Más de una docena de personas y una empresa con sede en Texas han sido acusados por funcionarios de la policía de EE. UU. en relación con un plan de una década para evadir los aranceles de importación de neumáticos de China, el Departamento de Justicia (DOJ) anunció el martes.
Winland International/Super Tire, en el área de Houston, que pretendía vender neumáticos a tiendas y consumidores, y los ejecutivos de la compañía, «conspiraron para evitar los derechos antidumping asociados a los neumáticos para vehículos todoterreno (OTR) y para vehículos ligeros y camiones (LVT) procedentes de China», afirma una denuncia (pdf).
«Trabajando a través de y con Winland, individuos presuntamente importaron neumáticos OTR y LVT de empresas que estaban sujetas a derechos antidumping asociados con fabricantes de neumáticos chinos que habían participado en prácticas comerciales desleales en Estados Unidos», se alega en la denuncia.
El Departamento de Justicia dijo en una declaración que se acusa a los acusados radicados en Estados Unidos de conspirar con los acusados en China para obtener facturas y registros de entrada de las compañías de neumáticos chinas que estaban sujetas a una tasa de derechos de aduana más baja que los fabricantes reales de estos neumáticos.
Luego presentaron los registros falsificados a los funcionarios de aduanas de EE. UU. al importar llantas a este país, para que la empresa de neumáticos pudiera evadir las tasas de derechos de aduana más altas, según la denuncia. Los demandados también falsificaron los registros para subestimar el valor de las importaciones, lo que redujo aún más la cantidad que Winland debía en concepto de derechos.
Los neumáticos estaban valorados en más de 21 millones de dólares, lo que significó que Estados Unidos no pudo recaudar más de 6.5 millones de dólares en derechos de importación.
Zheng «Miranda» Zhou y Kun «Bruce» Liu, que figuraban como presidenta y vicepresidente de operaciones de la empresa, fueron detenidos por las autoridades.
«Durante más de una década, se alega que Zhou y sus coconspiradores han tratado de obtener una ventaja competitiva injusta a expensas de las empresas estadounidenses», dijo Mark B. Dawson de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Inmigración y Aduanas en Houston.
«Trabajando estrechamente con nuestros socios de aplicación de la ley estadounidenses y extranjeros, y en coordinación con el Centro Nacional de Coordinación de Derechos de Propiedad Intelectual, pudimos descubrir estas presuntas prácticas engañosas que llevaron a la acusación penal y a la imposición de casi 21 millones de dólares en sanciones civiles», añadió.
También se acusó a otros seis individuos, todos considerados fugitivos, y que residen principalmente en China, según el departamento de justicia. Otros seis se enfrentan a cargos civiles.
El fiscal de EE. UU. Ryan K. Patrick del Distrito Sur de Texas dijo en una declaración que China y sus industrias quieren «robar, replicar y reemplazar los bienes y tecnología fabricados en Estados Unidos».
«La importación ilegal y la competencia desleal de estos bienes es una forma de debilitar sistemáticamente a los competidores estadounidenses. Ya sea espionaje directo del gobierno chino o fraude comercial como en este caso, seguiremos investigando y procesando cada caso que podamos», añadió Patrick.
El presidente Donald Trump ha establecido unos aranceles agresivos para los productos chinos como un sello de su administración. El asesor de comercio de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo a The Epoch Times en octubre que si es reelegido, Trump continuará tomando medidas duras para contrarrestar las amenazas del Partido Comunista Chino, incluyendo los aranceles estadounidenses sobre los productos chinos.
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