En una demanda presentada por los republicanos de Pensilvania se afirma que los funcionarios electorales demócratas autorizaron a los dirigentes del condado a proporcionar información sobre las papeletas de voto por correo rechazadas a los trabajadores del partido, lo que constituye una violación del código estatal.
La demanda cita un correo electrónico enviado por el subsecretario de elecciones de Pensilvania, Jonathan Marks, a los directores electorales del condado, informó National Review.
A las 8:38 pm del lunes, Marks escribió que “las juntas electorales del condado deben proporcionar información a los representantes de los partidos y candidatos durante el conteo previo que identifique a los votantes cuyas boletas han sido rechazadas” para que puedan recibir otra boleta.
La demanda argumenta que la orden de Marks es contraria al código electoral del estado, que dice “ninguna persona que observe, asista o participe en una reunión previa al conteo puede revelar los resultados de cualquier parte de cualquier reunión previa al conteo antes del cierre de las urnas».
Los republicanos también citan un fallo de la Corte Suprema de Pensilvania que establece que «a diferencia de los votantes en persona, los votantes por correo o ausentes no tienen la oportunidad de subsanar los defectos percibidos (en su boleta) de manera oportuna».
Los republicanos argumentan que la secretaria de Estado Kathy Boockvar y Marks estaban rompiendo esta regla para beneficiar a los demócratas. Boockvar no respondió a la solicitud de comentarios de The Epoch Times sobre este tema.
Thomas Breth, el abogado que presentó la demanda para la campaña de Trump, escribió que algunas juntas electorales de condado en Pensilvania proporcionaron los nombres de los votantes y la información de contacto, junto con explicaciones de sus defectos en la boleta, a los operativos del partido.
Breth escribió: «Es inapropiado que los condados individuales creen unilateralmente sus propias normas, sus propios procedimientos, para dejar que los individuos entren y remedien (las boletas)».
Lawrence Tabas, presidente del Partido Republicano de Pensilvania, criticó a los demócratas de Pensilvania.
«Ellos están constantemente cambiando las reglas», dijo, informó National Review. «Han estado aplicando diferentes estándares, emitiendo guías a medida que avanzan, cambiando las reglas a medida que avanzan, y haciendo difícil que podamos establecer que hay un estándar claro y uniforme de cómo hacer esto en todo el estado. Eso es lo que queremos».
Funcionarios de Pensilvania han instado a los directores electorales de los condados a mantener separadas las boletas que llegan tarde, pero los republicanos han dicho que las instrucciones han sido confusas.
Tabas teme que esas boletas que llegan tarde se mezclen con las que se reciben a tiempo y creen problemas si la Corte Suprema de Pensilvania falla a favor de Trump para que solo se cuente el primer lote.
«No había una indicación clara de cómo, durante ese proceso, podían permanecer separadas para que pudiéramos identificar más tarde cuáles llegaron tarde y se incluyeron en el total o no», Tabas a National Review.
Trump llevaba una ventaja de medio millón de votos el miércoles, pero Biden cerró la brecha a medida que se contaban más votos de ausentes.
Además de la demanda por supuestas violaciones del código electoral del estado, y la del recuento de votos, la campaña de Trump también ha emprendido acciones legales contra Pensilvania porque sus observadores no han tenido acceso significativo para supervisar el proceso de recuento de votos.
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