La oficina del Fiscal Especial Robert Mueller acusó formalmente a 13 ciudadanos rusos, el 16 de febrero, por un supuesto plan para influir en la opinión pública de Estados Unidos durante las elecciones.
El vicefiscal general Rod Rosenstein dijo que la acusación formal no incluía ninguna acusación de que algún estadounidense, o miembro de la campaña de Trump, «hubiera participado conociendo de la alegada actividad ilegal».
También dijo que la acusación no menciona «que la conducta criminal haya alterado el resultado de las elecciones de 2016».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo sobre las acusaciones que el presidente Trump «está contento de ver que la investigación del fiscal especial indica, además, que NO HUBO COLISIÓN entre la campaña de Trump y Rusia, y que el resultado de la elección no cambió o fue afectado».
«Es más importante que nunca antes unirnos como estadounidenses», dijo Trump en un comunicado dado a conocer por Sanders. «No podemos permitir que aquellos que buscan sembrar confusión, discordia y rencor tengan éxito”.
«Es hora de que detengamos los extravagantes ataques partidistas, las acusaciones descabelladas y falsas, y las teorías descabelladas que solo sirven para promover las agendas de los malos actores como Rusia, y que no ayudan a proteger los principios de nuestras instituciones. Debemos unirnos como estadounidenses para proteger la integridad de nuestra democracia y nuestras elecciones».
Según la acusación formal, los rusos hicieron preparativos desde el 2014 para crear perfiles falsos de redes sociales, y agitar el resentimiento entre los grupos conservadores y liberales.
Los esfuerzos fueron coordinados por la la empresa “Agencia de Investigación de Internet LLC”, e intentaron sembrar la discordia pública aprovechando temas públicos controvertidos.
Los documentos judiciales revelan que la Agencia ordenó a los rusos crear «intensidad política mediante el apoyo a grupos radicales, a usuarios insatisfechos con [la] situación social y económica, y a movimientos sociales opositores».
Las páginas creadas por el grupo abarcan todo el espectro político estadounidense. Una de las páginas fue creada en apoyo de las fronteras seguras, mientras que otra fue creada en apoyo del movimiento “Black Lives Matter”. También había una página con el nombre «Musulmanes Unidos de América», y también un grupo llamado «Ejército de Jesús».
Los métodos utilizados reflejan las estrategias de subversión de la era soviética, diseñadas para desestabilizar a las sociedades llevando a los grupos al conflicto, y haciendo que la población pierda la fe en sus instituciones.
Además de utilizar las redes sociales para influir en la opinión pública y sembrar la discordia, la organización rusa también utilizó eventos de la vida real para promover su causa.
En algunos casos el grupo fue responsable de la organización simultánea de mitines pro-Trump y anti-Trump. Los documentos judiciales muestran, por ejemplo, que organizaron una manifestación en Nueva York con la intención de «mostrar su apoyo al presidente electo Donald Trump» el 12 de noviembre de 2016. Mientras que al mismo tiempo usaron un grupo diferente que crearon en las redes sociales, para organizar un mitin en Nueva York llamado «Trump NO es mi presidente».
De igual manera organizaron una manifestación llamada «Charlotte contra Trump» en Charlotte, Carolina del Norte, el 16 de noviembre de 2016.
Para ocultar sus identidades los sospechosos utilizaron un servidor de Estados Unidos, y robaron la identidad de al menos tres ciudadanos estadounidenses. Las identidades falsas usaban números de seguridad social robados, y licencias de conducir falsificadas, y se usaron para crear cuentas de Paypal para pagar la publicidad creada en las redes sociales.
Según la acusación formal, los ciudadanos rusos utilizaron las personas falsas que crearon en las redes sociales -que, en algunos casos tenían cientos de miles de seguidores- para comunicarse con miembros legos, con voluntarios y con partidarios de la Campaña Trump involucrada en la comunidad local.
Según la acusación formal, los ciudadanos rusos difundieron información peyorativa sobre todos los candidatos que participaron en la campaña de 2016, pero hicieron un esfuerzo especial apuntando a Hillary Clinton.
Aunque al mismo tiempo, los rusos estaban usando varias cuentas simultáneamente para criticar y alabar a Clinton.
En junio de 2016, los acusados rusos y sus cómplices utilizaron un grupo de Facebook llamado «Musulmanes Unidos de América» para promover una manifestación llamada «Apoye a Hillary». Salven a los Musulmanes Americanos», celebrada el 9 de julio de 2016 en el Distrito de Columbia.
Semanas más tarde, el grupo escribió en su página que los votantes musulmanes estaban «entre Hillary Clinton y un lugar difícil».
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