Un alto funcionario estadounidense ha calificado como «agresiva» la última provocación del Partido Comunista Chino (PCCh) en alta mar.
Los pulsos de sonar emitidos por un buque de guerra del PCCh hirieron a submarinistas australianos el 14 de noviembre.
El incidente se produjo sólo unos días después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reuniera con el líder del PCCh, Xi Jinping, señaló el principal republicano de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, el senador Jim Risch (R-Idaho).
«La última provocación de China en alta mar, esta vez dirigida a Australia, es más que un comportamiento operativo arriesgado. Es un acto de agresión emprendido en aguas internacionales», dijo Risch.
«Este acto descarado ocurrió una semana después de que Xi se reuniera con el primer ministro de Australia, y sólo unos días después de que el presidente Biden promocionara el restablecimiento de nuestra comunicación entre militares después de su reunión con este dictador».
“Inseguro” y “poco profesional”: Viceprimer ministro
El viceprimer ministro australiano, Richard Marles, expresó su seria preocupación tras la «interacción insegura y poco profesional» con un destructor del Ejército Popular de Liberación y la Armada (EPL-N) el 14 de noviembre.
El HMAS Toowoomba había informado que las operaciones de buceo del destructor del EPL-N se estaban llevando a cabo en aguas internacionales dentro de la zona económica exclusiva de Japón.
El barco del PCCh, tras recibir estas comunicaciones, fue detectado operando un sonar de una manera que «representaba un riesgo para la seguridad de los buzos australianos», indicó Marles.
Dijo que las evaluaciones médicas después de que los buzos salieron del agua encontraron que sufrieron heridas leves «probablemente debido a haber sido sometidos a los pulsos de sonar del destructor chino».
«Esta es una conducta insegura y poco profesional», dijo Marles.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, se hizo eco del sentimiento y dijo: «Esto era peligroso, inseguro y poco profesional por parte de las fuerzas chinas».
«Y nuestra principal preocupación, por supuesto, es siempre la seguridad de nuestro personal de las Fuerzas de Defensa Australianas. Y en este caso, una persona sufrió una lesión como resultado de las acciones de China».
Beijing niega descripción del incidente
Sin embargo, Beijing ha afirmado que la descripción australiana del incidente es «completamente inconsistente con los hechos».
Pero en una conferencia de prensa llevada a cabo el 21 de noviembre, el líder de la oposición, Peter Dutton, dijo que la negación del PCCh es «propaganda».
«El hecho es que se está produciendo un comportamiento agresivo y nuestro país debería denunciarlo», dijo Dutton.
«Es propaganda y no deberíamos tolerarla ni por un segundo. Es exactamente lo que sucede en relación con Japón, Filipinas y otros países de la región».
Risch, al profundizar en el incidente, expresó que la comunicación con Beijing no detendrá estos incidentes riesgosos.
«China no va a detener estas arriesgadas y agresivas maniobras navales y aéreas, y ningún mecanismo de comunicación y fomento de la confianza militar va a cambiar eso», afirmó.
«Poner cualquier fe en estos mecanismos con Beijing genera una confianza falsa que sólo pone a los ejércitos de Estados Unidos y sus aliados en mayor riesgo. Se deben trazar líneas y hacerlas cumplir».
La semana pasada, Albanese, Biden y Xi se unieron a los líderes en San Francisco para la reunión de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
Si bien Biden describió a Xi como un dictador, Albanese evitó involucrarse cuando un periodista le preguntó: «¿Es Xi Jinping un dictador?».
«Tenemos sistemas políticos diferentes. Australia tiene un sistema político. China tiene un sistema político diferente al de Australia. No es un estado democrático con elecciones con democracias multipartidistas, como lo es Australia», dijo Albanese el 17 de noviembre.
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