Los adversarios extranjeros de Estados Unidos reclutarán a estadounidenses y utilizarán otras tácticas para influir en las elecciones de noviembre con el fin de promover sus intereses, advirtió la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) el 29 de julio por medio de una actualización de seguridad.
“Los actores extranjeros siguen dependiendo de los estadounidenses, conscientes o inconscientes, para sembrar, promover y añadir credibilidad a las narrativas que sirven a los intereses de los actores extranjeros. Estos actores extranjeros buscan aprovecharse de estos estadounidenses para difundir mensajes a través de sus canales y contactos”, según la actualización del ODNI.
El informe señala que la comunidad de inteligencia espera que los actores extranjeros ajusten sus operaciones de influencia en respuesta a “los acontecimientos de este mes para promover narrativas de influencia que buscan socavar las instituciones democráticas, fomentar la discordia y/o cambiar la opinión pública”.
En las últimas dos semanas, las elecciones presidenciales de EE.UU. han sido una plataforma de importantes acontecimientos, como el intento de asesinato del expresidente Donald Trump, la retirada del presidente Joe Biden de la carrera y su respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata presidencial del Partido Demócrata. Los funcionarios no mencionaron específicamente estos acontecimientos en la actualización.
El documento señaló que el régimen comunista chino, Rusia e Irán están utilizando campañas de influencia “para influir en la política y las políticas de Estados Unidos en beneficio de sus intereses y socavar la democracia estadounidense y la posición de Washington en el mundo”. Estos adversarios también perfeccionan sus estrategias para ocultar su participación.
Operaciones de influencia de Beijing
La actualización del ODNI advierte que el régimen comunista chino tratará de desprestigiar a los candidatos que considere una amenaza para los intereses esenciales de Beijing. Beijing ya utilizó las mismas tácticas en un “puñado” de elecciones de mitad de mandato de 2022, en las que ataron a candidatos de ambos partidos, según la actualización.
“La [comunidad de inteligencia] también es consciente de que los actores de influencia de la RPC están utilizando las redes sociales para sembrar divisiones en Estados Unidos y hacer pasar a las democracias como [sistemas] caóticos”, señala la actualización, utilizando un acrónimo del nombre oficial de la China comunista, la República Popular China.
“Las entidades gubernamentales de la RPC han colaborado con una empresa de tecnología con sede en China para mejorar las operaciones encubiertas de influencia en línea de la RPC, incluyendo la creación más eficiente de contenidos que también conectan con las audiencias locales”, afirma la actualización del lunes.
Durante el ciclo electoral estadounidense de mitad de período en 2022, el brazo propagandístico de Beijing utilizó cuentas de TikTok para influir en los candidatos, dijo el ODNI en un informe anterior.
La evaluación anual de amenazas de la comunidad de inteligencia estadounidense, publicada en febrero, encontró que el régimen comunista chino puede intentar influir en las elecciones estadounidenses de 2024 a cierto nivel para suprimir a los críticos y amplificar las divisiones sociales. Los actores del PCCh han mejorado sus capacidades para difundir desinformación, según el informe.
“La RPC pretende sembrar dudas sobre el liderazgo de Estados Unidos, socavar la democracia y extender la influencia de Beijing. Las operaciones de información de Beijing se centran principalmente en promover discursos a favor de China, refutar los discursos promovidos por Estados Unidos y contrarrestar las políticas estadounidenses y de otros países que amenazan los intereses de Beijing, incluida su imagen internacional, su acceso a los mercados y su experiencia tecnológica”, según la evaluación.
Campañas rusas
Según la actualización, la comunidad de inteligencia también señaló que Rusia representa una amenaza para las elecciones estadounidenses de noviembre, ya que Moscú sigue empleando una serie de tácticas y actores de influencia para ampliar su alcance y producir contenidos que impresionen al público estadounidense.
“Estos actores buscan respaldar a un candidato presidencial además de influir en los resultados electorales del Congreso, socavar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones sociopolíticas”, se lee en el informe.
Según el informe, los actores extranjeros contratan a empresas de marketing y relaciones públicas, que ofrecen experiencia en una amplia gama de servicios con más agilidad y menos trabas burocráticas que las agencias gubernamentales. Moscú utiliza empresas radicadas en Rusia “para moldear la opinión pública en Estados Unidos, incluso con operaciones relacionadas con las elecciones”. Estas empresas han creado plataformas de influencia, han involucrado directa y discretamente a estadounidenses y han utilizado herramientas mejoradas para adaptar el contenido al público estadounidense, ocultando al mismo tiempo la mano de Rusia”.
En marzo, un portavoz del Kremlin dijo que Rusia “nunca ha interferido en las elecciones de Estados Unidos” y que no planea interferir en las próximas elecciones de noviembre.
Durante una comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado en mayo sobre “Amenazas extranjeras a las elecciones de 2024”, la Directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, declaró: “Rusia sigue siendo la amenaza extranjera más activa para nuestras elecciones. Los objetivos del gobierno ruso en tales operaciones de influencia tienden a incluir la erosión de la confianza en las instituciones democráticas estadounidenses, la exacerbación de las divisiones sociopolíticas en Estados Unidos y la degradación del apoyo occidental a Ucrania”.
La Sra. Haines también le dijo a la comisión que Beijing tiene como objetivo promover el apoyo a las posiciones políticas del régimen, y advirtió sobre las capacidades tecnológicas del régimen chino para sus operaciones de influencia. “La República Popular China también tiene un sofisticado aparato de influencia a través del cual aprovecha las tecnologías emergentes, incluida la inteligencia artificial generativa, y cada vez confía más en su capacidad para influir en las elecciones a nivel mundial”, dijo Haines.
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