeña para pedir la libertad.
Las cubanas en huelga de hambre están pidiendo a los relatores de derechos humanos que Cuba sea expulsada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU porque «llevan 62 años violándolos, callando y cometiendo genocidio».
También piden buques hospitales porque «se nos están muriendo nuestros cubanos a cada segundo y en la isla están colapsados los hospitales por falta de medicina», así como intervención humanitaria para su país.
Cuba afronta un rebrote de la covid-19 y es uno de los más afectados del mundo en este momento, de acuerdo con datos de su Ministerio de Salud Pública.
Las mujeres indicaron que se han enviado correos electrónicos a diversas delegaciones en la ONU con miras a que alguien quiera plantear la difícil situación por la que atraviesa el país caribeño.
«Vamos a estar aquí hasta que nos escuchen o nos metan a la cárcel, pero necesitamos que pase algo porque mientras ellos determinan qué hacen, nuestra Cuba se está muriendo», declaró Pérez.
«Confío en que Dios tocará su corazón y cito algo que está escrito en piedra aquí mismo: todas las naciones tienen derechos, y es lo que pide el pueblo de Cuba», puntualizó.
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